domingo, 3 de abril de 2022

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA CIUDADANOS RESPONSABLES



Voy a tratar de aportar una serie de consejos prácticos para ciudadanos responsables, solidarios, empáticos, inclusivos, post-modernos, y con perspectiva de género, pues creo que ante la grave situación de guerra, crisis sanitaria y abusos del heteropatriarcado opresor que estamos padeciendo, tenemos que hacer algo.

En primer lugar, deberíamos prescindir de nuestros automóviles. Emiten demasiado C02 a la atmósfera, y contribuyen al incremento y aceleración del cambio climático. A partir de ahora todos deberíamos ir al trabajo en patinete, aunque tengamos que hacer 120 kilometros diarios, solo tenemos que levantarnos unas horitas antes, y estaremos obrando en beneficio de todos.

Únicamente nuestros líderes políticos, las fuerzas de seguridad, y las celebrities de televisión deberían usar automóviles, helicópteros barcos, aviones, limusinas, yates, motocicletas de gran cilindrada y reactores. En su caso está justificado: trabajan duro para tenernos controlados; sin ellos, nuestras vidas serían un caos.

En segundo lugar, debemos dejar de comer carne, y alimentos de primera calidad, son muy caros de producir y hay que transportarlos, con lo cual seguimos contaminando. Afortunadamente existen alternativas inclusivas para solucionar esto. Podríamos empezar a comer insectos, carne sintética, o incluso nuestras propias heces recicladas: descubramos el placer oculto de estos nuevos manjares.

La salud también es un punto preocupante en nuestros días. Sugiero que nos inyectemos todo tipo de fármacos experimentales, que la OMS y los científicos a sueldo del gobierno tengan a bien recomendarnos para mejorar nuestro deficiente y paupérrimo sistema inmune natural. Ellos saben lo que es mejor para nosotros, y lo que menos contamina el medio ambiente.

Por último, debemos abordar también el grave problema demográfico. Somos demasiados y ya no cabemos en el planeta. La solución sería aplicarnos la eutanasia voluntaria o forzosa a partir de los 65 años, ya que una vez jubilados dejamos de ser útiles a esta sociedad, y solo consumimos y contaminamos, lo mejor es que nos inmolemos por el bien común.

Está en nuestras manos salvar el planeta, solo tenemos que seguir estas sencillas pautas: dejemos de viajar, dejemos de relacionarnos, comamos basura, inyectémonos matarratas, deconstruyamos nuestra sexualidad, transhumanicémonos hasta convertirnos en putos engendros, y una vez alcanzado ese estadio … suicidémonos para dejar paso a los siguientes. Este es sin duda, el mejor plan social jamás diseñado, y, por supuesto, el más sostenible.

P.D. Estas medidas solo son aptas para ciudadanos normales, nunca para miembros de las élites, lideres políticos y dirigentes. Ellos son quienes velan por nosotros, y evidentemente están exentos de ellas.

Mártin Sánchez

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