martes, 18 de mayo de 2021

NOS DEJA SÜPHAN BARZANI, CONOCIDO EN EL SIGLO COMO FRANCO BATTIATO



La noticia era esperada, pero no por ello menos dolorosa: el extraordinario cantante, compositor, editor, cineasta, pintor, temporalmente político (sin sueldo), genio a tiempo completo y, sobre todo, ser humano bueno y compasivo Francesco Battiato nos ha dejado. Sumido en un implacable Alzheimer y sin memoria ya de un pasado en el que, como el Mr. Nobody de Jaco Van Dormael, parece haber vivido inexplicablemente varias vidas en una sola, su retirada de los escenarios hace cuatro años nos hacía temer que su salud le había abandonado definitivamente. En su último concierto en Bari una caída del escenario le provocó una rotura de fémur que le sumió en una prolongada convalecencia tras de la cual esta bajada de telón nos resulta abrumadoramente triste a todos los que hemos amado y soñado con sus melodías irrepetibles como inmejorable acompañamiento.



Culto, sofisticado, exquisito, diverso, heterodoxo, místico, hay en Franco Battiato una multitud de hombres que han sabido estar a la altura del complicado tiempo que les tocó vivir: el cantautor despistado que buscó hacerse sitio en el panorama hipertrofiado de la canción italiana de finales de los 60, el músico provocador y vanguardista que deslumbró a Frank Zappa con sus primeros álbumes en los 70, el hermético creador que, de obtener el premio de composición Karl Stockhausen en 1977 con uno de los discos más inaudibles que uno pueda recordar, pasó a convertirse, en el transcurso de tan solo dos años, en el cantante pop cuyas grabaciones iban escalando las listas de éxitos hasta convertirse, entrado 1981, en el primer músico italiano en vender más de un millón de copias de un disco cuya escucha no decae ni por un instante, el mítico "La voce del padrone", asociado para siempre al apabullante hit "Centro de gravedad permanente", el autor de misas, bandas sonoras, ballets y óperas que se movía con igual soltura en la música "culta" que en las listas de éxitos, el situacionista supremo que en 1984 acudió al Festival de Eurovisión con un tema -"Los trenes de Tozeur", cointerpretado con Alice- que no solo daba sopas con onda a todas las demás canciones de aquella convocatoria, sino probablemente al 99% de los temas que se han ejecutado en toda la historia del certamen (aún así quedó quinto), el activista en pro de la paz que en 1992 acudió a actuar en la sitiada ciudad de Bagdag, el místico con un pie en Oriente y otro en el catolicismo romano que llegó a actuar en 1989 ante Juan Pablo II en el Vaticano ... como digo, una multitud de vidas presididas por el denominador común de una entrega sin reservas y un talento fuera de toda discusión.



Elegante y desgarbado a la vez, lector voraz y estudioso del sufismo y de la obra de Gurdjeff, dotado de una voz peculiar que fascinaba a Renato Carosone (su modo de combinar vibrato y falsete es verdaderamente prodigioso), sus letras estaban llenas de referencias cultas y evocadoras totalmente ajenas al adocenado pop-rock anglosajón, lo que le convierte en un abanderado de la música mediterránea, capaz de expresarse en italiano, siciliano, español, francés, inglés, alemán y árabe, idiomas que va entremezclando en sus canciones y en las que con frecuencia, como otros cantantes italianos de las últimas décadas, graba versiones de sus éxitos, superando con frecuencia las españolas al original -como en la apoteósica "Yo quiero verte danzar"- o adelantándose a su edición italiana, como es el caso de su insuperable versión del "Nómadas", de Iuri Camisasca.



Autor de tres premiados largometrajes, amén de dos mediometrajes documentales, creador y director de la editorial L´Ottava, pintor a contracorriente que se vuelve a la tradición ortodoxa del icono, acerado crítico de la política italiana, en particular de Berlusconi y de la tolerancia, cuando no connivencia, con una Cosa Nostra que ha abocado su Sicilia natal a un atraso feudal, su obra, que parece por momentos inabarcable, se sitúa en algún lugar intermedio entre Oriente y Occidente, entre el mundo árabe y un decadente y refinado aristocratismo europeo que le hacía sentirse en casa lo mismo en Venecia que en Túnez, Estambul o su villa al pie del Etna donde consumió sus últimos días en este planeta contradictorio y fascinante.



Beduino: ¿ De dónde vienes ? من أين أتيت؟

Battiato: Vengo de Ksar Ghilane ¿ Cómo te llamas? لقد جئت من قصر غيلان. ما اسمك؟

Beduino: Me llamo Muhammed A´ladj ¿ Qué has venido a hacer ? سمي محمد علادج. ما جئت تفعل؟

Battiato: A detener la latinización de la lengua árabe. لقد جئت لوقف “لاتينيساسيون” اللغة العربية.

Beduino: Gracias. شكرا



Una nota que no sorpenderá a quienes saben que los científicos -los de verdad, no los apesebrados- suelen tener buen gusto para la música: el asteroide del cinturón principal (18556) Battiato, descubierto en 1997, recibió este nombre en su honor. Battiato era miembro honorario de una asociación astronómica siciliana, la Associazione Astrofili Ionico-Etnei. A través del telescopio observaba el Universo, encontrando en él inspiración para muchas de sus más bellas canciones: No time no space, Via lattea, Le sacre sinfonie del tempo, L'oceano di silenzio ...



Ahora que se ha marchado me complace imaginarle al otro lado de su telescopio, reposando en su asteroide como un personaje de Saint-Exupéry, sonriendo con ironía siciliana ante los memes que lo celebran de un modo tortuoso reproduciendo el "Franco ha muerto" de nuestra transición y reuniendo fuerzas para el tránsito que le espera mientras canturrea con su característica e irrepetible voz nasal "Un capitano del centro impressioni/Colto da esaurimento/Venne presto mandato in esilio/Mi preparavo/Al lungo viaggio/... in cui ci si perde".



¡Qué cerca y qué lejos estás ahora, maestro!



(posesodegerasa)





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