Un estudio publicado el mes pasado confirmó que la inmunidad natural brinda una protección más duradera contra el coronavirus de Wuhan (COVID-19) que la llamada inmunidad proporcionada por las "vacunas" contra el COVID-19.
El estudio, publicado el 20 de abril en JAMA Network Open, se tituló “Tasas de COVID-19 entre adultos no vacunados con antecedentes de COVID-19”.
“Descubrimos que, antes de la aparición de la variante omicron [posvacuna], la inmunidad natural brindaba un grado similar de protección contra la infección por COVID-19 que la vacunación con ARNm”, dijo el autor del estudio, el Dr. Ari Robicsek, director de análisis médico de Providence Health and Services.
Los investigadores encontraron que la infección previa por COVID-19 protegía en un 85 por ciento contra la reinfección y en un 88 por ciento contra la infección por COVID-19 que requería hospitalización. Esta fuerte protección contra la reinfección se mantuvo fuerte hasta nueve meses después de la infección inicial.
La inmunidad natural que les brinda a los pacientes una infección previa de COVID-19 probablemente se mantenga fuerte durante más de nueve meses, pero esto es lo más lejano que los investigadores pudieron estudiar.
Los investigadores notaron que sus hallazgos están en línea con estudios previos que investigaron la inmunidad natural contra la reinfección por COVID-19. Los estudios anteriores que citan encontraron que la protección asociada con la inmunidad natural era entre un 80,5 y un 100 por ciento efectiva para prevenir la reinfección.
Implicaciones de los datos importantes para reformar las políticas de salud en materia de vacunación
El estudio de Providence es uno de los más grandes de su tipo que analiza la fuerza de la inmunidad natural, especialmente cuando se compara con la llamada inmunidad que las "vacunas" experimentales, mortales e ineficaces contra el COVID-19 brindan a las personas. También es único no solo en su escala sino también en su extenso período de seguimiento, que dura casi un año, y la inclusión de solo personas no vacunadas que experimentaron infecciones sintomáticas de COVID-19.
Los investigadores señalaron que el estudio muestra cuán importante es conectar a los investigadores con datos a gran escala de las instituciones de atención médica y la influencia que puede tener un sistema de salud masivo e interconectado como Providence para comprender desafíos específicos de salud pública, como comprender los beneficios de la inmunidad natural.
“Estos datos son clave para ayudarnos a comprender la fuerza y la longevidad de la inmunidad natural y nos permiten comparar la eficacia de una infección previa con las vacunas de ARNm”, dijo la Dra. Amy Compton-Philips, directora clínica de Providence. “Los resultados brindan una nueva perspectiva sobre la duración de la protección después de una infección inicial entre la población no vacunada y podrían tener implicaciones importantes para las pautas de vacunación y la política de salud pública”.
Arsenio Toledo
(Fuente: https://www.naturalnews.com/; visto en https://buscandolaverdad.es/)
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