lunes, 30 de abril de 2018

MONTAJES, MENTIRAS Y FALSAS BANDERAS: CUANDO SE USA EL ENGAÑO COMO EXCUSA PARA LA GUERRA



Los montajes y operaciones de falsa bandera son instrumentos muy eficientes que los poderes usan para legitimar sus hostilidades ante la población. Desde el Gran Incendio de Roma para reprimir a los primeros cristianos hasta los ataques químicos en Siria, este tipo de acciones parece acompañar a la humanidad durante toda su historia.

Sputnik ha recolectado los casos más sonados de los últimos tiempos, en un intento de identificar los patrones comunes de estos montajes y descubrir qué es lo que los relaciona con los acontecimientos de la actualidad.

5 de febrero de 2003: Colin Powell presenta una falsa muestra
de ántrax como prueba del desarrollo de armas de destrucción
masiva por parte de Irak
Polvo blanco como recurso para la guerra

Quizá el caso de falsificación más sonado de los últimos tiempos. El 5 de febrero de 2003, el entonces secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, sacudía una muestra de polvo blanco en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU. Supuestamente, en su interior se encontraba una muestra de ántrax obtenida por la inteligencia en Irak, lo que debía demostrar que ese país estaba desarrollando un programa de armas de destrucción masiva, violando así un convenio de 1991.

La intervención de Powell desató una ola de pánico en la prensa estadounidense, atemorizando a la población con un escenario aún peor que el reciente y traumático ataque del 11 de septiembre.

El espectáculo, sin embargo, no logró convencer a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, quienes se negaron a dar luz verde a una intervención en Irak. No obstante, el 20 de marzo, la coalición anglo-estadounidense bombardeó posiciones iraquíes, abriendo paso a la guerra de Irak.

Un año más tarde, al no encontrarse los laboratorios de armas de destrucción masiva en el país árabe, Colin Powell reconocería que los datos de inteligencia presentados “no fueron exactos”. En 2015, Tony Blair, que en 2003 ocupaba el cargo de primer ministro del Reino Unido, pedía disculpas por la errónea información que condujo a la intervención militar que costó miles vidas, dejó un país arruinado y supuso fuertes pérdidas presupuestarias para el mismo EEUU.

Según se reveló más tarde, la información errónea fue presentada por grupos iraquíes en el exilio, que de esta manera buscaban empujar a EEUU a una invasión y el derrocamiento de Sadam Husein.

Pero esta no sería la primera falsificación de la cual se culparía a Irak.

Nayirah Sabah, hija del embajador de Kuwait ante E.E.U.U.,
presenta su testimonio falso ante el Congreso .
Testimonio de Nayirah

El 10 de octubre de 1990, una adolescente de 15 años declaraba entre lágrimas ante el Congreso de EEUU sobre los horrores que el Ejército de Irak perpetró en Kuwait, su país de origen. Según su testimonio, Nayirah, como se hizo llamar, trabajaba en un hospital cuando fue testigo de cómo los soldados iraquíes sacaban a los bebés de sus incubadoras y se llevaban los aparatos médicos dejando a los recién nacidos morir de frío y hambre en el suelo.

Sus declaraciones tuvieron un gran impacto en la sociedad estadounidense y fueron ampliamente utilizadas para respaldar la Operación Tormenta del Desierto, que el entonces presidente George Bush padre había iniciado contra Sadam Husein.

Dos años más tarde, se reveló que el apellido de Nayirah era As Sabah, y que no era enfermera, sino hija de Saud as Sabah, el embajador de Kuwait en EEUU. Tras la liberación de ese país árabe los periodistas tuvieron acceso al hospital que aparecía en el relato y recolectaron los testimonios de algunos testigos. Según estos, varios pacientes, incluidos los bebés prematuros, murieron abandonados después de que las enfermeras y los médicos huyeran del lugar. Las tropas iraquíes habían dejado los aparatos médicos del hospital intactos.

Masacre de Bolonia

La matanza de Bolonia sucedió el 2 de agosto de 1980 y supuso la masacre más grande sufrida por Italia tras la Segunda Guerra Mundial. 85 personas murieron y más de 200 resultaron heridas tras una explosión en la estación de trenes de la ciudad. Inmediatamente después del atentado, el Gobierno presidido por Francesco Cossiga y las fuerzas de policía atribuyeron la explosión a las Brigadas Rojas, un grupo terrorista italiano de inspiración marxista-leninista.

No obstante, el proceso de investigación de los hechos se vio obstaculizado desde un inicio. En años posteriores, se probó que los servicios secretos del Estado habían colocado pistas falsas y varios de sus agentes fueron imputados por entorpecer las investigaciones.

Sin embargo, gracias a la repercusión social y la presión de la Asociación de familiares de víctimas de la matanza, en 1995 se llegó a una sentencia definitiva. Fueron condenados dos integrantes de la organización de extrema derecha Ordine Nuovo: Valerio Fioravanti y Francesca Mambro.

Uno de los integrantes de la organización neofascista, Vincenzo Vinciguerra, reconoció que su labor formaba parte de una estructura oculta vinculada a la OTAN y la CIA, que brindaban la ‘dirección estratégica’ de los atentados durante la Guerra Fría. Conocida como Operación Gladio, se trató de una red clandestina que tenía como principal objetivo destrozar la imagen de los movimientos de izquierda y del entonces popular Partido Comunista Italiano, para obstaculizar así su llegada al poder mediante las urnas.

Incidente de Tonkín

El 2 de agosto de 1964, el destructor USS Maddox patrullaba en las aguas del golfo de Tonkín, que Vietnam reclamaba como propias pero EEUU consideraba internacionales. Según la versión estadounidense, lanchas patrulleras norvietnamitas atacaron el buque con torpedos que el Maddox logró esquivar.

Para el 4 de agosto, el USS Maddox recibió como refuerzo al destructor USS Turner Joy. Ese día ambos buques realizaron otra patrulla por las aguas del golfo cuando fueron sorprendidos por una tormenta. Los destructores recibieron señales de radar, sonar y radio que creían parte de otro ataque de la Marina de Vietnam del Norte, así que comenzaron a disparar en dirección a lo que creían que era una amenaza. Posteriormente, uno de los comandantes reconoció que no hubo ninguna agresión.

No obstante, en Washington ya habían recibido la noticia del ‘ataque’.

El 7 de agosto de 1964, el Congreso de EEUU delegó en el presidente Lyndon Johnson el derecho a ampliar las misiones militares en la región, lo que dio paso a una invasión masiva a Vietnam. A las 60.000 tropas estadounidenses que ya operaban en Vietnam del Sur desde 1961, se les unieron 200.000 en 1965 y otras 200.000 más en 1966. La intervención estadounidense se prolongó hasta 1975.

Documentos posteriormente desclasificados demuestran que efectivamente el incidente de Tonkín nunca ocurrió y que la inteligencia estadounidense manipuló los datos presentados a la Administración y el Congreso de EEUU para así obtener la justificación para una intervención.

Incidente de Gliwice

El incidente de Gliwice fue una operación de bandera falsa que tuvo lugar el 31 de agosto de 1939 y que sirvió de inicio para la Segunda Guerra Mundial.

El suceso empezó cuando seis soldados alemanes acompañados de 12 prisioneros, a los que se les prometió la libertad, vestidos de uniforme polaco tomaron la estación radiofónica de Sender Gleiwitz. Desde ahí proclamaron en polaco un mensaje radiado antialemán que llamaba a los polacos de la región de Silesia a alzarse en armas contra Hitler.

El montaje fue utilizado como excusa para atacar Polonia el 1 de septiembre de 1939. No obstante, acabó siendo un pretexto inútil, ya que ni Francia ni el Reino Unido lo aceptaron como válido y declararon la guerra a Alemania por la invasión. Así comenzó la Segunda Guerra Mundial.


Incidente de Mukden

El incidente de Mukden dio inicio al largo conflicto que tuvo lugar en Asia antes y durante la Segunda Guerra Mundial. La noche del 18 al 19 de septiembre de 1931, en la localidad de Mukden (actual Shenyang) se produce la voladura de un tramo del ferrocarril del Sur de Manchuria, gestionado por una compañía japonesa. Las autoridades japonesas culparon a soldados chinos de haber realizado el ataque, lo que resultó en choques entre ambos bandos esa misma noche.

El incidente sirvió de justificación para la ocupación de todo el noreste de China por parte del Ejército Imperial Japonés, ocupación que se mantuvo hasta su derrota a manos de las tropas soviéticas en agosto de 1945.

Tras la rendición definitiva de Japón en la Segunda Guerra Mundial, el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente estableció que el presunto sabotaje fue en realidad un operación realizada por oficiales ultranacionalistas japoneses, con el fin de obtener una excusa para la ocupación de China.

Incendio del Reichstag

La noche del 27 de febrero de 1933, se produjo un incendio en el edificio del Reichstag, sede del Parlamento alemán. Al llegar al lugar, la policía arrestó a un joven comunista desempleado de origen holandés, Marinus van der Lubbe.

Al día siguiente, bajo presión del Partido Nazi del recién designado canciller Adolf Hitler, se aprueba el Decreto del incendio del Reichstag, que dejaba sin efecto diversas libertades y derechos civiles que estaban consagrados en la Constitución del país. Por toda Alemania se inicia una verdadera cacería de comunistas y sus simpatizantes.

Tras poner a todos los diputados del Partido Comunista de Alemania entre rejas, el Parlamento del país queda en manos de los nazis. Estos aprueban la Ley habilitante de 1933, que otorgaba al canciller y su gabinete el derecho de aprobar leyes sin la participación del Parlamento, lo que supuso el fin de la democracia en Alemania y el inicio de la dictadura de Adolf Hitler.

Una investigación posterior demostró que el edificio del Reichstag ya estaba ardiendo cuando el joven comunista holandés llegó al lugar. En 2008, después de revisar en tres ocasiones el proceso contra el joven, la justicia alemana derogó la sentencia en todos sus puntos. Varios historiadores apuntan que el incendio probablemente fue un ataque de falsa bandera.

Sea como sea, lo cierto es que el incidente fue utilizado por los dirigentes nazis para deshacerse de cualquier oposición y consolidarse en el poder.

Explosión del Maine

En enero de 1898, en plena Guerra de Independencia cubana contra la metrópolis española, EEUU envía el acorazado USS Maine a La Habana con la misión de proteger los intereses estadounidenses en la isla. Para aquel entonces, aunque España mantenía su control político y administrativo, gran parte de la economía de la isla estaba en manos de compañías estadounidenses.

Tres semanas después, el 15 de febrero de 1898, se produce una explosión a bordo del acorazado que destruye un tercio de la parte delantera de la nave. Los restos del Maine se hundieron rápidamente y quedaron en el fondo del puerto. 266 miembros de la tripulación perdieron la vida en la explosión, mientras que otros ocho fallecieron a causa de las heridas.

Los políticos en EEUU no tardaron en culpar a España del incidente. A pesar de la ausencia de pruebas, los medios de comunicación estadounidenses escribieron sobre la implicación de España como un hecho cierto.

El 19 de abril de ese mismo año, el Congreso de EEUU aprobó una resolución que reconocía la República de Cuba en Armas —denominación del territorio cubano controlado entonces por los independentistas— y exigía a España abandonar la isla. El Gobierno español rechazó cualquier implicación en el incidente y también se negó a aceptar el ultimátum estadounidense. Comenzó así la Guerra hispano-estadounidense, que con posterioridad se extendió a otras colonias españolas como Puerto Rico, Filipinas y Guam.

Una posterior investigación dirigida por el almirante Hyman Rickover estableció que la explosión tuvo su foco en el interior del buque, probablemente debido a una combustión en el depósito de combustible de la nave.

(Fuente: https://mundo.sputniknews.com/; visto en https://buscandolaverdad.es/)

sábado, 28 de abril de 2018

¿POR QUÉ LO LLAMAN "MANADA" CUANDO LO QUE SON ES "JAURÍA"?


El contexto de lo sucedido no es inocente: Sanfermines, una celebración
donde víctimas inocentes son sacrificadas para diversión del populacho.
Alcohol, desenfreno y todo tipo de excesos sin pensar en las consecuencias.

Como no podía ser de otra manera, la sentencia del juicio a la llamada "Manada" ha defraudado a quienes esperaban otra cosa que el frío pronunciamiento de una justicia garantista en la que solo se confía cuando confirma nuestras expectativas previas, y que, en este controvertido caso, parece haber ignorado la dimensión ejemplarizadora del fallo. No podía ser de otra manera si reparamos en que los jueces se han pronunciado sobre el delito de cinco mastuerzos, no sobre una mentalidad brutal y, por desgracia, todavía demasiado común que muestra lo peor del varón, pero no su esencia, como quiere hacernos creer cierto feminismo victimista y un tanto histérico. Es esa "anormalidad normalizada" (pero no normativizada, pese a la invocada "cultura de la violación", un pseudo-concepto fantasmal que merece un análisis en profundidad) lo que modestamente quisiera abordar en estas líneas.

Lo sucedido nos echa en cara, de un modo que no se puede ignorar, la imagen de una sociedad enferma donde el otro ha dejado de ser objeto de respeto para convertirse en una simple pieza a cobrar, un medio para la brutal autoafirmación de quienes se sienten respaldados por su mero deseo, donde el "porque puedo" ha sustituido a cualquier legitimación y la fuerza ha desplazado a la ética recorriendo el camino inverso al de un supuesto progreso moral que ya "ni está ni se le espera".

Cuidado con no acabar siendo rebaño. O,
directamente, no haber empezado siéndolo
Esto no va de machismo ni de feminismo, como nos cuentan los que necesitan simplificarlo todo para poder digerirlo, va del fracaso absoluto de una cultura incapaz de humanizar, sensibilizar y ennoblecer a sus jóvenes, donde el débil no es visto como alguien a quien reconocer y proteger, sino a alguien de quien aprovecharse, donde la fiesta ha dejado de ser celebración porque nadie sabe qué celebra, pero sí cómo, y ese cómo es esencialmente abusar del cuerpo y de la mente propios y ajenos, y donde toda conciencia es desplazada por el instinto, la irreflexión y la brutalidad.

El proceder de una jauría de depredadores capaces de caer sobre una chica de 18 años a la que solo son capaces de percibir como un trozo de carne en el que satisfacer sus impulsos más primarios y a la que abandonaron rota, semidesnuda y desamparada repugna a la más elemental conciencia. ¿No tienen los agresores madres, hermanas, compañeras, amigas a las que nunca querrían ver sometidas a lo que ellos perpetraron?

Y que no me venga nadie a semonear con que hay que respetar a las mujeres no por lo que se proyecte subjetivamente en ellas, sino porque son personas, porque lo importante es lo que uno hace o deja de hacer, y sus motivos pertenecen a su fuero interno, un espacio que algunos no dejamos invadir. Las leyes (positivas o morales) solo dictan conductas, no lo que hay que pensar o sentir. Eso solo pretende dictarlo el totalitarismo.

Todo lo que rodea a lo ocurrido en Pamplona apesta. Y apesta porque está haciendo aflorar lo peorcito de cada casa, y porque una vez más la histeria programada por los ingenieros sociales viene a sustituir a la necesaria reflexión. Y no debemos quedarnos en el simple sentir, porque nos aboca a la rabia, la impotencia y el deseo de venganza, emociones primarias y negativas a las que quieren reducirnos los que ganan con nuestro empequeñecimiento, con nuestra parálisis, con nuestra pasividad. Tenemos consignas, eslóganes y reivindicaciones prefabricadas, que se nos dan hechas y a las que la masa se ceñirá de forma borreguil. El firmante de estas líneas quisiera ir más allá de lo que se nos ha programado a hacer, porque cuando el griterío ahoga el análisis y la reflexión todos somos manada, jauría desatada, y eso es lo que toca rechazar justo ahora. Toca pensar, y para ello propongo tres reflexiones:

La pena máxima sería que llegasen a comprender lo atroz de
su acción. Esa condena duraría de por vida, aunque nueve
años de cárcel tampoco es precisamente un premio.
- Primera, "venganza" no es "justicia". De hecho es su contraria. La venganza cierra el conflicto en falso y deja la herida abierta. Y la justicia, tal como la concibe un Estado de Derecho, está encaminada a la rehabilitación del delincuente. Lo que sucedió en un portal de Pamplona no va a cambiarlo nadie. La brutalidad e insensibilidad de quienes lo hicieron sí puede aún cambiar.

- La exigencia en la calle de cuál debía ser el tipo penal a aplicarles a los acusados, y la presión ejercida sobre los jueces por el jucio paralelo de la masa indignada supone un proceder inaceptable. El tribunal que ha juzgado el caso ha podido equivocarse o acertar, pero está formado por profesionales que han accedido a pruebas y testimonios que el gran público ignora, ha deliberado pausadamente (demasiado pausadamente para las exigencias de la masa enfurecida) y ha acompañado su dictamen de profusos y matizados argumentos. Su fallo puede ser recurrido, y seguramente lo será. Malas noticias para los impacientes: esto tiene aún cuerda para rato.

- Las consignas que se leen en los medios y las redes sociales son de una simpleza, irresponsabilidad e inmadurez sonrojantes. Diríase que solo pretenden avivar el dolor y prolongar el odio. Sostener que "el miedo va a cambiar de bando" es apostar por perpetuarlo, no por suprimirlo. "La manada somos nosotras" es una forma de reconocimiento inmerecida al autoconcepto de unos miserables. "Estos jueces no nos representan" lo que representa es una ignorancia supina: los jueces no son portavoces de la voluntad popular, sino ejecutores de las leyes. Y la iniciativa ejercida en Change.org de pedir su inhabilitación -acusados ¿de qué? ¿de dictar sentencias impopulares?- oscila entre lo disparatado y lo oligofrénico, como testimonia su analfabeta redacción, que afirma que a la joven víctima le "robaron el teléfono para que pudiese ser auxiliada" (?).

Y ya puestos, ¿por qué no ejecución pública?
Es lo que tiene el actuar de forma precipitada en vez de reflexionar primero.

Finalmente, ignoro si estas líneas llegarán algún dia a la estudiante de la que todos hablan, pero cuyo rostro y voz permanecen en el anonimato, y cuya identidad ha quedado reducida a la "C" con la que los medios se refieren a ella. Si así fuera, solo espero no avivar su sufrimiento. No voy a hablar en su nombre, ni repetir el "yo sí te creo". Ignoro si quiso jugar con fuego y no pudo hacer valer su cambio de opinión ante unas bestias enceladas, o si hubo consentimiento durante los efectos del alcohol y arrepentimiento al recobrar la sobriedad. No me corresponde juzgarla. Me han impresionado sus declaraciones al reconocer durante el juicio que temía estar hundiendo la vida de cinco jóvenes, haciendo gala de la compasión que no tuvieron con ella. Y que tampoco tienen quienes salen a la calle exigiendo sangre.

De este triste suceso quedan seis vidas rotas que recomponer. Solo una de ellas cuenta con mi solidaridad y mi reconocimiento. Con mi piedad, todas.

(posesodegerasa)

jueves, 19 de abril de 2018

SUPUESTA VÍCTIMA DESMONTA EL FRAUDE DEL ATAQUE QUÍMICO DE GHOUTA


Hasan Diab, una de las víctimas oficiales del inexistente ataque químico
de Duma revela que fue grabado por los Cascos Blancos a cambio de algo
de comida. El burdo montaje pudo haber desencadenado un conflicto de
alcance mundial.

Un niño que aparecía en el vídeo de los llamados "Cascos Blancos" junto a otras personas, aparentemente víctimas de un supuesto ataque químico en la localidad siria de Duma (Ghouta Oriental), ha revelado que la grabación que sirvió como pretexto para el reciente ataque de los países occidentales contra Siria fue un mero montaje.

El canal de televisión ruso Rossiya 24 emitió ayer miércoles una entrevista en exclusiva con un niño que participó en la filmación del vídeo que los "Cascos Blancos" presentaron como evidencia del ataque químico en Duma que los medios atlantistas atribuyeron al régimen del presidente sirio Asad.

El mundo ha estado a punto de sumirse en la Tercera
Guerra Mundial por un bulo sin ningún fundamento
En la entrevista, Hasan Diab dice que él y su madre escucharon fuertes voces en la calle que llamaban a todos a correr hacia los hospitales. Cuando Hasan ingresó al hospital, personas desconocidas lo agarraron, le echaron agua encima, le grabaron y fotografiaron indicándole que fingiera que le costaba respirar y luego lo pusieron junto a otros "pacientes" que habían servido de improvisados figurantes en el "circo de los horrores" diseñado para justificar la represalia anglo-francesa.

“Estábamos en el sótano. Mamá me dijo ‘hoy no tenemos nada para comer, ¿qué comeremos mañana?’. Escuchamos un grito afuera, que decía ‘id al hospital’. Corrimos al hospital y tan pronto como entré, me agarraron y me comenzaron a verter agua”, relata Hasan Diab.

Su padre añade que él estaba en su trabajo cuando escuchó que su hijo estaba en el hospital. Corrió al hospital y encontró a su familia allí en buen estado de salud, se dirigió a la calle y se puso a fumar, y asegura que allí no había ningún indicio del uso de armas químicas. Conforme a sus declaraciones, los milicianos les dieron comida a todos los participantes (dátiles, galletas y arroz) y luego los liberaron.


Los Cascos Blancos, financiados por varios países occidentales, están asociados con la organización y la grabación de ataques químicos de falsa bandera y han sido vistos varias veces trabajando con grupos terroristas en Siria.

EE.UU., Francia y el Reino Unido, sin presentar pruebas válidas y basándose solo en este tipo de grabaciones fraudulentas que circularon en las redes sociales, acusaron al Gobierno sirio del supuesto ataque y llevaron a cabo un bombardeo de represalia contra Siria el pasado 14 de abril.

La advertencia del ejército ruso de que defendería el espacio aéreo sirio de cualquier intrusión, el que Trump se refugiase con su estado mayor en el llamado "avión del juicio final" (puesto de mando móvil en caso de conflicto nuclear) y el hostigamiento previo de cazas rusos hizo temer un enfrentamiento directo entre la flota angloamericana en el Mediterráneo y la fuerza de combate enviada por Putin en auxilio de Asad, algo que hubiese puesto al mundo en riesgo de guerra abierta entre superpotencias.

Finalmente, el Apocalipsis no se desató y todos los indicios apuntan a que el "fake" que desencadenó la reacción de Gran Bretaña, Francia y E.E.U.U. se sáldó con otro fraude, el de una incursión relámpago contra objetivos que en realidad habían sido pactados y abandonados a cambio de la no intervención de Rusia.

Ante el nivel de manipulación de las potencias occidentales solo cabe la indignación y la exigencia de responsabilidades. Tememos que, una vez más, no serán asumidas. Pero ha quedado sobradamente demostrado quiénes publican, propagan y se sirven de "fake news" para sus mezquinos e hipócritas intereses.


(Fuente: https://www.hispantv.com/)