sábado, 12 de agosto de 2023

PFIZER Y MODERNA AL DESCUBIERTO



Como médico especialista en investigación y análisis de políticas de salud, mi objetivo es analizar las respuestas de los ejecutivos de Pfizer y Moderna durante la reciente audiencia en el Senado australiano y anteriormente en el Parlamento Europeo.

La audiencia en Australia fue desarrollada por el Comité de legislación de Educación y Empleo del Senado para un proyecto de ley llamado: Proyecto de Ley de Estado de la vacunación covid 19, que examina la discriminación basada en el estado de vacunación de una persona.

Esta audiencia tuvo lugar el 3 de agosto del 2023 y fue dirigida por el senador australiano Malcom Roberts. Anteriormente se desarrolló otra similar en el Parlamento Europeo. A medida que examinamos esta situación, es imperativo trascender las narrativas superficiales y buscar una comprensión más profunda de las implicaciones médicas y éticas que estas respuestas evasivas tienen.

La tensa audiencia en el comité del Senado australiano puso de manifiesto la desconcertante respuesta de los ejecutivos de Pfizer y Moderna ante preguntas cruciales.

Fueron interrogados sobre las políticas respecto a la prevención de la transmisión de las vacunas y las respuestas sobre la seguridad de las vacunas COVID ha dejado al público con incertezas y cuestionamientos profundos.

Mientras que los doctores Krishan Thiru y Brian Hewitt, representantes de Pfizer, se esforzaron por presentar una imagen de seguridad y eficacia, sus respuestas han levantado sospechas en la oficialidad sobre la transparencia y la integridad del discurso dominante.

El senador Matt Canavan ejemplificó el cuestionamiento de la comunidad al enfocar su atención en la capacidad de la vacuna de Pfizer para prevenir la transmisión viral. La respuesta del director médico de Pfizer Australia, Krishan Thiru, resalta un enfoque unilateral en la seguridad individual, en detrimento de una evaluación integral de la prevención de la transmisión.

Las declaraciones previas del CEO de Pfizer, Anthony Bourla, sobre la incertidumbre respecto a la transmisión en individuos vacunados presenta contradicciones notables respecto a las respuestas proporcionadas por Thiru.


A pesar de los tuits de Pfizer que aluden al papel de la vacuna en la detención de la transmisión, la alegación de Thiru sobre su desconocimiento plantea serias inquietudes sobre la coherencia y veracidad de las afirmaciones públicas de Pfizer.

Es necesario recordar que ante el comité, el europarlamentario Bob Ross planteó una pregunta fundamental a Janine Small, Presidenta de mercados mundiales de Pfizer: ¿Antes de comercializar la vacuna, habían realizado estudios para determinar si la vacuna podría detener la propagación o la transmisión del virus? La respuesta de Janine Small fue un contundente "NO".



Esta revelación pone en tela de juicio la narrativa oficial y subraya la necesidad de profundizar en las respuestas evasivas previamente presentadas por los ejecutivos de Pfizer y Moderna.

Esta admisión directa, hecha bajo juramento de la presidenta de mercados mundiales de Pfizer, arroja una luz crítica sobre las afirmaciones públicas de Pfizer sobre la eficacia de su vacuna.

La falta de estudios específicos para evaluar la transmisión socava la confianza pública en la integridad de la información proporcionada por la empresa. En un momento en que la prevención de la transmisión era crucial para implantar los pases covid, la revelación de Small plantea cuestiones significativas sobre la base científica y la veracidad de las afirmaciones de Pfizer.

A medida que profundizamos en los argumentos presentados por estos ejecutivos, debemos considerar las voces de expertos y evidencia científica que contradicen sus respuestas y que arrojan luz sobre una posible trama de encubrimiento gubernamental.

Las respuestas de los médicos Krishan Thiru y Brian Hewitt, representantes de Pfizer, en la audiencia ante el comité del Senado australiano buscaba abordar preocupaciones sobre la seguridad y eficacia de las vacunas COVID-19. Sin embargo, sus respuestas, evasivas y contradictorias, suscitaron más inquietudes que claridad conceptual. En este contexto, es crucial mencionar a los senadores que en Australia desempeñaron un papel clave en esta investigación:

- El senador Matt Canavan, que enfatizó en la importancia de la prevención de la transmisión viral y cuestionó las afirmaciones sobre la eficacia de la vacuna en la transmisión.

- El senador Gerard Rennick, que desafió las declaraciones de efectividad del 100% de Pfizer y cuestionó la seguridad y eficacia de la vacuna.

- El senador Alex Antic, que cuestionó a Pfizer y Moderna sobre los eventos adversos y su conocimiento de los análisis independientes.


- El senador Malcolm Roberts, que analizó los detalles del acuerdo de indemnización de Pfizer con el gobierno australiano.

- El senador Matt O'Sullivan, quien se refirió a los mandatos de vacunación en Australia Occidental y planteó preocupaciones sobre el impacto en los medios de vida.

- La senadora Paulina Hanson que comprometió a los representantes de las farmacéuticas, por negar que se hubiera obligado a las personas a vacunarse.



La Revelación del Parlamento Europeo

Anteriormente, el Parlamento Europeo también emergió como escenario de relevancia, ya que el europarlamentario Bob Ross interpeló a Janine Small, Presidenta de mercados mundiales de Pfizer, acerca de si se habían realizado estudios previos a la comercialización para determinar la capacidad de la vacuna de Pfizer de detener la propagación o transmisión del virus. La respuesta categórica de "NO" por parte de Small resulta impactante y desafía directamente la narrativa previa.

Esta admisión, sin lugar a dudas, subraya las incoherencias entre las respuestas de los ejecutivos de Pfizer y los hechos objetivos. La falta de estudios previos en esta dirección plantea preguntas fundamentales sobre la base científica detrás de las afirmaciones de Pfizer y, por extensión, las vacunas en sí.

Las consecuencias de esta revelación resuenan profundamente en un escenario donde la prevención de la transmisión fue un componente crítico para implantar los pasaportes covid, la suspensión del Derecho Humano Fundamental a la libre circulación, ya que la “propaganda” decía que la “vacuna” era efectiva para frenar la propagación del virus.

¿Efectividad de la Vacuna en la Prevención de la Transmisión?

En lugar de abordar directamente las preocupaciones sobre la capacidad de la vacuna para detener la propagación del virus, Krishan Thiru, director médico de Pfizer Australia, optó por enfocarse en la seguridad y eficacia para el receptor individual. Sin embargo, el enfoque en la seguridad individual no debe desviar la atención de la necesidad urgente de comprender si estas vacunas tienen un impacto en la transmisión comunitaria.

Las declaraciones anteriores del CEO de Pfizer, Anthony Bourla, sobre la incertidumbre en relación con la transmisión en individuos vacunados, plantean cuestionamientos legítimos sobre la coherencia de la narrativa de Pfizer.

Además, el énfasis de Pfizer en las redes sociales sobre el papel de la vacuna en la detención de la transmisión no coincide con la evasión de Thiru y la falta de pruebas concretas presentadas ante el comité.



La investigación de nuestros expertos independientes en epidemiología proporciona una evaluación objetiva de los datos disponibles y determina que las afirmaciones de Pfizer un día afirmando que no estudiaron si podría detener la transmisión y otro haciendo propaganda de que detendría la transmisión, no son sustentadas por la evidencia empírica.

Mandatos de Vacunación y Conflicto de Intereses

La revelación de que Pfizer importó un lote especial de vacunas para que sus empleados eviten el uso de las existencias del gobierno plantea preguntas sobre el conflicto de intereses y la motivación detrás de las decisiones de la empresa.


La evasión de Pfizer y Moderna en relación con los mandatos de vacunación y su impacto en los medios de vida de las personas también levanta sospechas sobre la preocupación de estas empresas por la seguridad y el bienestar de la población.

Brian Hewitt de Pfizer afirmó que no hay vacunas forzadas en Australia, lo que provocó en la líder de One Nation, la senadora Paulina Hanson, una respuesta de ira e indignación, alegando que sus respuestas eran “patéticas y arrogantes”.

La intervención en el Parlamento Europeo, donde Janine Small admitió que Pfizer no había estudiado si la vacuna podría detener la propagación o la transmisión del virus, desafía aún más las afirmaciones evasivas de Thiru y Hewitt. Esta admisión contradice directamente las declaraciones anteriores de los ejecutivos de Pfizer sobre la capacidad de la vacuna para detener la transmisión y pone de relieve la falta de transparencia en la comunicación con el público y las autoridades.

Además, el énfasis de Thiru en la seguridad y eficacia para el receptor individual, en lugar de abordar las preocupaciones sobre la prevención de la transmisión comunitaria, parece cada vez más insostenible en vista de la respuesta de Janine Small. La discrepancia entre las respuestas de los ejecutivos de Pfizer y la admisión en el Parlamento Europeo subraya la necesidad de una investigación independiente de forma inmediata y exhaustiva sobre la efectividad real de estas vacunas en la prevención de la transmisión.

La audiencia en el comité del Senado australiano y la revelación en el Parlamento Europeo han revelado una narrativa oficial cuestionable y denunciable en torno a la seguridad y eficacia de las vacunas COVID-19.

Las respuestas evasivas de los ejecutivos de Pfizer y Moderna, en combinación con la admisión de Janine Small, plantean dudas sobre la integridad y la transparencia de estas empresas.

Perspectivas y Consideraciones Futuras

En el entrecruzamiento de estas audiencias, emerge una imagen más matizada y compleja que merece atención.


Las evasivas de los ejecutivos de Pfizer y Moderna no sólo socavan la confianza en la eficacia de las vacunas, sino que también plantean preguntas sobre la “responsabilidad corporativa” y la transparencia en la comunicación con el público y las autoridades.

Como experta en bioética y médico especialista, estoy convencida de que estas discusiones trascienden la mera retórica política. El público y los líderes deben abogar por la transparencia, la integridad y la investigación independiente para evaluar y validar las afirmaciones de las empresas farmacéuticas. En un panorama donde la confianza en la ciencia y la medicina es esencial, es mi deber y nuestro deber buscar respuestas y promover el diálogo informado y honesto que defienda la salud y la Vida.

A medida que reflexionamos sobre las respuestas esquivas proporcionadas por los ejecutivos de Pfizer y Moderna en el Senado australiano y el Parlamento Europeo, es fundamental no sólo analizar las incoherencias y contradicciones en sus afirmaciones, sino también considerar las importantes implicaciones médicas y éticas de estas respuestas.

Los ejecutivos de la “big pharma” no reconocieron la incapacidad de las vacunas COVID para detener la transmisión.

Pfizer y Moderna ocultaron información sobre acuerdos de indemnización con el gobierno.

Como profesional de la bioética y la medicina, defiendo un enfoque basado en la evidencia y la integridad en la comunicación sobre la seguridad y eficacia. Exhorto a los líderes y al público a cuestionar de manera informada y a participar en un diálogo crítico que promueva una toma de decisiones fundamentada en la verdad.

Se esperan explicaciones a las preguntas que no respondieron antes del 17 de agosto de 2023.

Para llegar a la verdad, es esencial considerar la evidencia científica independiente y las opiniones de expertos en epidemiología, seguridad de vacunas y bioética.

Sólo a través de un análisis objetivo y exhaustivo de la información disponible podemos esperar comprender completamente el panorama de las vacunas COVID-19 y tomar decisiones informadas en beneficio de la salud pública.

Natalia Prego
(Fuente: https://nataliaprego.substack.com/)

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