lunes, 16 de octubre de 2023

EL GOBIERNO DE ISRAEL AYUDÓ A CREAR HAMÁS COMO HERRAMIENTA DE CONTRAINSURGENCIA



Los principales periódicos de Israel culpan a Netanyahu de la guerra actual contra Hamás y, de hecho, el gobierno israelí ayudó a crear Hamás para utilizarlo como herramienta de contrainsurgencia bajo un manual británico desarrollado por el general Sir Frank Kitson en 1960. En el momento de su creación, Hamás estaba financiado por el Reino Unido. Pero de esto no se habla en Occidente, porque los cárteles corporativos de la región transatlántica mienten y censuran para mantener a las masas en la oscuridad, para justificar su apoyo a las guerras, para gastar cientos de miles de millones en la guerra delegada de la OTAN contra Rusia en Ucrania, y ahora para proporcionar un flujo de armas a Israel con el objetivo de desestabilizar Oriente Medio y sabotear así el proceso de pacificación e integración euroasiática del nuevo orden multipolar en beneficio del decadente orden unipolar anglo-estadounidense. En este marco, la evolución del virus de la guerra de contrainsurgencia que está polarizando a la Tierra Santa podría evolucionar absorbiendo a otros movimientos insurgentes y desembocar en una guerra regional entre civilizaciones y, tal vez, en una guerra mundial termonuclear entre las naciones que respaldan el orden unipolar y las que impulsan el orden multipolar.

Hamás como herramienta de insurgencia controlada


Israel ha declarado “terrorista” a Hamás, una organización radical de resistencia palestina, y ha hecho todo lo posible por liquidarla durante su reciente operación en Gaza. Pero no mucha gente sabe que fue Israel quien contribuyó a la creación de Hamás como contrapeso a la laica y nacionalista Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en la década de 1980.

Durante las décadas de 1970 y 1980, las autoridades israelíes toleraron e incluso alentaron el ascenso de Hamás. Con el apoyo de Israel, el jeque Ahmed Yassin creó organizaciones benéficas, escuelas, clínicas y bibliotecas. El grupo islamista Mujama al-Islamiya, formado bajo el patrocinio de Yassin, fue reconocido por Israel como organización benéfica y más tarde evolucionó hasta convertirse en Hamás.

En 2010, Wikileaks, filtró una conversación de 2007 entre el entonces director israelí de Inteligencia Militar, el general de división Amos Yadlin, y el embajador estadounidense en Israel, Richard Jones, la cual expone el apoyo israelí a una Franja de Gaza gobernada por Hamás, una medida destinada a declarar Gaza “entidad hostil”.

A pesar de que Hamás ganó las elecciones parlamentarias palestinas en enero de 2006, la formación de su gobierno se retrasó hasta junio de 2007 debido a los intentos del partido Fateh, apoyado por Estados Unidos, de hacerse con el poder.

En la transcripción filtrada por Wikileaks, Yadlin se mostró conforme con que Hamás gobernara Gaza, siempre y cuando carecieran de puertos aéreos o marítimos. La estrategia de Israel se desarrolló entonces según lo previsto: Hamás formó el gobierno en Gaza, lo que llevó a Israel a lanzar un importante asedio y un ataque masivo contra la región a finales de diciembre de 2008.

Sobre la paradójica relación entre Israel y Hamás, el respetado analista Thierry Meyssan escribe en un artículo reciente publicado en la Red Voltaire:

“Los gobernantes de Gaza son individuos que no ven en el islam una forma de espiritualidad sino un arma de conquista, son asalariados, principalmente, del Reino Unido, de Qatar, de Israel, de Turquía, Irán y la Unión Europea. Estos dos bandos palestinos han bloqueado la realización de nuevas elecciones durante los 16 últimos años. Sus dirigentes viven en un lujo que contrasta con las condiciones de miseria que caracterizan la situación de su pueblo.

En el momento de su creación, Hamas estaba financiado por el Reino Unido y tuvo el apoyo de los servicios secretos de Israel, deseoso de utilizarlo para debilitar el movimiento creado por Yaser Arafat. Israel asesinó después al líder religioso del Hamas, el jeque Yasin, y más tarde utilizó de nuevo a Hamas para eliminar a los dirigentes de la resistencia palestina marxista. En Siria, hombres del Hamas, guiados por agentes del Mosad israelí y por yihadistas de al-Qaeda atacaron en 2012 el campamento palestino de Yarmuk, al principio de la guerra contra la República Árabe Siria. Ahora, en 2023, Hamas lucha nuevamente contra Israel, su aliado de ayer.”


La estrategia imperial británica de insurgencia-contrainsurgencia


La idea de tener un grupo de contrainsurgencia (o insurgencia controlada), como Hamás, es una estrategia conocida como "gang-countegang", basada en el trabajo de coordinación de operaciones especiales de Sir Frank Kitson, un general del ejército británico, Caballero Gran Cruz de la Orden del Imperio Británico y Caballero comendador de la Orden del Baño, cuyo Gran Maestro es actualmente el Rey Carlos III.

El historiador revisionista Matthew Ehret describe así la estrategia desarrollada por Kitson:

“El oficial del ejército británico Frank Kitson (ahora nonagenario, retirado con el rango de general) elaboró un pequeño manual insidioso en 1960 llamado "Insurgencia y Contrainsurgencia" (Gangs and Countergangs), basado en su trabajo de coordinación de operaciones especiales contra el levantamiento Mau Mau de 1955 en Kenia que amenazaba con liberar este valioso país africano del colonialismo británico. El manual de Kitson fue una adaptación moderna de una práctica centenaria acorde con las necesidades de sofocar los movimientos independentistas y de derechos civiles que amenazaban con deshacer la era de los imperios.

Durante su trabajo en Kenia, Kitson reconoció que al enfrentarse a movimientos independentistas organizados que exceden al imperio en número, no es muy eficaz para los colonialistas poco dispersos tratar de sofocarlos directamente por la fuerza y es mucho más inteligente cambiar las reglas del juego mediante artimañas. La fórmula para cambiar el juego es cultivar uno o más grupos de fuerza de oposición que represente una amenaza para el imperio, y luego fabricar un bando contrario a ese grupo de oposición para crear un nuevo conjunto de conflictos dentro de la población objetivo (de ahí la terminología de ‘insurgencia/contrainsurgencia’).



Mientras que la sociedad objetivo se polariza por los dos movimientos de oposición en guerra (pero finalmente controlados), el movimiento de independencia genuino simplemente se pierde en el caos”.

(Fuente: https://www.mentealternativa.com/)

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