domingo, 27 de agosto de 2023

CASO "RUBIALES": LA TRAMA BÚLGARA, DESENMASCARADA (HUMOR)



La fotografía engaña. Todos han mirado, pero nadie ha visto lo que esta a punto de serte revelado, amigo lector.
Abstráete de sonrisas carnavalescas, calvos levitando, achuchones desaforados, ... Como en un cuento de Poe,
como en una novela de Dan Brown, el enigma es tan evidente que solo el ojo avezado puede desentrañarlo.


Todos hemos visto las imágenes, de las que se extraen conclusiones gravísimas. Esto no puede dejarse en una anécdota. Hay personas afectadas, hay sentimientos heridos, hay abuso de poder. Y hay alguien que no debería irse de rositas después de haber vejado de un modo inaceptable a nuestras campeonas oé oé.

Resumo lo sucedido, para poner las cosas en perspectiva. Vemos en el centro de la imagen, encorvada como un escorpión concentrado en lanzar su ataque, una figura embutida en un jersey a rayas, cual figurante de una canción de los Hombres G, que aprovecha el subidón del momento para obligar a toda la que pase ante ella a rendir pleitesía al objeto más odiado por la progresía de España: su propia enseña nacional. Allí plantada cual verdugo ante la guillotina, la "femme fatale" sabe que ninguna de las triunfantes jugadoras podrá esquivarla. Serán fotografiadas para la posteridad ante el símbolo que muchas detestan. En particular las jugadoras del Fútbol Club Barcelona, exitosamente abducidas por el nacionalismo catalán y que nunca aceptarían los colores de la bandera española. Bueno, los colores, sí, porque son los mismos que los de la catalana. Lo importante aquí es la combinación, como decían nuestras bisabuelas en su noche de bodas. Sin ellas (las jugadoras, no nuestras bisabuelas), sin las Codina, Putella, Coll, Bonmatí ... y así hasta siete apellidos catalanes -casi como en el pestiño de peli aquél (no cuento a Paredes y Pérez, también jugadoras del Barsa, por lo charnego de sus apellidos)- esto no habría sido posible. De hecho, entre los habituales círculos regionalistas (lo de nacionalistas sería una exageración sin fundamento) de allí estaba cantado que se iba a celebrar el triunfo como propio. Lo cual agrava aún más el sometimiento obligado al rectángulo rojigualda preparado por la abanderada.


La azafata de Iberia: ¿qué pinta ahí? ¿Cuál es su 
papel en esta alambicada encerrona?
Y si no nos distraemos mirando como el brillo de la gloria refulge en las calvas arracimadas en la foto aún hay otro detalle que sobrecoge: a la derecha de la españolista infiltrada una azafata de Iberia aguarda discreta. ¿Cuál es su función allí? Sorprende la ingenuidad de la pregunta: sin duda porta una disimulada jeringuilla cargada de cloroformo para narcotizar a la jugadora que rechace pasar por las horcas caudinas que la astucia de la "agent provocateur" camuflada- o la maldad de sus jefes- ha urdido. Todo de un maquiavélico que espanta.

Que sí, que ocurrió en Australia, país en el que todos sabemos que la gente vive boca abajo y la sangre se te baja a la cabeza en seguida y te nubla el entendimiento. Y que todo el mundo lleva una copa de más. Pero es que costó sudor y lágrimas conseguirla. Y en celebraciones así es normal que se den situaciones de las que luego los protagonistas se arrepienten.

¿Quién es la mozuela del jersey a rayas? ¿Qué hace ahí? ¿Es una agente del CESID infiltrada? ¿Es un peón del pequeño Nicolás? Este blog ha iniciado una de sus celebradas investigaciones para poder revelar la identidad de la muchacha. Su nombre en clave resulta ser "infanta Sofía", lo cual nos pone en la pista de cuál es su cometido. Sofía, capital de Bulgaria. Bulgaria, país cuyos servicios secretos hacían el trabajo sucio de la KGB soviética. Todo hace pensar en que la "Mata Hari" que se ha colado en la celebración iba a sabotearla en una operación de los servicios secretos contra el pancatalanismo, el pan amb tumaca o el panini, el desayuno de los "ninis". Solo que el destino tenía otros planes ...

Hubo un hombre despierto, perspicaz, centrado y atento que vio lo que se venía y comprendió que había que hacer algo para desviar la atención del sabotaje en ciernes. Y algo rápido. ¿Cómo distraer la atención de los medios internacionales y librar de la humillación a las jugadoras de los "Països Catalans"? Para evitar interpretaciones partidistas eligió a la ÚNICA seleccionada que no juega en un equipo peninsular -recordemos que Jenni Hermoso es centrocampista en el Club Pachuca de Méjico- y fingió, pese a su evidente disgusto con la situación, un beso fuera de lugar que concitó toda la atención de los espectadores, quitándosela al sabotaje búlgaro. La suerte estaba echada. La prensa mundial, y en particular la hispánica, tan propensa a la carnaza y tan poco al análisis, solo hablaría del microsegundo de contacto labial, haría interpretaciones delirantes, le acusaría de sátiro, abusador y obseso sexual; ... solo que este sesudo analista ha descubierto la verdad de los hechos y ahora se la está revelando al planeta entero.


La imagen que la rapidez de reflejos de Rubiales logró eclipsar.
Por Dios, ¡es la bandera! ¿A quien se le ocurre ir por ahí con la
bandera de su país? Esto es España, donde lo que importa es lo
que nos separa, y no lo que nos une.
Así que, amigo lector, ahora sabes que Luis Rubiales evitó un conflicto en el seno de la selección nacional, uniéndola como una piña aunque fuera en su contra, porque los verdaderos héroes no son los que reciben la gloria, las condecoraciones y el agradecimiento unánime, sino aquellos que saben en su fuero interno que hicieron lo que había que hacer, aunque nadie se lo reconozca. Bueno, casi nadie, puesto que "Astillas de Realidad" sabe mirar más allá de las apariencias para descubrir que las cosas nunca son lo que parecen. Así que, como dijo aquel sujeto de tortuosa dicción, solo me queda un mensaje para el elegido:

"Luis, se fuerte".

(posesodegerasa, dedicado a la memoria del maestro Francisco Ibañez, cuyo humor nos ha hecho soportables situaciones que de otro modo serían desesperantes)

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