jueves, 30 de septiembre de 2021

¡NOTICIA BOMBA!: EL MINISTERIO DE SANIDAD ESPAÑOL RECONOCE QUE NO DISPONE DE CULTIVOS DEL VIRUS SARS-COV-2



Este blog informó en su día del requerimiento judicial hecho por Liberum al Ministerio de Sanidad español dando cauce a la pregunta remitida por los biólogos Almudena Zaragoza y Jon Ander Etxebarría, la asociación Biólogos por la Verdad y los médicos María José Martínez Albarracín y Alejandro Sousa de si tiene muestras del virus SARS-Cov-2 debidamente aislado disponibles para su estudio. La respuesta recibida es demoledora:

"El Ministerio de Sanidad no dispone de cultivo de SARS-CoV-2 para ensayos y no tiene un registro de los laboratorios con capacidad de cultivo y aislamiento"

En otras palabras, no tienen muestra alguna de un supuesto virus que nos han dicho que circula entre la población, que ha infectado a centenares de miles de personas y que tendría que estar presente en los 80.000 cadáveres que se le atribuyen solo en España -80.000 reservorios del patógeno, que se dice pronto-, pese a lo cual ni hay muestras del teóricamente sobreabundante virus ni se sabe quién podría tenerlas.

Resultado que este blog anunció que se iba a producir, sumando al Ministerio de Sanidad de España a las 87 instituciones a las que se les hizo previamente la misma petición sin que ninguna pudiera contestarla afirmativamente, instituciones que que no han logrado citar un solo caso de aislamiento/purificación del "SARS-COV-2", por parte de nadie, en ningún lugar, nunca.

A la luz de este hecho, las preguntas se acumulan:

- ¿Cómo pueden detectarse antígenos de "algo" que no está definido?

- ¿Qué detectan entonces los test Covid?

- ¿Por qué la OMS prohibió las autopsias, aduciendo el riesgo de categoria 2, como si el virus fantasma pudiera emitir radiacion inonizante?

- Dicen que España está elaborando una vacuna, ¿cómo hacen las pruebas sin muestras?

- Y la pregunta del millón, ¿en qué se han basado las "vacunas" en circulación?

El servicio de consultas del Ministerio de Sanidad no entra, por supuesto, en ninguna de ellas, remitiendo a los consultantes a fuentes externas como diciendo: "Lo que nos han dicho es lo que damos por bueno". Y lo que dan por bueno es la consabida "secuenciación" de unas decenas de letras genéticas -de las 30.000 que debería tener el virus- completada por ordenador mediante secuencias de cromosomas tomadas de una base de datos. La informática sustituyendo el inexistente trabajo de laboratorio. Ese es el fraude que ha justificado encierros, restricción de derechos, imposición de medidas liberticidas y la ruina de millones de personas.


Pero el documento con el que el Ministerio de Sanidad responde a los requerimientos hechos incluye todavía "perlas", cuanto menos, escandalosas. Su página 2 termina con otra frase ignominiosa:

"La eficacia de las vacunas se mide en términos ideales de laboratorio y posteriormente se mide en la población real una vez que las vacunas se han administrado"

Negro sobre blanco, el reconocimiento expreso de que se está convirtiendo a la población en cobaya de un experimento más que dudoso, inoculándola con algo que no se sabe si funciona, y que cuando no haya vuelta atrás ya veremos si ha sido buena idea o no usarlo.

Un tratamiento que, recordemoslo, aplica una tecnología -el ARN mensajero- que nunca se había utilizado en seres humanos y cuyo resultado en animales tiene un historial de fracaso abrumador, de la que se desconocen los efectos a medio y largo plazo, que no ha completado varias de las fases standard de desarrollo, que puede modificar genéticamente a sus receptores, que favorece una infección más agresiva que la natural debido a la amplificación dependiente de anticuerpos y cuyos fabricantes han sido eximidos por los distintos gobiernos de responsabilidad legal ante los daños que pueda causar (y que, teniendo en cuenta los registros oficiales, la han convertido en la "vacuna" más mortal de la que se tiene noticia).

Un tratamiento al cual llamar "vacuna" es un fraude que evita reconocer que se trata de una terapia de modificación genética, algo que numerosos tratados internacionales prohíben expresamente.

Continuamos. Tercer "jaque mate" contenido en el documento de Sanidad: reconoce que los test no son prueba suficiente para determinar la enfermedad.

"Los test por si solos no suelen ser suficientes para determinar enfermedad, requiriéndose una evaluación experta de la persona a la que se le ha realizado el test".

En otras palabras, los "negacionistas" -categoría en la que hay que incluir al mismo inventor del PCR- llevábamos razón al insistir en que un resultado positivo de un test aleatorio y falible no implica infección, y que sostener que un resultado positivo determina estar enfermo y ser potencialmente contagioso es un disparate.

Pero aún queda una puntualización del Ministerio respecto a una cuestión fundamental y aquí nos encontramos con una contradicción de Sanidad en la que Liberum debería hincar el diente, exigiendo las pertinentes explicaciones:

"Las vacunas frente a Covid-19 se administran en España en estos momentos según la estrategia de vacunación ... aprobada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y son gratuitas para la ciudadanía. En este sentido no requieren receta médica".


La Agencia Española del Medicamento (AEMPS) y, todas las fichas técnicas de las pócimas obligan a que la inoculación del suero experimental se realice vía prescripción médica. Incluso el enlace que da el documento del Ministerio de Sanidad remite a su vez a la página web del AEMPS, en cuyo apartado CIMA (Centro de Información online de Medicamentos de la AEMPS) se señala junto a la reseña de cada "vacuna" autorizada MEDICAMENTO SUJETO A PRESCRIPCIÓN MÉDICA, algo que se subraya luego al especificar de forma redundante CON RECETA.

¿Por qué Sanidad niega en un pronunciamiento lo que afirma en otro?

Respóndase el lector, puesto que a uno, que se guía por la máxima "Piensa mal y te quedarás corto", solo se le ocurre que se está facilitando una inaudita -e ilegal- inhibición de los profesionales que deberían extender la correspondiente receta, asumiendo con su firma y número de colegiado una responsabilidad de la que huyen como los vampiros de la luz diurna. Algo comprensible, dado que no creo que exista ni un solo facultativo al que le ilusione la idea de jugarse su carrera profesional y su patrimonio personal respaldando un brebaje que no se sabe ni lo que contiene, ni qué eficacia tendrá ni qué efectos indeseados producirá. Comprensible, ... pero inaceptable.

Señora Directora General de Salud Pública: se le está viendo el plumero. Lea bien lo que firma, porque luego es fácil alegar una confusión, pero aquí no se trata de minucias, sino de la distribución gubernamental de venenos que están batiendo todos los records de lesiones y muertes habidos en la historia del medicamento.

Además de que la excusa empezaría a resultar cansina:

Miles de muertes a causa de un "error" ... que nadie se molestó en
rectificar. O este tipo es imbécil o cree que todos los demás lo somos

(posesodegerasa)

sábado, 25 de septiembre de 2021

NO HAY PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DEL "SARS-COV-2"



El relato que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace en su propia web del inicio de la supuesta pandemia evidencia que en cuanto aparecieron en la ciudad de Wuhan unas decenas de personas con infecciones respiratorias infirieron sin apenas indagar nada que la causa tenía que estar en un «nuevo virus» que se pusieron a buscar de inmediato. Y a las pruebas nos remitimos.

En su Informe de Situación nº 1 -de fecha 21 de enero de 2020- se dice que “el 31 de diciembre de 2019 la oficina de la OMS de China fue informada de casos de neumonía de etiología desconocida detectados en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, China”, añadiéndose más adelante: ”Entre el 31 de diciembre de 2019 y el 3 de enero de 2020 las autoridades nacionales de China informaron a la OMS de 44 casos de pacientes con neumonía de etiología desconocida. Durante ese período no se identificó el agente causal”.

Lo llamativo es que un día antes de que se informara a la OMS de los casos de esa “nueva enfermedad” ya se habían recogido muestras para buscar virus con la técnica RT-PCR (por las siglas en inglés de Reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa). Así lo recoge en su página 4 el Informe de la Misión Conjunta OMS-China sobre la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-2019) elaborado entre el 16 y 24 de febrero de 2020 en el que se afirma: “El 30 de diciembre de 2019 se recogieron tres muestras de lavado broncoalveolar de un paciente con neumonía de etiología desconocida en el Hospital Jinyintan de Wuhan. Las pruebas de RT-PCR de las muestras dieron positivo al linaje pan-betacoronavirus 2B y utilizando secuenciación por nanoporos e Illumina se consiguió el genoma completo del virus” .

Ahora bien, “pan-coronavirus” es una denominación que abarca a todos los coronavirus, y la secuenciación por nanoporos -método desarrollado primero por la empresa Illumina y luego en otra versión por Oxford Nanopore Technologies- es un método para determinar el orden en el que los nucleótidos se organizan en una hebra de ADN pero no permite distinguir -ni por tanto demostrar- si el material secuenciado pertenece realmente a un virus o proviene de células. Debe saberse que el Informe de Situación nº 1 antes citado dice que “las autoridades chinas identificaron un nuevo tipo de coronavirus el 12 de enero de 2020 tras aislarlo el 7 de enero», y luego que «China compartió la secuencia genética del nuevo coronavirus a fin de que los países pudieran usarla para desarrollar kits de diagnóstico específicos”.

Y eso quiere decir que los kits de diagnóstico que se utilizaron entonces en todo el mundo se basaron en esa secuencia. Pues bien, para conseguir la secuencia genética de un virus es imprescindible llevar a cabo una operación que en Virología se denomina simplemente “aislamiento” y exige primero encontrar el virus y luego aislarlo, es decir, separarlo de todo material celular adyacente para poder analizarlo. ¿Y quién realizó el aislamiento del «nuevo» coronavirus? Porque hemos buscado en Internet y solo aparece un artículo publicado el 24 de enero en New England Journal of Medicine titulado "A novel coronavirus from patients with neumonía in China, 2019" (Nuevo coronavirus en pacientes con neumonía en China, 2019) cuyos autores -encabezados por el doctor Na Zhu- pertenecen a un denominado Equipo de Investigación del Nuevo Coronavirus de China que en su mayoría pertenecen a los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos -los CDC por su siglas en inglés- de China.

¿POR QUÉ ES TAN RELEVANTE EL AISLAMIENTO DE UN VIRUS?

Nuestro siguiente paso fue consultar con alguien muy cualificado para revisar un artículo que pretende describir el aislamiento de un virus: el doctor Stefan Lanka, virólogo y descubridor en los años noventa del Ectocarpus Siliculosus Virus. Sabe bien cómo se aísla realmente un virus -que no es nada fácil- pues lo hizo junto con su equipo y según nos ha explicado ello exige como mínimo:

1) Presentar cuatro micrografías del virus -imágenes obtenidas con microscopio electrónico- que deben hacerse durante el proceso de aislamiento y secuenciación: una del virus en el interior de las células, otra del virus aislado -es decir, sin partículas celulares o «partículas semejantes a virus» (así se llaman)-, una tercera de las proteínas de la envoltura y una cuarta del ácido nucleico del virus.

2) Secuenciar las proteínas y el ácido nucleico para caracterizarlos y evitar así confusiones con otras proteínas u ácidos nucleicos similares.

3) Llevar a cabo múltiples ensayos de control realizando las mismas operaciones y en las mismas condiciones con tejidos no infectados a fin de comprobar que en sus micrografías no aparece nada similar a las de los tejidos infectados.

4) Publicar en una revista científica la descripción exacta de los experimentos realizados y los resultados obtenidos de forma que otros equipos puedan revisarlos, duplicarlos y verificar que son correctos. En el caso del Dr. Lanka su descubrimiento y la descripción de los procedimientos se publicaron en las revistas Virology y Botanica Acta.

Pues bien, según el doctor Lanka el artículo del equipo liderado por el doctor Zhu no cumple las reglas antedichas, no describe el aislamiento del presunto coronavirus nuevo y al haber partículas celulares humanas que no se distinguen de los virus -lo que los virólogos de todo el mundo saben- y virus denominados “endógenos” porque forman parte de nuestro genoma no puede concluirse que el supuesto coronavirus chino se haya aislado y secuenciado. Hablamos de partículas celulares que pueden aparecer en cualquier cultivo celular al manipularse, cambiar la temperatura o debido a la presencia de determinados productos químicos, entre otras posibilidades. Luego no pueden afirmar que hayan secuenciado el genoma de un virus.

El doctor Lanka piensa que al haber encontrado efectos citopáticos -daños en las células del cultivo- supusieron -sin prueba alguna- que debía haber algún virus atacándolas y en lugar de aislarlo para poder secuenciarlo optaron por usar la llamada RT-PCR (por las siglas en inglés de Reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa). Porque el trabajo científico que debería describirlo en detalle no se ha publicado.

¿QUÉ ES LA RT-PCR?


La PCR o Reacción en cadena de la polimerasa es una técnica que inventó el doctor en Química Kary Mullis- quien recibió el Premio Nobel en 1993 por ello- y permite multiplicar ADN (material genético), lo que marcó un hito en el campo de la biología molecular. En síntesis se trata de una sofisticada técnica que detecta secuencias de información genética con una condición previa inexcusable: para detectar una determinada secuencia se debe conocer previamente. Y eso significa que si se quiere detectar la secuencia genética de un virus éste debe haber sido previamente aislado. En cuanto a la RT-PCR es un tipo de PCR que se utiliza cuando queremos amplificar ARN -como en el caso de los coronavirus- y que incluye un paso previo consistente en transcribir el ARN a ADN mediante una enzima llamada Transcriptasa Inversa (RT).

En suma, si el «coronavirus chino» no se ha aislado -y el trabajo que lo demuestra no aparece por ningún lado- no puede haberse secuenciado su genoma. Y si no se ha aislado y secuenciado es imposible obtener un trozo de su ARN. Es más, tal fragmento debe ser exclusivo de este nuevo coronavirus y no aparecer en ningún otro coronavirus ya conocido así que, ¿puede explicarnos alguien quién, cómo, cuándo y dónde se han comparado los ARN de todos los coronavirus que se dice existen para asegurarse de que los trozos que se han usado para detectar con la RT-PCR el presunto SARS-CoV-2 son exclusivos?

Pues bien, NADIE RESPONDE A UNA PREGUNTA TAN BÁSICA.

¿VIRUS REALES O VIRTUALES?

El 28 de enero de 2020 un grupo de científicos australianos anunció que había conseguido “recrear” el virus fuera de China. ¿Y eso que significa? Pues lo ignoramos pero no parece que se trate de un virus real. La BBC dio así la noticia: “Científicos de Australia se han convertido en los primeros en recrear el nuevo coronavirus fuera de China (…) También los científicos de China han recreado el virus y compartido su genoma, pero no el virus mismo”.

¿Qué quisieron decir con eso? ¿Que el virus «encontrado» por el equipo de Na Zhu también es una «recreación”? Porque en tal caso estaríamos ante un puro ejercicio de biología virtual, de locura hiper-tecnológica en la que quienes la perpetran parecen confiar a ciegas.

Casi mes y medio después -el 8 de marzo- otro equipo de científicos chinos aseveraría haber conseguido las primeras imágenes reales del nuevo coronavirus. ¿Y entonces? ¿Qué pasa con las imágenes anteriores que habían difundido los medios de comunicación de todo el mundo? ¿Es que no eran reales sino virtuales? Luego, para enmarañar aún más el asunto, el profesor Liu Chuang -que encabezó el equipo del nuevo trabajo- declararía en el Daily Mail que “el aspecto del virus es exactamente el mismo que tendría en la naturaleza”. Inaudito, porque eso indica que las imágenes no son del virus sino de algo que se le parece mucho y por tanto se trata de otra simulación.


Decidimos leer el estudio del profesor Chuang. Se titula "Viral Architecture of SARS-CoV-2 with Post-Fusion Spike Revealed by Cryo-EM" (Arquitectura viral del SARS-CoV-2 con protuberancias post-fusión revelada mediante Cryo-EM), se publicó el 5 de marzo en bioRxiv y en él puede leerse lo siguiente: “Todas las proteínas mencionadas antes son ingeniería de laboratorio mediante sistemas de expresión recombinantes y no virus reales y, por tanto, nos falta todavía la estructura completa del virión”. No se puede decir más claro: no son imágenes reales del nuevo coronavirus.

Cabe añadir que aunque los medios de comunicación españoles dieron la noticia del hallazgo de la secuencia del «nuevo coronavirus» el 11 de enero hablando del “genoma del virus” en Sciencela noticia se titulaba Chinese researchers reveal draft genome of virus implicated in Wuhan neumonía outbreak y «draft genome» significa “borrador del genoma”; luego no se trata del genoma mismo. Sin comentarios.

¿QUÉ DETECTA LA PCR?


Ante tal tesitura la siguiente pregunta era obvia: ¿qué detectó entonces el equipo del doctor Zhu? Y para buscar respuesta nos pusimos en contacto con la conocida biofísica Eleni Papadopulos-Eleopulos quien junto al profesor de Patología Valendar Turner y su equipo de médicos y científicos del Hospital Royal Perth de Australia ha realizado en los últimos 30 años el trabajo más extenso y riguroso de revisión que existe sobre el aislamiento de los retrovirus, supuesto VIH incluido. Pues bien, tras intercambiar numerosos correos electrónicos y proporcionarnos abundantes datos y referencias su conclusión es que aunque el equipo del doctor Zhu afirma en el Abstract (resumen) de su artículo que usaron células epiteliales de las vías respiratorias humanas para aislar el nuevo coronavirus “no hay evidencia alguna en ese documento que apoye esa afirmación”. Y añadió: “No hay siquiera indicios de que las supuestas partículas virales se hayan purificado y eso significa que no se ha comprobado el origen viral del ARN. Hay muchos ARN y tipos de ARN diferentes en las células y este ARN ‘novedoso’ podría ser simplemente el resultado de la edición del ARN de la persona enferma”.

Debemos explicar al lector neófito en estos temas que la Nueva Biología lleva ya décadas cuestionando la genética mecanicista que aún impera en los medios académicos oficiales y en las aplicaciones controvertidas de la industria; como por ejemplo la mal llamada «ingeniería genética» y los productos procedentes de organismos modificados genéticamente. Pues bien, como parte de esa nueva visión dinámica que contempla el genoma de los seres vivos como algo plástico y cambiante en función de las influencias del medio ambiente -tanto celular como del medio interno del cuerpo y del externo- en los años ochenta se descubrió lo que dio en llamarse “edición de ARN”, un proceso natural mediante el cual la propia célula es capaz de cambiar, corregir, adaptar o modificar la estructura de su ARN por mor de las influencias externas. Así nos lo explicó Eleni Papadopulos: “En la actualidad aún se cree oficialmente que el ARN de una célula es invariable pero no es así. En la década de los ochenta se descubrió la edición de ARN, un proceso que cambia las secuencias de nucléotidos de una molécula de ARN de la plantilla de ADN que la codifica. La evidencia publicada más recientemente muestra que la edición de ARN tiene un papel importante en muchos fenómenos celulares y biológicos y puede ser inducida por estrés químico”.


Luego nos comentaría algo importante y es que el propio doctor Na Zhu reconoce en su artículo lo siguiente: “Nuestro estudio no cumple los postulados de Koch”. Y según Papadopulos “no los cumple porque todavía no han hecho el trabajo”. Y añadió: “Dado que ni siquiera han cumplido el postulado número 2 obteniendo un cultivo puro del virus, ¿para qué molestarse con el resto?”. Según la biofísica australiana “la necesidad de purificar partículas virales es tan simple que hasta un niño lo entendería pero seducidos por la tecnología de la biología molecular los virólogos han abandonado sus raíces y se han convertido en químicos”.

LOS PROTOCOLOS PARA EL DIAGNÓSTICO

Es necesario que insistamos: en la ya numerosa literatura científica sobre el supuesto nuevo coronavirus no existe prueba alguna de que el denominado SARS-CoV-2 haya sido aislado. Obviamente en la revista vamos a seguir insistiendo ante todos los organismos posibles -oficiales y privados- para que se nos den respuestas a nuestras preguntas pero es evidente que a día de hoy o no quieren responder porque ocultan algo o sencillamente no las tienen. Son especialmente opacos cuando se les pregunta cómo confirman tantos «positivos» cuando no hay un solo test diagnóstico fiable. Es verdad que la OMS habla en su web de ocho protocolos de diagnóstico y confirmación de casos, pero es que …

… en el de los CDC chinos (24 de enero) no se aporta referencia alguna.

… en el del Hospital Charité de Berlín (17 de enero) se limitan a citar “las secuencias de GISAID”, web profesional en la que se están incluyendo las diferentes secuencias que van aportándose pero lo que no se dice es que según el neumólogo Wong Chen este protocolo da lugar a un 50-70% de falsos positivos.

… en el de la Universidad de Hong Kong (23 de enero) tampoco se aporta ninguna referencia.

… en el del Ministerio de Salud Pública de Tailandia (28 de enero) tampoco hay referencia alguna.

… en el del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón (24 de enero) no hay tampoco referencias.

… en el de los CDC estadounidenses (28 de enero) tampoco se incluyen referencias y además ya se advierte que el test no ha sido validado por expertos externos.

… en el del Departamento de Salud estadounidense (28 de enero) se limitan a remitirse a los CDC. Y,

… en el del Instituto Pasteur de París (2 de marzo) se remiten al Hospital Charité y es el único que aporta una referencia que vamos a comentar a continuación.

Es importante añadir que cada uno de estos protocolos utiliza iniciadores diferentes para así buscar fragmentos diferentes del genoma. Se habla de iniciadores de 20 letras genéticas para detectar fragmentos de 100, excepto el de Japón que indica que las “secuencias esperadas” (las que esperan encontrar) están en torno a las 400-500 letras. En suma, se están usando test distintos y los resultados pueden ser pues diferentes. Sepa el lector que oficialmente se considera hoy -tras múltiples cambios- que el genoma del SARS-CoV-2 tiene 29.903 letras. Así que, ¿cómo es posible decir que los test detectan ese genoma por haber localizado una cantidad tan pequeña de letras cuando además son diferentes en cada uno y su especificidad no se ha establecido?

LOS RESPONSABLES DE LOS PROTOCOLOS DE DIAGNÓSTICO NO CONTESTAN

Nuestra redacción ha contactado con los responsables de la mayoría de estos protocolos y con personal de la propia OMS para solicitar las referencias correspondientes y son muy pocas las respuestas que hemos recibido y todas decepcionantes. Responsables de relaciones con los medios de la OMS se limitaron a hacernos llegar el ya citado artículo del equipo chino del doctor Na Zhu y lo mismo hizo el profesor de la Universidad de Hong Kong Leo Poon, responsable del equipo que elaboró el protocolo de Hong Kong confirmando así que ese artículo es el que oficialmente se considera como el primer aislamiento del SARS-CoV-2. Pues bien, les pasamos la opinión contraria al respecto del doctor Lanka para que rebatieran sus opiniones ¡y ninguno respondió! Insistimos en varias ocasiones pero sin resultado. Pudimos entonces contactar con dos de los autores del equipo del doctor Na Zhu: el doctor George F. Gao -del Instituto para el Control y la Prevención de Enfermedades Virales– y el doctor Guizhen Wu -del Laboratorio de Bioseguridad de Pekín- y tampoco quisieron respondernos.


Paralelamente solicitamos referencias a los laboratorios Gilead y al Instituto Peter Doherty y de nuevo sin éxito. Nos pusimos asimismo en contacto con la empresa española PharmaMar para que nos hablara de su anunciado kit de detección del nuevo coronavirus y no respondieron a nuestras preguntas técnicas. Nos dirigimos entonces al Instituto Carlos III de Madrid ya que fue el responsable de aportar a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios el informe técnico favorable sobre él así como al Ministerio de Sanidad y se negaron igualmente a responder remitiéndonos simplemente ¡a la legislación española sobre aprobación de medicamentos! Y eso que el protocolo español de PharmaMar no consta en la web de la OMS.

En cuanto al artículo de referencia que se cita para avalar el test del Instituto Pasteur del que antes hablamos -y posiblemente del protocolo alemán- se titula Detection of 2019 novel coronavirus (2019-nCoV) by real-time RT-PCR (Detección del nuevo coronavirus de 2019 (2019-nCoV) mediante RT-PCR en tiempo real), se publicó en Eurosurveillance.

Pues bien, el propio título ya habla de “detección” y no de “aislamiento” y en la introducción se menciona una vez más la secuencia del equipo del doctor Na Zhu así como otras secuencias que “sugieren la presencia de un virus íntimamente relacionado con” los virus del SARS. El estudio añade posteriormente que “en ausencia de virus aislados disponibles o de especímenes originales de pacientes han diseñado y validado un sistema basándose en el parecido genético del coronavirus con el del SARS de 2003 con la ayuda de tecnología de ácidos nucleicos sintéticos”.

Es decir, nada que se parezca a la descripción de un aislamiento viral. Ni siquiera pretenden haberlo hecho. Todo indica que en realidad se trata de un diseño virtual –imaginario- basado en una técnica que lo único que hace es componer fragmentos de información genética de forma sintética. Nos hallamos pues una vez más ante pura ingeniería virtual de laboratorio que nada tiene que ver con la naturaleza. Y de hecho no lo ocultan porque sus autores reconocen al final que trabajaron con las secuencias que les aportó GISAID. Luego ellos tampoco han aislado y secuenciado el coronavirus chino.

Terminamos este apartado con una pregunta que sumamos a las muchas cuestiones que aún deben investigarse en este caso de características absolutamente novedosas: ¿por qué no se están haciendo pruebas serológicas para “confirmar casos” o “diagnosticar”? Los test de anticuerpos son más baratos, simples de realizar, rápidos y de uso habitual en el marco de las llamadas “enfermedades infecciosas”. ¿Cómo es que no se están haciendo para el nuevo coronavirus? La razón oficial según el documento SARS-CoV-2 y COVID19: características, diagnóstico, tratamiento y prevención firmado por M. De los Ángeles Calvo -del Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña- es ésta: “Las pruebas serológicas disponibles actualmente no son específicas para el SARS-CoV-2 pero sí para los coronavirus”. Todo virólogo sabe que si se aísla un virus correctamente y se secuencian su genoma y proteínas pueden prepararse test de anticuerpos y test genéticos luego, ¿por qué en este caso no es así? ¿Es posible, como hemos apuntado, que estén trabajando con una secuencia genética que no han demostrado que pertenezca a un virus y es por eso que no han podido detectar o conocer sus supuestas proteínas? Dejamos aquí la pregunta y procuraremos investigar más a fondo para responderla.

CON LA PCR PUEDE HABER FALSOS POSITIVOS PERO JAMÁS FALSOS NEGATIVOS

Y por si este esperpento científico no fuera ya suficiente el 5 de marzo se publicó en el volumen 41 del nº 4 de Zhonghua Liu Xing Bing Xue Za Zhi un artículo titulado Potential False-positive Rate Among the `asymtomatic Infected Individuals´ in Close Contacts of COVID-19 Patients (Porcentajes potenciales de falsos positivos entre individuos infectados asintomáticos en contacto cercano con pacientes de COVID-19) y firmado por un equipo del Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Pública de Salud de la Universidad de Xi’an Jiaotong encabezado por G. H. Zhuang. Hablamos de un trabajo en el que se reconoce que los test que se están utilizando dan entre un 47% y un 80,33% de falsos positivos.

Lo grotesco es que se nos dice que se trata de test “altamente específicos” y es falso. ¿Le parece inconcebible? Pues eche un vistazo a las instrucciones para operar con los kits de diagnóstico de los CDC y verá que en el apartado Pruebas de Control se dice que deben ejecutarse simultáneamente y que en los kits se incluyen controles de plantilla positivos (PTC) y controles negativos (NTC). Y luego, en el apartado Interpretación de los resultados del test, que los PTC (positivos) deben dar siempre positivo y si alguno diera negativo se debe repetir hasta que de positivo. Asimismo se indica que los NTC deben dar siempre negativo y si que sale positivo hay que repetirlo hasta que de negativo. Finalmente se pide no tener en cuenta los controles que no den los resultados esperados por mucho que se repitan; en pocas palabras, los kits no deben fallar nunca y si lo hacen se descartan. Eso es ciencia ecuánime y objetiva y lo demás zarandajas.

Es importante saber que la PCR no es un instrumento infalible; estamos en el terreno de la biología y no de las matemáticas y por tanto sujetos a muchas variables e imprevistos. Si una PCR resulta negativa no hay duda de que es negativa y de que en la muestra que estamos testando no está el fragmento de ADN que buscamos pero ¡atención!: si una PCR da positiva puede que el fragmento no esté tampoco. ¿Por qué? Si se busca un fragmento de ADN y se utiliza un iniciador con 20 letras genéticas podría darse el caso de que un fragmento que no es el que se busca pero contiene por ejemplo 17 de esas 20 letras se “pegue” al iniciador de la PCR debido a que los enlaces electromagnéticos de la escalera de ADN así lo permiten en ciertas condiciones. Y entonces tendríamos un falso positivo. Lo grave y alarmante es que en gran medida, a la hora de diseñar los tests y dar las instrucciones para su utilización, se pueden forzar las condiciones de temperatura, concentración, etc. en las que dos fragmentos que no son iguales se “peguen” y den positivo -o no -favoreciendo así la manipulación para tener más o menos diagnósticos o “casos confirmados”.

En suma, si una PCR da negativa no hay duda de que es negativa pero a pesar de ello se está hablando de “falsos negativos”. ¿Cómo es posible? Pues sencillamente porque se considera que una persona que tiene síntomas debe dar siempre positivo ya que se atribuyen los síntomas al nuevo coronavirus y, por tanto, desde esa óptica una persona con síntomas que da negativo es un “falso negativo” cuando lo que en realidad demuestra ese resultado no es que la PCR falla sino que los síntomas tienen otra causa.

Nuestra pregunta final es obvia: después de saber todo esto ¿alguien se cree en serio las cifras de afectados y muertos por coronavirus? Pues con estos mimbres la OMS -seguramente con presiones que debemos aún investigar- ha declarado una pandemia que ha llevado a muchos países –entre ellos España- a crear auténtico pánico social y a generar una gigantesca crisis económica y sanitaria con medidas extraordinarias que incluyen la violación de derechos y libertades fundamentales, la reclusión en casa de centenares de millones de personas, una enorme medicación química innecesaria y la propuesta de buscar fármacos y vacunas para combatir un coronavirus cuya existencia no está demostrada y que en caso de que realmente existiera no parece tener la virulencia que se le achaca porque las cifras que se manejan no tienen la más mínima credibilidad. Consideramos pues que es urgente poner en marcha otras vías de investigación.

Robert J. Williams

Anexo 1

La contaminación en Wuhan de la que nadie habla


En el artículo ¿Qué se esconde detrás del coronavirus? publicado en el número anterior de la revista hablamos de los problemas de salud de la población de Wuhan que se están atribuyendo al nuevo coronavirus obviando que se utilizó a sus habitantes como cobayas humanas para valorar los efectos negativos de la tecnología 5G y la brutal contaminación ambiental que sufre desde hace años la zona afectando ello al sistema inmune de sus moradores. Pues bien, mientras preparábamos este artículo nos encontramos un texto que se publicó en noviembre de 2005 en la prestigiosa revista The Lancet (nº 9499, volumen 366) firmado por Jonathan Watts y titulado China: the air pollution capital of the world (China: capital mundial del aire contaminado). Se trata de un artículo que comienza así: “En China se atribuyen más de 400.000 muertes prematuras al año a los niveles de contaminación del aire”. Y añade luego: “Según la Agencia Espacial Europea Pekín y sus provincias vecinas del noreste de China tienen los peores niveles de dióxido de nitrógeno del mundo lo que puede causar daños fatales en los pulmones (…) En un seminario reciente Zhang Lijun, subdirector de la agencia de protección ambiental, dijo que los niveles de contaminación podrían cuadruplicarse en 15 años a menos que el país frene el aumento del consumo de energía y el uso de automóviles». Bueno, pues 15 años después las muertes se deben ya solo al nuevo coronavirus. 

Anexo 2

Cómo funciona la PCR


Explicamos en detalle cómo funciona esta técnica ya que nos parece crucial conocer su fundamento científico y su funcionamiento para comprender lo que está ocurriendo con los diagnósticos y las cifras de “casos” o de “muertes” por el nuevo coronavirus.

- Desde un punto de vista químico el ADN o ácido desoxirribonucleico es un polímero (una molécula compleja y de gran tamaño) formada por nucleótidos cada uno de los cuales está a su vez formado por un glúcido (la desoxirribosa), una base nitrogenada -que puede ser adenina (A), timina (T), citosina (C) o guanina (G)- y un grupo fosfato (derivado del ácido fosfórico). Y lo que distingue a un nucleótido de otro es la base nitrogenada y de ahí que la secuencia del ADN se especifique nombrando solo la secuencia de sus bases, es decir, las letras que las representan: A, T, G y C.

- Estas “letras genéticas” solo pueden combinarse complementándose de dos en dos: A con T y C con G de tal modo que una A solo puede unirse con una T -y viceversa- y una C solo puede unirse a una G -y viceversa-. Así que si una hebra se compone por ejemplo de la secuencia AATCCG y se une con otra hebra complementaria ésta será necesariamente TTAGGC.

- Lo que hace la PCR es utilizar estas propiedades del ADN -y su capacidad para duplicarse de manera exacta cumpliendo estas reglas de complementariedad- para localizar primero y multiplicar después (para estudiarlos mejor) fragmentos de ADN que tienen que ser previamente conocidos. O bien, como en este caso, fragmentos de ARN (ya que se dice que los coronavirus son virus de ARN) que previamente hay que transcribir a ADN. En el primer caso se utiliza la PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) convencional y en el segundo la RT-PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa con Transcriptasa Inversa). Ambos términos “polimerasa” y “transcriptasa inversa” designan la enzima que se encarga de realizar las operaciones bioquímicas necesarias de unión electromagnética de los elementos del ADN (la polimerasa) o de transcripción de ARN a ADN (la transcriptasa inversa).

- Para realizar la búsqueda de esos fragmentos -que no pueden ser muy largos; como máximo unas mil letras genéticas- se utilizan los llamados “iniciadores” (también denominados “starters”, “primers”, “cebadores” o “moléculas de arranque”) que actualmente suelen tener en torno a 20 letras genéticas que deben ser específicas, es decir, deben ser complementarias de una parte de la secuencia que queremos localizar y amplificar para que se unan y comience a duplicarse. ¿Cómo sucede esta duplicación? Se toma una muestra -en este caso de frotis nasofaríngeos y orofaríngeos, lavados nasofaríngeos o broncoalveolares, aspirados traqueases, esputos y suero- se coloca en la PCR y se calienta para separar las dos hebras del ADN; se añaden letras genéticas y la polimerasa resistente al calor comienza a trabajar: si los iniciadores no se pegan a los trozos de ADN que hay en la muestra, la PCR no arranca y se dirá que “el resultado es negativo” y “la persona no está infectada”, mientras que si los iniciadores se pegan, la PCR arrancará y se dirá que “el resultado es positivo” y “la persona está infectada”.


Originalmente, el propósito de la PCR era repetir esta operación de copia muchas veces hasta obtener millones de copias que consiguen que un fragmento que antes era imposible de detectar, una vez multiplicado se detecte y pueda así analizarse (véase la ilustración). Sin embargo, en el caso del uso de la PCR como herramienta de diagnóstico, lo que cuenta es si la PCR arranca o no, interpretándose lo primero como test positivo y lo segundo como negativo.

(Fuente: https://www.dsalud.com/)

jueves, 23 de septiembre de 2021

EL TEST PCR ES MÁS PELIGROSO DE LO QUE SE CREE



Lo tienes fácil para negarte a realizar la prueba PCR, ya sea a ti o a tus hijos, porque es peligrosísima. Te puede causar una lesión cerebral, incluso la muerte. Simplemente, niégate, referencia este post, y solicita te den una alternativa no invasiva, como una prueba de sangre (si es que quieres).


Una lesión en el cerebro causada por una prueba PCR, hizo que un hombre estuviese perdiendo líquido cerebral durante meses, hasta que se dió cuenta que la prueba PCR le había dañado el hueso que separa la nariz del cerebro.

El líquido que había drenado de su fosa nasal derecha durante nueve meses seguidos no era moco. En realidad, era líquido cefalorraquídeo (LCR), el líquido que ayuda a amortiguar el cerebro y la médula espinal dentro del cráneo. El líquido estaba saliéndose debido una lesión causada por una prueba de frotis nasal para COVID-19.

El hombre se hizo la prueba con un hisopo nasal en marzo de 2020. Su prueba resultó negativa y simplemente asumió que tenía alergias graves cuando su fosa nasal derecha comenzó a gotear poco después. No fue hasta diciembre que decidió que un médico lo revisara, y después de escanear la cabeza del hombre, el médico descubrió que la prueba de COVID había dañado su placa cribiforme, un hueso que separa la nariz del cerebro.


Las fugas de LCR tras una PCR no son desconocidas, ya que hay otros casos en el mundo donde esto mismo le ha pasado a otras personas, e incluso en Arabia Saudita en julio de 2020, un niño falleció cuando un hisopo se rompió en su nariz.


En Alemania se sabe que varios jueces se niegan a hacerse las pruebas PCR.

Como señala Live Science, y advirtió en marzo la Academia Nacional de Medicina francesa, las fugas de LCR hacen que las personas sean más susceptibles a infecciones cerebrales peligrosas como la meningitis, ya que el sistema nervioso central está más expuesto.


Y, sobre todo, no lleves tu obsesión por el hisopado al nivel del presidente de
 la Comunidad Autónoma gallega, Alberto Nuñez Feijoo, practicante com-
pulsivo del auto-hisopado artesanal en todo momento y circunstancia

(Fuente: https://trikooba.com/)

MATRIX RESULTÓ SER UN DOCUMENTAL



¿Qué es matrix? Control … Matrix es un mundo de sueños computarizados hecho para tenernos sometidos, y así convertir al ser humano en esto:

Lo que parecía una fantasía distópica está cada vez más cerca de materializarse ante nuestros ojos, a tal extremo que lo que se anticipaba en el fascinante film de 1999 puede ser lo habitual en unos años. A esa inquietante posibidad apunta el exhaustivo estudio que publicaba en mayo "Science Direct" analizando las distintas posibilidades que se abren al considerar el cuerpo humano y sus procesos metabólicos como una fuente de energía hasta ahora desprovechada:

Desde cada latido del corazón hasta cada paso, los seres humanos disipan energía todo el tiempo. Los investigadores están tratando de recolectar energía del cuerpo humano y convertirla en electricidad, que se puede suministrar a dispositivos médicos electrónicos estrechamente relacionados con la salud humana. Esta forma de reciclaje de energía es actualmente un punto clave de investigación en los campos de la recolección de energía y la bioelectrónica. Esta revisión resume en primer lugar la distribución y las características de tres fuentes de energía primaria contenidas en el cuerpo humano, incluida la energía térmica, la energía química y la energía mecánica.

Posteriormente, se introducen las tecnologías de captación de energía aplicables y los correspondientes mecanismos de trabajo para diferentes fuentes de energía. También se presentan algunas demostraciones típicas y aplicaciones prácticas de cada tipo de tecnología de recolección de energía del cuerpo humano. Específicamente, se resumen las ventajas y los problemas críticos de las diferentes tecnologías de recolección de energía, y también se brindan las correspondientes soluciones prometedoras. Además, las estrategias de interacción entre varios dispositivos de recolección de energía y el cuerpo humano se resumen a partir de los aspectos de las aplicaciones implantables y portátiles.

Finalmente, se presenta por primera vez el concepto de un sistema bioelectrónico de circuito cerrado autoalimentado (SCBS), que combina orgánicamente dispositivos electrónicos portátiles, dispositivos médicos electrónicos implantables, dispositivos de recolección de energía y el cuerpo humano. Se proporciona la perspectiva de simbiosis entre el SCBS y el cuerpo humano. También se discuten las demandas y las tendencias de desarrollo futuras del SCBS.


Como sintetiza un comentarista (Roquentin) en YouTube:

El ser humano ha sido convertido en una simple pila, una burda batería, cuando no a un mero engranaje de la maquinaria económica. No para beneficio de la inteligencia artificial, al menos no todavía, pero sí para un segmento pequeñísimo de la humanidad que dirige el destino de la misma, usando al estado, la propaganda, etcétera, como herramientas de control social. Este desquiciado segmento de la población, ve al grueso de la población como ganado al que explotar: la granja humana … La ingeniería social es lo que en veterinaria conocemos como zootecnia, poco más sofisticado …

Todo ello será posible merced a una cada vez más compleja -y abusiva- intrusión en el cuerpo de las personas, no necesariamente divulgada y sometida a evaluación pública y democrática. La inoculación Covid -la falsa "vacuna"- es un primer paso en ese sentido, con millones de abducidos permitiendo -e incluso exigiendo- que se introduzca en su organismo algo que ni saben lo que es, y que puede convertirlos en nodos del Internet de los cuerpos, además de en Organismos Genéticamente Modificados, pero que no representa más que la generalización de una tendencia que vamos a ver crecer como un tumor en un futuro inmediato: tatuajes subcutáneos, chips identificativos, implantes NFC, …

Y confiar en los gobiernos es lo peor que podemos hacer si queremos evitar un indeseable futuro trashumano.

(posesodegerasa)

10 RAZONES PARA NO APLICAR LA "VACUNA" A NIÑOS Y ADOLESCENTES




1. Los niños sanos casi no corren riesgo de COVID-19, con un riesgo de muerte tan bajo como 1 en 2.5 millones. Ningún niño previamente sano menor de 15 años murió durante la pandemia en el Reino Unido y los ingresos al hospital o cuidados intensivos son extremadamente raros y la mayoría de los niños no tienen síntomas o son muy leves cuando se infectan con el SARS-CoV-2. Tienen un riesgo casi nulo de muerte por COVID-19.

2. Existe una tasa inusualmente alta de eventos adversos informados y muertes después de las inyecciones COVID-19 en comparación con otras inyecciones. Algunos eventos adversos son más comunes en los jóvenes , especialmente la miocarditis. El principio de precaución dicta que primero no se debe hacer daño. Más vale prevenir que lamentar. Por ejemplo, la vacuna contra la gripe porcina, Pandemrix, lanzada después de la pandemia de 2010, resultó en más de mil casos de narcolepsia, una devastadora lesión cerebral, en niños y adolescentes, antes de ser retraída del mercado. Dengvaxia, una nueva vacuna contra el dengue, también se lanzó a los niños antes de los resultados completos del ensayo, y 19 niños murieron por una posible mejora dependiente de anticuerpos (ADE) antes de que se retirara la vacuna. No debemos arriesgarnos a que esto se repita con las inyecciones COVID-19, que no solo afectarían a los niños y las familias afectadas, sino que también tendrían un efecto enormemente perjudicial sobre la absorción de la inyección en general.



3. Aún faltan datos de seguridad a mediano y largo plazo sobre las inyecciones COVID-19. Los niños y los jóvenes tienen una esperanza de vida restante de 55 a 80 años. Los efectos nocivos a largo plazo desconocidos son mucho más importantes para los jóvenes que para los ancianos.

4. El análisis de riesgo-beneficio de las inyecciones COVID-19 apunta a un alto riesgo potencial versus ningún beneficio para niños y jóvenes.

5. La transmisión del SARS-CoV-2 desde niños hasta adultos es mínima y adultos en contacto con los niños no tienen mayor mortalidad de COVID-19. No se ha demostrado que las escuelas sean el foco de la propagación a la comunidad, y, de hecho, los maestros tienen un riesgo menor de COVID-19 que otros adultos en edad laboral.



6. No es ético poner en riesgo a niños y jóvenes para proteger a los adultos. Los comportamientos altruistas como la donación de órganos y sangre son todos voluntarios. No se debe introducir ninguna intervención médica sobre la base de “ una medida única para todos ”, sino que se debe evaluar completamente la idoneidad de acuerdo con las características de la cohorte de edad y de las personas interesadas, sopesando el perfil de riesgo versus beneficio para cada cohorte y individuos dentro de un grupo.

7. Varios tratamientos profilácticos, así como las inyecciones COVID-19, están disponibles para personas de alto riesgo para que puedan protegerse.

8. La inmunidad natural de la infección con SARS-CoV-2 es ampliarobusta y más eficaz que la inmunidad de la inyección, especialmente en la lucha contra las variantes. Los niños y los jóvenes están más seguros con inmunidad natural.



9. Existen varios protocolos profilácticos (preventivos) y tratamientos efectivos disponibles para niños y jóvenes con comorbilidades.

10. La “vacunación” de niños y jóvenes no es necesaria para la inmunidad colectiva. Después de un año y medio de la pandemia, la mayoría de las personas tienen inmunidad preexistente frente a otros coronavirus, se han recuperado del COVID-19 o se han “vacunado”. Ya se han planteado varias preocupaciones específicas, incluidas las enfermedades autoinmunes y los posibles efectos sobre la placentación y la fertilidad. Un artículo publicado recientemente planteó la posibilidad de que las vacunas de ARNm COVID-19 podrían desencadenar una enfermedad neurodegenerativa basada en priones. Todos los riesgos potenciales, conocidos y desconocidos, deben equilibrarse con los riesgos del COVID-19 en sí, por lo que se aplicará una relación beneficio/riesgo muy diferente a los niños que a los adultos. La Declaración de los Derechos del Niño establece que, “El niño, debido a su inmadurez física y mental, necesita salvaguardias y cuidados especiales, incluida la protección jurídica adecuada”. Como adultos, tenemos el deber de cuidar de proteger a los niños de daños innecesarios y previsibles.





(Fuente: https://cienciaysaludnatural.com/)

miércoles, 22 de septiembre de 2021

EL RECONOCIDO MICROBIÓLOGO SUCHARIT BHAKDI EXPLICA LOS EFECTOS DEL PINCHAZO COVID



Bhakdi, quien fue director del departamento de medicina, microbiología e higiene de la Universidad de Maguncia hasta su jubilación en 2012 y se declara "provacunas con respecto a las vacunas que funcionan y que son significativas", investigó exhaustivamente lo que se llama el "sistema del complemento".

Cuando se activa, el sistema del complemento acaba funcionando de tal manera que destruye en lugar de ayudar a las células. Curiosamente, el SARS-CoV-2 utiliza este mismo sistema en su beneficio, haciendo que el sistema inmunitario emprenda un camino de autodestrucción.

El mismo camino autodestructivo también parece ser activado por las inyecciones Covid, que es parte de la razón por la que Bhakdi cree que son la mayor amenaza a la que se ha enfrentado la humanidad. "Es nuestro deber informar intensamente a la gente sobre los peligros a los que se están sometiendo a sí mismos y a sus seres queridos con esta vacunación", afirma.

¿Qué eficacia tienen las inyecciones de Covid?

Aunque las inyecciones de Covid se han publicitado como eficaces en un 95% contra la infección por SARS-CoV-2, esta afirmación es producto de la ofuscación estadística. En resumen, han confundido la reducción del riesgo relativo con la del riesgo absoluto. En realidad, la reducción del riesgo absoluto se sitúa en torno a un decepcionante 1% para todas las vacunas Covid disponibles en la actualidad.

En "Sesgo en la notificación de resultados de los ensayos clínicos de la vacuna de ARNm Covid-19", el doctor Ron Brown calcula la reducción del riesgo absoluto de las inyecciones de Pfizer y Moderna, basándose en los datos de sus propios ensayos clínicos para poder compararlos con la reducción del riesgo relativo comunicada por estas empresas. He aquí un resumen de sus conclusiones:

Vacuna BNT162b2 de Pfizer/BioNTech — Reducción del riesgo relativo: 95,1%. Reducción del riesgo absoluto: 0.7%.

Vacuna Moderna mRNA-1273 — Reducción del riesgo relativo: 94,1%. Reducción del riesgo absoluto: 1,1%.

En un comentario publicado el 1 de julio de 2021 en The Lancet Microbe, Piero Olliaro, Els Torreele y Michel Vaillant también defienden el uso de la reducción del riesgo absoluto cuando se habla de la eficacia de las vacunas con el público. Ellos también hicieron los cálculos y llegaron a lo siguiente:

Pfizer/BioNTech — Reducción del riesgo relativo: 95%. Reducción del riesgo absoluto: 0.84%.

Moderna — Reducción del riesgo relativo: 94%. Reducción del riesgo absoluto: 1.2%.

Gamaleya (Sputnik V) — Reducción del riesgo relativo: 91%. Reducción del riesgo absoluto: 0.93%.

Johnson & Johnson — Reducción del riesgo relativo: 67%. Reducción del riesgo absoluto: 1.2%.

AstraZeneca/Oxford — Reducción del riesgo relativo: 67%. Reducción del riesgo absoluto: 1.3%.


¿Qué tipo de protección proporcionan las inyecciones de Covid?


Además de proporcionar una protección insignificante en términos de reducción del riesgo absoluto, es importante tener en cuenta que no proporcionan inmunidad. Lo único que pueden hacer es reducir la gravedad de los síntomas de la infección. Según Bhakdi, fallan incluso en esto.

"No mostraron absolutamente ningún beneficio en los ensayos clínicos", dice. "Esto es lo ridículo. La gente no entiende que la están engañando y que la han engañado todo el tiempo. Tomemos uno de estos ensayos de Pfizer: 20.000 personas sanas fueron vacunadas y otras 20.000 no lo fueron.

Y luego observaron, durante un período de 12 semanas más o menos, cuántos casos encontraron en el grupo vacunado y cuántos casos encontraron en el otro. Lo que encontraron fue que menos del 1% del grupo vacunado contrajo Covid-19 y menos del 1% en el grupo no vacunado también contrajo Covid-19.


La diferencia fue del 0,8 al 0,1%, lo que no es nada, teniendo en cuenta que ni siquiera estaban estudiando los casos graves. Estaban buscando personas con una prueba de PCR positiva (que, como todos sabemos ahora, no tiene ningún valor) más un síntoma, que podría ser tos o fiebre.

Eso no es un caso grave de Covid-19. Cualquier vacuna que vaya a ser autorizada debe demostrar que protege de la enfermedad grave y de la muerte, y esto definitivamente no se ha demostrado. Así que, olvídate de la autorización. No puede ser autorizada, no por ningún medio normal.

Ahora [las inyecciones de Covid no tienen] autorización completa, es una autorización de emergencia, lo que de nuevo es una absoluta gilipollez, ya que sabemos que la tasa de mortalidad por infección de esta enfermedad o virus no es mayor que la de la gripe estacional. John Ioannidis ha publicado estas cifras, que nunca han sido rebatidas por nadie en el mundo y no pueden ser cuestionadas.


Si tienes menos de 70 años y no tienes ninguna enfermedad grave preexistente, difícilmente puedes morir [por la infección del SRAS-CoV-2]. Por tanto, no hay una tasa de mortalidad que pueda reducirse.

Y en el caso de las personas de edad avanzada y con enfermedades preexistentes, como sabemos por el trabajo del doctor Peter McCullough y sus colegas, existen muy buenos medios y medicamentos para tratar este virus, de modo que las tasas de letalidad descienden otro 70 u 80%, lo que significa que no hay motivo alguno para el uso de emergencia.

Esto significa que la FDA debería poder ser obligada a retractarse de esta autorización de uso de emergencia, a menos que esté aliada con quien quiera hacerlo".

Me olvidé de su comentario sobre que 40.000 personas se dividieron por igual entre los grupos de inyección y sin ellas en los ensayos de inyección de Covid. Hace unos meses, abandonaron el brazo de no inyección del ensayo, así que ya no hay grupo de control.

La justificación fue que era demasiado importante para negársela al grupo de control. Es sólo otra forma furtiva de eludir la notificación de todos los efectos adversos que se producen en el grupo de la inyección.

Dicho esto, vale la pena repetir que la FDA sólo puede conceder una autorización de uso de emergencia para un fármaco o una vacuna contra una pandemia si no hay un tratamiento o una alternativa preexistente segura y eficaz. Dado que existen varias alternativas de este tipo, la FDA está legalmente obligada a revocar la autorización de emergencia para estas tomas.


Pruebas de un mayor riesgo de infección tras la inyección

En la actualidad, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades afirman que alrededor del 95% de las infecciones por SARS-CoV-2 que acaban en hospitalización se producen entre los no vacunados. Esto también es una ficción estadística, ya que están utilizando datos de enero a junio de 2021, cuando la mayoría del público estadounidense no estaba vacunado.

Si observamos los datos más recientes, descubrimos que la mayoría de los casos graves y las hospitalizaciones se producen en realidad entre los que recibieron el pinchazo de Covid. Desafortunadamente, como señaló Bhakdi:

"Todo está manipulado. Y, si alguien quiere manipular algo y está en posición de propagarlo, no tienes ninguna posibilidad de analizarlo y decírselo a la gente porque no tenemos voz en este asunto. Cuando nos levantamos y le decimos a la gente esto, simplemente se dan la vuelta y dicen que no es verdad".

De forma preocupante, ahora estamos empezando a ver los primeros indicios de mejora dependiente de anticuerpos (ADE), que a muchos científicos les preocupó desde el principio. La India, por ejemplo, donde el 10% de la población ha sido "vacunada", está viendo ahora casos muy graves de Covid-19. Dice Bhakdi:

"Lo que estamos presenciando en el subcontinente indio, y probablemente también en Israel, es la potenciación inmunodependiente de la enfermedad ... Era previsible que esto ocurriera. Por tanto, las personas que se están vacunando ahora deben temer la próxima ola de infecciones genuinas, ya sea [variantes del SARS-CoV-2] o cualquier otro coronavirus, porque todos están relacionados y todos estarán sujetos al aumento inmunodependiente, obviamente."

El aumento de la infección dependiente de anticuerpos (ADE), o aumento inmunológico paradójico (PIE) se refiere a una condición en la que la vacunación provoca todo lo contrario de lo que se busca. En lugar de proteger contra la infección, la vacuna la aumenta y empeora.

El ADE puede producirse a través de más de un mecanismo, y Bhakdi opina que el aumento se debe principalmente a la hiperreactividad de los linfocitos asesinos y a la activación secundaria del complemento, que causan daños graves.

Anticuerpos frente a linfocitos


Bhakdi explica:

"Hay dos brazos principales de defensa contra la infección viral. Uno son los anticuerpos que, si están presentes, pueden impedir que el virus entre en las células. Se trata de los llamados anticuerpos neutralizantes, que se supone que [produce] la vacunación.

Pero los anticuerpos no están en el lugar que se necesitan, que es en la superficie del epitelio de las vías respiratorias. Están en la sangre, pero no en la superficie del epitelio donde llega el virus. Entonces entra en juego el segundo brazo de la defensa inmunitaria, que son los linfocitos.

Hay diferentes tipos de linfocitos y simplificaré las cosas diciendo que los linfocitos importantes son los llamados linfocitos asesinos que detectan cuando se produce un producto viral en la célula. Entonces destruyen las células que albergan el virus y así la fábrica se cierra y uno se recupera.


Ese es el mecanismo por el que podemos sobrevivir a las infecciones virales de pulmón, y esto sucede todo el tiempo. Así, los linfocitos, a diferencia de los anticuerpos, reconocen muchas, muchas partes de las proteínas. Así que, si un virus cambia un poco, no importa, porque los productos de desecho que son reconocidos por los linfocitos asesinos siguen siendo muy similares.

Es por eso que todos nosotros, y esto se sabe ahora, todos nosotros tenemos linfocitos de memoria en nuestros ganglios linfáticos y órganos linfoides que están capacitados para reconocer estos coronavirus. Y si hay un mutante o no, realmente no importa, porque reconocerán un mutante o variante".

Según Bhakdi, los coronavirus sólo pueden sufrir mutaciones puntuales, lo que significa que sólo se puede cambiar un nucleótido cada vez. El virus de la gripe, por su parte, puede sufrir mutaciones más radicales. Por ejemplo, un virus de la gripe puede cambiar completamente su proteína espiga intercambiando las proteínas de espiga con otro virus que esté presente simultáneamente.

Este tipo de cambio no es posible con los coronavirus. Por lo tanto, nunca habrá saltos en los cambios antigénicos ni para los anticuerpos ni para las células o linfocitos T asesinos. Por eso la inmunidad de fondo que evoluciona durante la vida de un ser humano es muy amplia y sólida.

La inmunidad natural es muy superior a la inducida por la vacuna

Una de las más atroces anulaciones de la verdad científica médica es la afirmación de que la "vacunación" Covid confiere una protección superior en comparación con la inmunidad natural que se obtiene tras la exposición al virus y la recuperación. La realidad es que la inmunidad natural es infinitamente superior a la protección inducida por la vacuna que se obtiene con estas inyecciones, que es estrecha y temporal.

La inyección de Covid produce anticuerpos contra una sola de las proteínas virales, la proteína espiga, mientras que la inmunidad natural produce anticuerpos contra todas las partes del virus, además de células T de memoria. Como señala Bhakdi:

"El mero hecho de que la Organización Mundial de la Salud haya cambiado la definición de inmunidad de rebaño ... es un escándalo. No tengo palabras para describir lo ridículo que me parece todo esto, que sea aceptado por nuestros colegas. ¿Cómo pueden soportar los médicos y científicos del mundo escuchar todas estas tonterías?".

Cómo causa daños la inyección de Covid

Como explica Bhakdi, cuando se recibe un pinchazo de Covid, se están inyectando instrucciones genéticas en el músculo deltoide. El músculo drena en los ganglios linfáticos, que a su vez pueden entrar en el torrente sanguíneo. También puede haber una translocación directa desde el músculo a los vasos sanguíneos más pequeños.

Los datos sobre animales presentados por Pfizer a las autoridades japonesas muestran que el ARNm apareció en la sangre en una o dos horas tras la inyección. Esta rapidez sugiere que las nanopartículas se trasladan desde el músculo directamente a la sangre, sin pasar por los ganglios linfáticos.

Incluso los microcoágulos que no bloquean completamente el vaso sanguíneo pueden tener graves ramificaciones. Puedes comprobar la presencia de microcoágulos realizando un análisis de sangre de dímero D. Si tu dímero D es elevado tienes coágulos en alguna parte de tu cuerpo.

Una vez dentro de tu torrente sanguíneo, las instrucciones genéticas se entregan a las células disponibles, es decir, las células endoteliales. Estas son las células que recubren los vasos sanguíneos. Estas células empiezan a producir la proteína espiga, según las instrucciones del ARNm. Como su nombre indica, la proteína espiga tiene el aspecto de una espiga afilada que sobresale de la pared de la célula en el torrente sanguíneo.

Como se supone que no deberían estar allí, los linfocitos asesinos se dirigen a la zona, pensando que las células están infectadas. Los linfocitos asesinos atacan las células, provocando daños en la pared celular. Este daño, a su vez, provoca la formación de coágulos. Ahora estamos viendo pruebas de que las inyecciones de Covid están causando todo tipo de problemas de coagulación, desde coágulos de tamaño microscópico hasta coágulos masivos de 30 cm o más de longitud.

Por supuesto, cuando se produce un coágulo lo suficientemente grande en el corazón, se acaba produciendo un infarto. En el cerebro, se produce un accidente cerebrovascular. Pero incluso los microcoágulos que no bloquean completamente el vaso sanguíneo pueden tener graves ramificaciones. Puedes comprobar la presencia de microcoágulos realizando un análisis de sangre de dímero D. Si el dímero D es elevado, tienes coágulos en alguna parte del cuerpo.

Cómo los anticuerpos inducidos por las vacunas pueden inducir daños


Pero eso no es todo. Los anticuerpos contra la proteína espiga también pueden ser perjudiciales. Bhakdi lo explica:

"El otro aspecto que ha surgido ahora es igual de aterrador [que el problema de la coagulación]. Una o dos semanas después de la primera inyección, se empiezan a producir anticuerpos en grandes cantidades.

Ahora, cuando se inocula el segundo pinchazo, y las proteínas de espiga comienzan a proyectarse desde las paredes de los vasos hacia el torrente sanguíneo, no sólo se encuentran con los linfocitos asesinos, sino que ahora los anticuerpos también están allí y activan [el] [sistema del] complemento.

Ese fue mi primer campo de investigación. El primer sistema en cascada es el sistema de coagulación. Si se activa, la sangre se coagula. Si se activa el sistema del complemento con los anticuerpos que se unen a la pared de los vasos, entonces este sistema del complemento empezará a crear agujeros en la pared de los vasos.


Y ves a estos pacientes que tienen sangrado en la piel. Preguntas: ¿de dónde viene eso? Bueno, si uno va acribillando los vasos con agujeros [se producen hemorragias]. Si los agujeros acribillan los vasos del hígado, o del páncreas o del cerebro, entonces la sangre se filtrará a través de los vasos hacia los tejidos ...

[Las inyecciones de Covid] permanecen en el torrente sanguíneo durante al menos una semana y se filtran a cualquier órgano. Y cuando esas células [del órgano] empiezan a fabricar la proteína de espiga por sí mismas, los linfocitos asesinos también las buscarán y destruirán [en ese órgano, creando más daños y la subsiguiente coagulación].

Lo que estamos presenciando es uno de los experimentos más fascinantes que podría conducir a una enfermedad autoinmune masiva. Cuándo ocurrirá esto, sabe Dios. Y a qué conducirá esto, sabe Dios".


El pinchazo de Covid podría desencadenar virus latentes y cáncer


Los pinchazos de Covid también pueden diezmar los ganglios linfáticos, ya que estos están llenos de linfocitos y otras células inmunitarias. Algunos de los linfocitos morirán inmediatamente al entrar en contacto con ellos, provocando una inflamación.

Las células que no mueran y tomen el ARNm y comiencen a producir la proteína espiga serán reconocidas como productoras de virus y serán atacadas por el sistema del complemento. Esencialmente se crea una guerra entre unas células inmunitarias y otras células inmunitarias. Como resultado de este ataque, los ganglios linfáticos se hinchan y se vuelven doloridos.

Se trata de un problema grave, ya que los linfocitos de los ganglios linfáticos son centinelas de por vida que mantienen bajo control infecciones latentes como el herpes zóster. Cuando funcionan mal o se destruyen, estos virus latentes pueden activarse. Por eso estamos viendo informes de herpes zóster, lupus, herpes, Epstein-Barr, tuberculosis y otras infecciones que surgen como efecto secundario de las vacunas. Por supuesto, ciertos cánceres también pueden verse afectados.

"Como todos sabemos, todos los días se forman tumores en nuestro cuerpo, pero esas células tumorales son reconocidas por nuestros linfocitos y luego son eliminadas", dice Bhakdi. "Así que me preocupa mucho que se esté incitando al mundo a introducir en el cuerpo algo que va a cambiar toda la esfera de la medicina".

El consentimiento informado es prácticamente imposible

Después de reflexionar mucho sobre este tema, Bhakdi está convencido de que hay que detener la campaña de las inyecciones de Covid.

"Las vacunas basadas en genes son un peligro absoluto para la humanidad y su uso en la actualidad viola el código de Nuremberg, de modo que todos los que están propagando su uso deberían ser llevados ante un tribunal", afirma Bhakdi.

"Especialmente la vacunación de niños es algo tan criminal que no tengo palabras para expresar mi horror ... Estamos terriblemente preocupados porque va a haber un impacto en la fertilidad. Y esto se verá dentro de años o décadas. Y es potencialmente uno de los mayores crímenes, simplemente uno de los mayores crímenes imaginables ...

Como todos sabemos, el código de Nuremberg establece que en caso de que se realicen experimentos en seres humanos, estos sólo pueden llevarse a cabo con el consentimiento informado.

El consentimiento informado significa que la persona que va a ser vacunada tiene que ser informada de todos los riesgos, de la relación riesgo-beneficio, de los peligros potenciales y de lo que se sabe sobre los efectos secundarios. Esto no puede hacerse con niños porque los niños no están en condiciones de entenderlo.

Por tanto, no pueden dar un consentimiento informado. Por tanto, no pueden ser vacunados. Si alguien lo hace, debería ser llevado ante un tribunal. Si los adultos han sido informados y quieren pincharse, está bien. Pero no hay que obligar a nadie a pincharse. Tiene que ser sólo por consentimiento informado".

Por supuesto, el consentimiento informado es prácticamente imposible incluso para los adultos, ya que sólo se les da una parte de la historia. Todos los efectos secundarios y los riesgos se censuran prácticamente en todas partes y se prohíbe hablar de ellos. El gobierno de Estados Unidos incluso está presionando para criminalizar la discusión sobre los riesgos de las inyecciones de Covid.

¿A dónde vamos desde aquí?


Si ya te has pinchado una o dos veces, no hay nada que puedas hacer al respecto. Desde luego, no te pongas un refuerzo, ya que cada refuerzo va a magnificar sin duda el daño.

"Al final, predigo que vamos a ver enfermedades y muertes masivas entre personas que normalmente tendrían una vida maravillosa por delante", dice Bhakdi. La pregunta que se hace la gente es: ¿se puede hacer algo para revertir el daño de estas inyecciones? Todavía no lo sabemos.

Sin embargo, si te has pinchado una o más veces y desarrollas síntomas de una infección, Bhakdi recomienda el tratamiento con hidroxicloroquina y/o ivermectina, como el protocolo Zelenko, y los protocolos MATH+, que han demostrado su eficacia. Es importante darse cuenta de que en realidad puedes ser más propenso a una infección grave, no menos.

El peróxido de hidrógeno nebulizado también puede utilizarse para la prevención y el tratamiento de la Covid-19, como se detalla en el documento de casos del doctor David Brownstein y en el libro electrónico gratuito del doctor Thomas Levy, "Rapid Virus Recovery". Cualquiera que sea el protocolo de tratamiento que utilices, asegúrate de comenzar el tratamiento lo antes posible, idealmente al inicio de los síntomas.


(Fuente: https://articles.mercola.com/; visto en https://es.sott.net/)