viernes, 3 de febrero de 2023

MANUEL JESÚS RODRÍGUEZ: SE OCULTÓ INFORMACIÓN QUE PODRÍA HABER SALVADO VIDAS



... y, como no podía ser de otra manera, por la razón habitual

Manuel Jesús Rodríguez, médico especialista en medicina Familiar y Comunitaria y Médico Forense Generalista que ya ha tenido presencia en este blog, no se muerde la lengua a la hora de señalar la complicidad de la clase médica en el fraude de la Plandemia: “El presidente de la Comunidad de Asturias está denunciado por mí por cómplice de asesinato, lo mismo que el consejero de Sanidad y el Colegio de Médicos”; “Las compañías farmacéuticas lo que quieren son pacientes crónicos y esta inoculación lo que más ha producido ha sido pacientes crónicos de pluripatología, que ahora llaman pacientes COVID persistentes”; “Lo que mataba eran los protocolos de la OMS” y así una secuencia de afirmaciones rotundas que no dejan títere con cabeza, y que expone en la entrevista que enlazo aquí, que da la vuelta a buena parte de lo que se nos ha dicho sobre "la pandemia".


Por empezar por algún sitio, un dato: las autopsias realizadas en Asturias por los médicos forenses entre los años 20 a 22 fueron realizados en colaboración con el Hospital Universitario Central de Asturias. Con el Servicio de Anatomía Patológica, en forma de necropsias. O sea, que no fueron realizadas aisladamente, ni fueron una ni dos, fueran muchas, según el testimonio que nos ofrece el doctor español Manuel Jesús Rodríguez. Lo que cuenta este médico cambia todo lo conocido hasta ahora, al menos en la Unión Europea, pero probablemente en el mundo, sobre por qué se ocultaron los resultados de las necropsias realizadas en España. Unos resultados que de haberse divulgado entre la clase médica podrían haber ayudado a que mucha gente sobreviviera a lo sucedido.

En esas fechas, desde el gobierno central se estaba mintiendo, diciendo que no se hacían autopsias y los medios de comunicación mentían diciendo que las autopsias estaban prohibidas. “Esto ya lo hicieron siendo yo forense durante el mal de las vacas locas y la gripe A. Y desde el Instituto de Toxicología se nos dijo que tuviéramos cuidado, se nos enviaron equipos especiales y el ritmo de las autopsias fue el habitual”, señala el doctor.

Minucioso, Rodríguez sigue relatando: “Cuando un médico forense hace una autopsia está autorizado por un juez. Yo estuve de médico forense 15 años. En ese caso se va al lugar donde hay un cadáver y se informa al juez, que es quien lo autoriza, y al que se le envía el informe final, vía oficial del Juzgado. En el caso de una necropsia, cuando está hecho el informe, se pasa al jefe de Anatomía Patológica y este a Dirección de Anatomía Hospitalaria. Además, el presidente del Colegio de Médicos, la secretaria y el presidente del Comité Deontológico, y las once personas que forman dicho comité, saben absolutamente todo lo que pasa en la medicina sanitaria. El tapón que impide que circule la información está ahí, en el juez, y en el director del hospital. Estos se pueden permitir el lujo de expedientar a un médico sin ver siquiera el informe.


Lo que hace el director del hospital es pasar esos informes a la Consejería de Sanidad, y el juez a la de Justicia. Y estos y el presidente de la Comunidad Autónoma comen juntos todos los días.

El presidente de la Comunidad de Asturias está denunciado por mí por cómplice de asesinato, lo mismo que el consejero de Sanidad y el Colegio de Médicos.

EN ESPAÑA SE HACÍAN AUTOPSISAS CON NORMALIDAD EN LA ÉPOCA DEL COVID

Entre todas las autopsias que se realizaron desde el principio de este bien montado circo y el día de hoy podemos decir que fallecidos por el llamado COVID pueden ser un 8 por ciento. Porque mucha gente fue diagnosticada de COVID, pero fallecieron de otra cosa, por lo general de un fallo multiorgánico derivado del tratamiento hospitalario con antibióticos, cuando ya estaban muy deteriorados por el protocolo COVID. En las autopsias se vio lo normal que aparece cuando alguien fallece de gripe, de neumonía, de un virus sincitial respiratorio, de un edema pulmonar… Pero se vieron cosas que no se habían visto nunca: coágulos diseminados muy grandes, cardiopatías hipertróficas, pericarditis, inflamaciones hepáticas, asociadas a otras patologías infrecuentes. Lo que no se vio en ninguna autopsia ni proteínas spyke, ni virus, ni RNA mensajero, este porque no es posible detectarlo”.

Sobre el grafeno, el doctor Rodríguez dice conocer el informe Campra, “y creo que hay que hacer más estudios. Nosotros no vimos grafeno porque esto se hace a través de microscopía óptica de muy elevada resolución y no disponemos de ella en todos los sitios, o de la electrónica, que la hay en 4 sitios en España”.

Para el doctor, “con todo lo que saben que pasa en los hospitales los jueces deberían haber actuado de oficio, y la Fiscalía tampoco ha actuado de oficio. Ambos han delinquido por dejación de funciones.

Cuando se hace una autopsia o una necropsia se fotografía todo. Mi ordenador está petado de fotografías, de autopsias, de informes de autopsias, hay casos en las que un juez contradice una autopsia sin haber estado allí, y de la que se obtienen rendimientos económicos”.

El doctor Manuel Jesús Rodríguez “pide a los ministros que por el bien de la sociedad publiquen su hemograma, su análisis de sangre para demostrar que se han vacunado y no andaban por ahí circulando con un pasaporte COVID hecho especialmente para ellos, es decir, falso. El otro día se vacunó Carolina Darias, pero estoy seguro que no lo hizo en realidad.

En este circo -continúa con su denuncia-, a los primeros que se compraron fue a los medios de comunicación. Sobre todo, a medios como Newtral y Maldita, y a todas las televisiones. Los medios lo sabían todo”.

LOS MÉDICOS DE UCIs Y URGENCIAS COBRABAN HASTA 500 EUROS POR CADA CASO DE COVID

Para nuestro invitado todo este asunto, en los niveles bajos, se ha movido exclusivamente por dinero. “Se ha cobrado por las PCR, por cada ingreso en urgencias, por cada diagnóstico COVID, por cada ingreso en la UCI, por cada fallecimiento diagnosticado como causa de la muerte COVID… El dinero llegaba al director médico, quien lo asignaba a cada servicio, de UCI, de Urgencias, pero en Atención Primaria cobraban cada uno de los médicos, entre 150 y 170 euros por cada PCR positiva. En este país la gente se corrompe por dos putos euros, es lamentable.

El presidente del Gobierno ha publicado en el BOE los gastos del Estado para el COVD. Y ahí consta que una PCR cuesta 170 euros, pero un palo con un algodón no vale eso. El coste total, también con un reactivo, es de menos de 20 céntimos. Un médico de Atención Primaria está cobrando 1800 o 1900 euros y haciendo PCR llega a los cuatro mil y pico. Un médico de Urgencias cobra 1800, que con las guardias sube a 2000. Pero es que por cada enfermo que diagnosticaban eran 500 euros más.

Esto es un genocidio -denuncia-, porque se suman muchos factores, la muerte, el sufrimiento, la intencionalidad, la maldad, y una ignorancia que es delictiva. El médico que ignoró todo esto no debería llamarse médico porque con su ignorancia ha matado a muchas personas y ha dejado a muchas personas con unos efectos secundarios tremendos”.

Y sigue denunciando: “La compañía farmacéutica lo que quiere son pacientes crónicos y esta inoculación lo que más ha producido ha sido pacientes crónicos de pluripatología, que ahora llaman pacientes COVID persistentes.

He llorado por gente que no conozco y por gente que se va a poner enferma y hay médicos de la Seguridad Social que lloraban cuando, al principio, se le moría la gente al aplicarle los protocolos COVID. Pero a las dos semanas dijeron: no vamos a llorar más, lo que vamos a hacer es suspender los protocolos COVID tanto en la UCI como en Urgencias. No hubo un muerto más. Hubo castigos, presiones, y me consta que en otros hospitales de España también ocurrió eso. Lo que mataba eran los protocolos”.

(Fuente: https://madridmarket.es/)

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