miércoles, 9 de diciembre de 2015

ASÍ PAGA ESPAÑA A LOS HÉROES


Un héroe es, por definición, quien en circunstancias arriesgadas es capaz de actuar con determinación y coraje. La literatura y el cine nos han dado numerosos ejemplos de este inusual tipo de seres humanos, a los que se nos presenta como objeto de admiración ... en la ficción. En la gris realidad de lo que Amaral describe en su último disco como un "país sin corazón" ser héroe significa poder ser objeto de las más abyectas represalias por parte de aquellos a los que el héroe no solo arroja a la cara su mediocridad, sino por parte de aquellos cuyas complicidades pone al descubierto.

Es el caso del policía municipal de Arroyo de San Serván Pedro Torrado, quien un dia decidió no plegarse a los criminales protocolos que establecían que la liberación de una menor (14 años) secuestrada y prostituida podía esperar -¿a qué, sino a orquestar cómo minimizar el impacto que supondría la difusión del hecho para sus captores y abusadores, gente con poder cuya reputación parecía más importante que la integridad, y tal vez la supervivencia, de la niña?- y que, pistola reglamentaria en mano, entró en la casa donde era retenida y la rescató, sin otra estrategia que poner fin a los abusos que sufría a diario, ni otra cobertura que un compañero que le cubría las espaldas fuera. Ocurría un 4 de diciembre de hace ya cuatro años.

El reconocimiento que su gesto merecía llegó en forma de arresto la misma mañana de nochebuena, solo 20 dias después: una denuncia interna -anónima- le acusaba de precipitación, uso de información interna y de haber frustrado una actuación de la Guardia Civil ... que se demoraba día tras día en prejuicio de la niña, cuya integridad fue lo único que importó a Pedro.

Si bien aquella denuncia no prosperó, el mismo día en que la Audiencia Provincial de Badajoz imponía penas de entre uno y 26 años de prisión a los secuestradores y violadores de la niña, entre los que se encontraba el juez de paz de la localidad, comenzó una situación de acoso laboral contra Pedro que le ha sumido en una depresión que le tiene, a dia de hoy, de baja. El entonces alcalde, Juan Moreno (PSOE) -quien en su día equiparó el dolor por el secuestro de la niña por el causado por el suicidio de uno de sus presuntos abusadores-, le trasladó a la Casa de la Cultura en unas condiciones indignas que Antonia Ugalde, mujer del agente, describe así: “Sin uniforme, a estar de pie todo el día en el hall, sin despacho personal, sin teléfono, sin medios materiales algunos y sin nada que hacer, ya que allí nadie acude a resolver problemas administrativos, esa situación ha sido conocida por todo el pueblo, provocando un deterioro en su estado de salud y su baja médica”.

Uno que dice que va a resolver los problemas de todos, pero
que de momento se abstiene en los que crean los suyos.
Antonia lleva luchando desde entonces por remediar el castigo impuesto al hombre que puso al descubierto las vergüenzas del pueblo, algo que no le perdonan quienes tienen el poder de hacérselo pagar de este modo tan indigno. Tras entrevistarse en vano con las autoridades municipales y sanitarias, ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas en Change.org para instar al Ayuntamiento de Arroyo de San Serván a devolver a Pedro a su puesto en las oficinas de la Policía Municipal, algo que hasta ahora no ha conseguido: "Al parecer, cuando se recupere tendrá que volver a la Casa de la Cultura; esto es un pueblo de poco más de 4000 habitantes, a la Casa de la Cultura nadie va a efectuar ninguna gestión y yo no quiero que vuelva a enfermar por sentirse un inútil”.

En la página web del ayuntamiento de Arroyo de San Serván se presenta a esta localidad como "ciudad de referencia". ¿De referencia de qué?, tiene que preguntarse todo el que tenga conocimiento de esta indignidad. Mientras que no se resuelva la situación de un hombre decente que tuvo el valor de hacer lo que había que hacer, no consta otra referencia que la de el acoso, la venganza y la desvergüenza.

Esta es la realidad de una España que no reconoce a sus héroes, sino que les hace objeto de represalias.

(posesodegerasa)