jueves, 21 de abril de 2022

LAS FALSIFICACIONES DE LA PROPAGANDA O.T.A.N. EN LA GUERRA DE UCRANIA



Lo que se divulga en Occidente sobre las operaciones militares rusas en Ucrania es una sucesión de fábulas cada vez más difíciles de creer. Y están siendo desmontadas una tras otra, lo cual no impide que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski nos traiga cada día una diferente con la esperanza de impresionar a los incautos que se las crean.


El diario estadounidense The New York Times publicó el 4 de abril una foto satelital, ‎supuestamente captada el 19 de marzo, que muestra una serie de cadáveres abandonados en una calle de ‎la localidad ucraniana de Bucha. Divulgada a través de todos los medios dominantes a escala ‎mundial, esa foto ha sido presentada como prueba de un «crimen de guerra cometido por las ‎tropas rusas en Ucrania». ‎

Pero un examen técnico demuestra que esa imagen no se tomó el 19 de marzo -cuando ‎las tropas rusas todavía se encontraban en Bucha- sino el 1º de abril, o sea, dos días después de la ‎retirada de las fuerzas rusas.

La fecha y la hora exactas de la realización de esa imagen ‎se calcularon utilizando el programa SunCalc, que se basa en la inclinación del sol sobre el ‎horizonte y la orientación de las sombras que se ven en las imágenes. ‎

En la imagen satelital que el New York Times presentó como captada el 19 de marzo, el ángulo ‎de inclinación del sol es de 42 grados, lo cual significa que la foto fue tomada realmente a las ‎‎11:57 UTC (Tiempo Universal) del 1º de abril. ‎


Además, al analizar las fotos de los cadáveres un experto en medicina forense descubrió diversos ‎indicios de que en realidad se trató de una escena montada. La cronología misma de los hechos ‎también da pie a una serie de dudas muy justificadas sobre la narración oficial de la «masacre de ‎Bucha»:‎

el 30 de marzo, los soldados rusos se retiran de Bucha;
el 31 de marzo, el alcalde de Bucha confirma que los rusos se han retirado … sin mencionar los ‎muertos;


el 31 de marzo, los neonazis del regimiento Azov entran en Bucha;‎
el 4 de abril se publica la foto satelital donde se ven los cadáveres. ‎

Además, en vez de conservar los cuerpos para examinarlos y determinar las causas y el momento ‎de las muertes, los “libertadores” de Bucha se apresuran a enterrarlos en una fosa común, donde ‎permanecen varios días antes de ser finalmente exhumados para abrir una «investigación» tendiente a acusar a Rusia de «crimen de guerra». ‎


Las imágenes sobre estas líneas muestran a soldados ucranianos colocando los cadáveres de personas que han sido asesinadas en otro lugar en las calles de Bucha para obtener mejores y más dramáticas imágenes para el montaje televisivo que luego distribuirán por todo el mundo las televisiones occidentales propiedad de la élite mundialista. Muchos de los cadáveres, maniatados y torturados, llevan el brazalete blanco con que se identifican entre sí los aliados de Rusia. En ninguna fografía del montaje ucraniano se aprecia reguero o charco de sangre alguno, dado que los cuerpos han sido trasladados desde el lugar de la ejecución.


Otras pruebas técnicas indican que también es falsa la narración oficial sobre la masacre de ‎Kramatorsk, igualmente atribuida a las fuerzas rusas.‎

El actorzuelo cocainómano que puso Soros a pilotar el gobierno
golpista ucraniano identifica en sus redes el misil de Kramatorsk
como un Tochka-U, un arma exclusiva de su propio ejército 

El número de serie del misil Tochka-U que alcanzó la estación de trenes de Kramatorsk, el 8 de ‎abril, es (en ruso) Ш91579. Ese número de serie identifica el artefacto como perteneciente a la ‎reserva de misiles Tochka-U de las Fuerzas Armadas Ucranianas.

Las Fuerzas Armadas Ucranianas son las únicas que poseen misiles Tochka-U.‎

Rusia no tiene misiles Tochka-U desde 2019, todos fueron desactivados.‎

Las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk no tienen ni han tenido nunca misiles Tochka-‎U. ‎

Además, el elemento de dirección del cono y de la parte trasera del misil Tochka-U que cayó en ‎un terreno cercano a la estación de trenes de Kramatorsk lo identifica claramente como un ‎artefacto lanzado por 19ª Brigada de misiles de Ucrania, cuya base se encuentra junto a ‎Dobropollia, a 45 kilómetros de Kramatorsk. ‎

Antes de lo sucedido en Kramatorsk, las Fuerzas Armadas Ucranianas ya habían lanzado misiles ‎‎Tochka-U de la misma serie Ш915611 sobre la ciudad de Berdiansk y de la serie Ш915516 ‎contra Melitopol. Ese mismo tipo de misiles también ha sido utilizado contra Donetsk y Lugansk. ‎

El 10 de abril, 2 días después de la masacre de Kramatorsk, las Fuerzas Armadas Ucranianas ‎lanzaron otros dos misiles de fragmentación del mismo tipo Tochka-U: uno contra Donetsk y otro ‎contra la localidad de Novoaidar (en la República Popular de Lugansk).‎

El ataque a la estación de tren de Kramatorsk se llevó a cabo con el misil ucraniano
Tochka-U, no con el misil ruso Iskander, como se informó en un primer momento.
Para el Iskander (foto inferior), el plumaje de malla en la parte inferior es caracte-
rístico: no hay plumaje en la parte central del cohete. En el "Tochka-U" (foto
superior),que fue lanzado, las "alas" se ubican justo en la parte central

Manlio Dinucci
(Fuente: https://www.voltairenet.org/)


Y mientras lo alianza militar-armamentística pueda seguir sacando partido de esta tragedia y EE.UU. pueda explotar la posibilidad de sustituir a Rusia como suministrador de gas a la U.E. seguirán produciéndose crímenes de falsa bandera con los que engañar al público europeo, movilizando su compasión y su sentimentalismo. "Nihil novum sub solem". El siguiente montaje publicitario bien podría ser la detonación por parte del ejército de Zelensky de un depósito con 120 toneladas de cloro para matar civiles y después culpar a Rusia de un ataque químico, al modo en que se culpó a Siria con ascusaciones similares en numerosas ocasiones: Guta (2013), Jan Sheijun (2017), Kafr Batna (2018), ... Y eso sin descartar un sabotaje nuclear que eleve la temperatura de un conflicto que ya está al rojo vivo.

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