miércoles, 8 de marzo de 2023

¿SABES QUÉ ESTÁS NEGANDO?



Los que gritan que algo NO EXISTE sin haberlo definido antes y sin explicarlo ayudan a que todo el mundo crea lo contrario.

Es una fórmula retórica de falsa disidencia que provoca el efecto opuesto.

La “no existencia” de algo es indemostrable en ciencia; lo máximo que se puede afirmar es que no hay evidencias de su existencia hasta el momento, pero no se puede decir que jamás las habrá.

La expresión “NO EXISTE” aplicada a cualquier denuncia de conspiración, es una creación expresa de la inteligencia conspiradora para desacreditar al disidente acreditado. No la usen. Todo “existe” o “no existe” según la definición que aceptemos de ello. El truco del almendruco está en la DEFINICIÓN, en eso los guionistas 2030 son maestros.

Para decir si algo “existe” o “no existe”, lo primero es definirlo y saber qué es, porque de esa definición concreta y precisa depende afirmarlo; ¿existen los dragones? SÍ, hay un lagarto llamado dragón de Komodo; NO, los que vuelan y echan fuego no. Ambas cosas son ciertas. Por tanto esa discusión podría durar años entre dos personas que no delimitaron, antes de empezar a hablar, los límites de sus conceptos.

Por eso, tantos no entienden que un “virus-quimera” no es un “virus”, igual que un caballito de mar no es un caballo, ni un león marino es un felino, ni un potro de tortura un équido.

El concepto clásico de “virus” no estuvo claro nunca, y lo hemos explicado muchas veces, incluso abundantemente en mi libro "Yo, negacionista". Pero no se pasa de modificar una definición al simple “no existe” sin más. Es una cuestión semántica. Si les llamamos exosomas y les reconocemos un origen interno, ya “existen”. Solo pido por favor que muchos de ustedes dejen de echarnos la bronca a los que somos biólogos, médicos o divulgadores científicos (de verdad, no de hace poco) y estamos tratando de encontrar la verdad de todo esto, que es enormemente compleja y multifactorial, con improperios e insultos tipo “¡los virus no existen!”, “¡la Covid no existe!”, “¡la spike no existe!”, porque lo único que demuestran que realmente “no existe” es su criterio.

No es lo mismo ser negacionista que ser lerdacionista.

Fernando Lopez-Mirones
(https://t.me/elaullido)

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