lunes, 25 de abril de 2022

PREPAREN LAS TRINCHERAS



No dan puntada sin hilo.

Desactivar la obligatoriedad de los bozales temporalmente constituye un experimento sociológico más.

Quieren testar la tolerancia de la gente, necesitan hacer registros faciales y por supuesto, seguir creando división en la población.

Como siempre, escuchando atentamente a los medios globalistas se ven sus intenciones. Todos ellos están diciendo que la gente que sigue embozada es “prudente” y entrevistan una y otra vez a personas que seguirán reciclando su propio aliento.

El ocultamiento de las contundentes evidencias de la cantidad de patologías respiratorias y psicológicas que producen nos lo dice todo.

No tengan duda de que siguen órdenes. Deben mantener la sensación en los más covidicios casi de desear que las vuelvan a imponer, cosa que harán.

Nos manipulan, juegan con nuestras ganas de vivir, saben que hay millones de hipocondríacos crónicos que ellos han creado. Gente deseando que vuelva “el virus” para tener razón y criticar a los libertinos respirones; repetirán aquello de ¡por vuestra culpa!

Cuando los datos, los reales, no los que nos dan a nosotros, se lo aconsejen, crearán una nueva alarma y volverán a encerrarnos y amordazarnos.

Pero esta vez uniendo un desabastecimiento absoluto y una crisis descomunal.

Entonces, los que tengan capital tratarán de guardarlo, y se desentenderán aún más de los de abajo. Es el sálvese quien pueda que precede a la destrucción total.

Ellos saben manipular nuestro egoísmo, ese que nos hace acaparar comida o combustible cuando nos filtran información. Somos insolidarios y ellos lo saben.

Las familias pudientes se blindarán con el sistema para perpetuar sus privilegios. Los colaboracionistas cobardes volverán a entrar en el armario del silencio para conservar sus empleos de esclavos. Y de nuevo nos quedaremos los de siempre, salvo que esta vez no nos van a permitir expresarnos porque saben lo peligrosos que somos. Ellos sí aprenden, la gente no.

Ya tienen todo preparado, las nuevas leyes aprobadas para aplicarlas cuando llegue el momento.

En todos los países de Europa y América accederán al poder los presidentes encargados de dar la siguiente vuelta de tuerca al siniestro plan 2030.

Los anteriores, si han sido obedientes, recibirán sus premios por ello y formarán parte de esas instituciones internacionales destinadas a regir el nuevo mundo.

En España, si sale Frijol El Terrible, instaurará la peor dictadura biosanitaria imaginable.

Pero nada de esto es un destino inexorable, son sus planes, mas podemos pararlos.

No es una opción quedarse mirando a ver qué pasa. Pararse a disfrutar de la tregua mientras se espera a que “alguien” lo arregle todo.

Los periodistas famosos dan asco, después de dos años ya no les doy el beneficio de la duda, ya no cabe pensar que no saben lo que están haciendo.

Cuando salgamos de todo esto tendrán que ser juzgados o huir, serán como los colaboracionistas de anteriores invasiones, son la más baja estofa del género humano, los que causan a sabiendas el mal a sus propios admiradores a cambio de dinero y fama. Los mayores traidores que cabe imaginar.

Podemos evitarlo, debemos construir ahora las trincheras, fabricar los sacos terreros, prepararnos para la batalla final y, sobre todo, reclutar a toda la gente que podemos de entre los que todavía creen en el sistema. Cada persona a la que usted haga pensar es un tesoro, no abandone, convenza, ofrezca datos, no se relaje ... si no preparamos la siguiente oleada estaremos a su merced.

Fernando López-Mirones
(https://t.me/elaullido)

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