domingo, 13 de septiembre de 2015
EL PSICOANÁLISIS, HERRAMIENTA PARA LA MANIPULACIÓN DE LAS MASAS
Las teorías de Freud, trasladadas por su discípulo Bernays al ámbito de las relaciones públicas, fueron determinantes a la hora de diseñar la llamada "sociedad de consumo", donde nuestra individualidad se expresa a través de las mercancías que adquirismos, bienes y servicios que ciertamente no necesitamos, pero dan solaz a esa inaplacable máquina de desear que -afirma el invesigador vienés- somos en esencia. El fascinante documental "The century of the self", dirigido por Adam Curtis para la BBC y que se incluye en la entrada subtitulado al castellano, analiza cómo se diseñó ese proceso.
El siglo XX será recordado, entre otras cosas, por ser el siglo del psicoanálisis, o como este documental afirma, el "siglo del yo", en el que madura finalmente la gran invención moderna del individuo –de la psique individualizada– y en el que todas las energías se dirigen a construir y diferenciar la individualidad y desarrollar el yo, que acaba de desligarse de entes colectivizantes como el Estado o la Iglesia. “El siglo del yo” es también el siglo en el que el ser individual termina de secularizarse. Para hacer esto, para que el individuo pueda cobrar realidad aparentemente autónoma, necesita adquirir una serie de características que lo diferencian y lo acercan a su autorrealización. Entra aquí la segunda gran actividad que define al siglo XX: la publicidad. La publicidad que será el medio a través del cual el individuo recibirá la presión individualizadora para autodefinirse a través de las cosas que puede adquirir, como ocurre con la infraestructura ideológica del "american dream".
Como nota Adam Curtis en este formidable documental, el gran artífice de esta transición es la familia Freud. Por supuesto, el doctor Sigmund Freud, pero también su hija Anna, quien ayudó a cimentar y a institucionalizar el psicoanálisis en diferentes partes del mundo. Y no menos importante, el sobrino de Freud, Ed Bernays, el padre de las relaciones públicas, quien tuvo la oscura pincelada de genio de implementar un marco psiconalítico a la comunicación de masas. Poco conocida, la influencia de Bernays tal vez no sea menor en nuestra vida cotidiana que la de Freud, especialmente porque el espacio público en el que habitamos es una esfera de deseo inconsciente que todo lo permea y lo reconduce hacia los fines del capitalismo. Incluso la mayoría de los publicistas no son conscientes de que el modelo bajo el que trabajan y adoctrinan a las masas con imágenes publicitarias es el modelo de la propaganda de Bernays, que busca aprovecharse de los instintos ahora reprimidos/ahora liberados de la mente inconsciente humana. Adam Curtis explica que Bernays:
Mostró a las corporaciones estadounidenses cómo las personas podían querer cosas que no necesitaban vinculando productos de consumo masivo con sus deseos inconscientes. Surgió una nueva idea política de control de masas: satisfaciendo los deseos egoístas internos, se podía aplacar a las masas y mantenerlas dóciles y contentas. Fue el principio del consumidor impulsivo que domina nuestro mundo actual.
Ed Bernays, trabajando en Estados Unidos como un agente de prensa, tuvo la idea de que si la propaganda podía usarse en la guerra también podía usarse en tiempos de paz, aunque la palabra había sido estigmatizada por su asociación con los nazis, por lo que le cambió el nombre a “relaciones públicas”. Las relaciones públicas no son otra cosa que la propaganda remodelada, suavizada en su fachada pero igualmente manipuladora en su esencia (Bernays no sólo utilizó las ideas de Freud, su otra gran inspiración fueron las ideas del condicionamiento de Ivan Pavlov).
Uno de los primeros ejemplos de las artes oscuras de Bernays fue romper el tabú que había en contra de que las mujeres fumaran. Uno de sus clientes, George Hill, presidente de la American Tobacco Corporation acudió a él explicándole que estaba perdiendo la mitad del mercado debido a que las mujeres no solían fumar. Bernays optó por una lectura psiconalítica del simbolismo de los cigarrillos en las mujeres. La respuesta fue conforme al cliché: los cigarros para las mujeres simbolizaban el pene, por lo que estaban asociados con el dominio masculino. El magistral golpe mediático vino durante una manifestación a favor del voto femenino. Bernays convenció a un grupo de jóvenes suffragettes de que encendieran sus cigarrillos en el momento oportuno, cuando había preparado a un grupo de periodistas con sus cámaras, y que los llamarán”antorchas de libertad” (el eslogan siendo el ancla que fija y hace fluir el símbolo en el inconsciente). El resto es historia, los cigarrillos fálicos, símbolos del poder masculino, se convirtieron también en símbolos de la liberación femenina. Fumar era participar de alguna manera en toda la ideología de la libertad: la mujer podía ser por su propio poder una pequeña “Estatua de la Libertad”, con todo y su antorcha.
Uno de los analistas en el documental define muy bien el postulado racional-irracional que Bernays aportó a los fundamentos del marketing y de la publicidad: “Bernays vio que no se trataba de vender algo intelectualmente, sino involucrando al consumidor de manera emocional. No es ‘necesitas esta prenda de vestir’, es ‘tú te sentirás mejor si tienes una prenda de vestir’”. Esta es la idea original de Bernays que básicamente mueve a la mayoría de las campañas publicitarias, ya no sólo informar sobre un producto, sino hablarle a los centros emotivos de un individuo a través de un producto.
No se puede señalar el nacimiento de la sociedad de consumo a partir de un único acontecimiento o una única persona, pero ciertamente dentro de su compleja construcción psicosocial es necesario incluir la orquestación que llevaron a cabo después de la Primera Guerra Mundial las grandes corporaciones estadounidenses utilizando las ideas de Bernays como punta de lanza. Como dice Curtis en el documental, lo que estaba haciendo Bernays “fascinó a las corporaciones estadounidenses”, sobre todo porque vieron en ello la solución a su más grande temor. Con el boom de los medios de producción nacía también el peligro de que las personas dejarán de consumir y la economía dejará de crecer. En ese entonces la mayoría de los productos se vendían por necesidad, publicitando su funcionalidad y practicidad; pero ahora existía un excedente de productos que necesitaban venderse pero ya no eran necesarios. Como dijo Paul Mazur de la firma Lehman Brothers: “Necesitamos cambiar a Estados Unidos de una cultura de necesidades a una cultura de deseos. Las personas deben ser instruidas a desear, a querer cosas nuevas, incluso antes de que las viejas hayan sido enteramente consumidas”. Tenemos aquí el plan maestro (por momentos diabólico) que rige la sociedad de consumo y el cual podemos apreciar claramente en cosas como la obsolescencia programada de marcas como Apple. También podemos identificarnos aquí, en tanto a que somos consumidores de productos bajo el imperio de la lógica del deseo, como los títeres de este plan de “ingeniería del consentimiento” (usando los términos de Bernays) que lleva ya más de 8o años en acción.
Empleado por las corporaciones más importantes de su época, Bernays fue instrumental en la creación de las nuevas tiendas departamentales, el laboratorio en el que Bernays crearía el nuevo tipo de consumidor: el individuo dejaría de ser principalmente un ciudadano para pasar a ser un consumidor. Ahí puso a prueba su idea de la glamourización de los productos involucrando a las celebridades en su estrategia de mercado, realizó los primeros “fashion shows” dentro de las tiendas y difundió la idea seminal de la moda y de los productos que vestimos como una forma de “comunicar nuestro sentido interno de ser a los demás”. Los productos se convirtieron en una forma de expresar la individualidad de nuestro carácter –sólo podíamos ser nosotros mismos y mostrar nuestra particularidad a los demás a través de las cosas que nos hacían ver diferentes, el deseo de autoexpresión de lo oculto de nuestra personalidad encuentra su válvula de escape a través de lo superficial, de las apariencias que lo hacen perceptible y comunicable. Nuestra alma, o el signo cualitativo de nuestra esencia individual, se transpola a las cosas que llevamos, se vuelve parte de nuestra epidermis, se reifica.
A Bernays también se le atribuye haber vinculado en la mente del consumidor a los automóviles con la atracción o la potencia sexual; iniciar la tendencia de pagarle a psicólogos o expertos para hablar bien de un producto, pretendiendo que se trataba de un estudio independiente; convencer a los individuos de que debían de comprar acciones en Wall Street y por lo tanto contraer deudas bancarias para hacerlo. Por supuesto fue también uno de los primeros en organizar operaciones mediáticas a favor de los políticos, “sacarse la foto”, empezando con el presidente Coolidge. Además Bernays fue agente literario de su tío Sigmund Freud en Estados Unidos: una doble agenda, puesto que al sembrar las ideas de Freud en el ambiente allanaba también el terreno psíquico para que sus mecanismo de persuasión fueran más efectivos.
Nos toca a nosotros padecer la influencia de Bernays y su particular aplicación del psicoanálisis freudiano para satisfacer la ambición de las grandes corporaciones y de sus más altos ejecutivos. De alguna manera en este entramado, la publicidad como industria todo-permeante de la realidad cotidiana, nos regala una probada de lo que algunas tradiciones esotéricas describen como el infierno. Tenemos por ejemplo, el mundo astral o bardo de las ilusiones, en el que las almas espectrales vagan persiguiendo sus deseos insatisfechos. Eliphas Lévi conjura una inquietante imagen: en el mundo astral, el individuo vaga por jardines luminosos encantado por imágenes rutilantes –como los productos que vemos anunciados en los aparadores, en la TV y en el cielo urbano, llenos de colores, ritmos sensuales y seducciones que apelan a nuestros más conspicuos deseos… sólo para descubrir que en cada flor crece enredada una serpiente. Este es el jardín del deseo, la región del Kama-Loka, que según la teosofía es el plano donde experimentamos la manifestación de todos nuestros deseos como entidades autónomas: los productos fantasmagóricos de nuestra psique, una máquina de deseos egoístas que percibimos como reales cuando son sólo proyecciones desiderativas. Un mundo infernal, puesto que como las imágenes de supermodelos o automóviles de lujo que pululan a nuestro alrededor, nunca podremos conseguir satisfacer estos deseos –no ciertamente sin hipotecar nuestra alma– justamente porque no tienen ninguna sustancia, son innecesarios, súcubos que inventamos. Para detrimento de nuestros publicistas, expertos en relaciones públicas y nuestros inflados egos, liberarse del deseo personal es la condición sine qua non para poder disolver la ilusión y continuar la evolución del ser.
* Citas tomadas del documental The Century of Self, traducidas por el autor
Alejandro Martinez Gallardo
(Fuente: Pijamasurf)
sábado, 5 de septiembre de 2015
10 MENTIRAS ACERCA DE LA SOBREPOBLACIÓN
Luego de que diversos personajes de élite como Al Gore y Bill Gates señalarán que parte de los problemas mundiales se debían a una sobrepoblación, se propagaron diversos argumentos "científicos" que más que a un planteamiento altruista apuntaban a una agenda de reducción de población.
La Doctora Jacqueline R. Kasun, economista de profesión y autora del libro The War Against Population: The Economics and Ideology of World Population Control (La Guerra contra la población; La Economía y la Ideología del Control de la Población Mundial), destapa con hechos científicos lo que muchos pro-eugenistas tratan de ocultar. En su informe menciona los 10 grandes mitos sobre una de las grandes mentiras a la humanidad, la superpoblación, y lo introduce de este modo:
“Si te familiarizas con los mitos que rodean la “superpoblación” estarás mejor posicionado para defenderte y defender a tu familia contra estas amenazas ideológicas".
He aquí los 10 mitos:
Mito 1: El mundo está superpoblado y el crecimiento de población añade cada día un número impresionante de humanos a este pequeño planeta.
De hecho, la gente vive en comunidades muy pobladas y siempre ha sido así. Convivimos juntos en ciudades y pueblos para intercambiar bienes y servicios unos con otros. Pero, aunque nosotros nos reunamos en pequeñas poblaciones por razones económicas y en grandes áreas metropolitanas, la mayor parte del mundo no está habitada como podemos observar si la sobrevolamos. Se ha estimado por parte de Paul Ehrlich y otros que los seres humanos ocupan actualmente no más del 1-3 % de la superficie de la Tierra.
Si le adjudicas 12 m2 a cada persona, todas las personas del planeta cabrían en el estado de Texas. Puedes hacer el cálculo tú mismo.
El estado de Texas mide aproximadamente 67.500.000.000.000 m2 que si lo divides por la población mundial de 5.860.000.000 te da un total de casi 12 m2, algo más que San Francisco y menos que el Bronx.
Otro hecho: el crecimiento de la población mundial está declinando rápidamente. Las cifras de las Naciones Unidas muestran que 79 países que suman el 40% de la población mundial ahora tienen tasas de fertilidad demasiado bajas para prevenir un decrecimiento de la población.
La tasa en Asia cayó de 2.4 en los años 1965-1970 a 1.5 de 1990-1995. En Latinoamérica y el Caribe, la tasa cayó de 2.75 en 1960-1965 a 1.70 en los años 1990-1995. En Europa, la tasa cayó a 0.16, que es efectivamente cero, en 1990-1995. Y la tasa anual de cambio de población mundial cayó de 2% en los años 1965-1970 a menos que 1.5% en los años 1990-1995.
A nivel mundial, el número de hijos que la mujer media tenía a lo largo de su vida (ciclo fértil) cayó de 5 en 1950-1955 a menos de 3 en los años de 1990-1995. El número necesario simplemente para “reemplazar” a una generación es de 2.1. En la mayoría de las regiones desarrolladas, la fertilidad total cayó de 2.77 a 1.68 durante el mismo periodo. En los países menos desarrollados cayó de 6 a 3.3. La fertilidad total en Méjico era de 3.1 en 1990-1995, en España cayó al 1.3 y en Italia era de 1.2.
Las previsiones oficiales sobre el tamaño de la población han ido decreciendo constantemente. En 1992-1993, el Banco Mundial predijo que la población mundial sobrepasaría los 10 mil millones para el año 2050, la ONU en el 1996 predijo que seríamos 9 mil millones en el 2050. Si continua la tendencia, la próxima estimación será aun más baja.
Mito 2: La superpoblación es la causante del calentamiento global
El mensaje que probablemente levantará el fervor de la gente joven es que la superpoblación está destruyendo el medioambiente y la biosfera.
Sobre este punto, la primera cosa que hay que recordar es que algunos de los lugares más hermosos de este planeta, con la mayor calidad medioambiental, están en países densamente poblados, tales como Alemania Occidental, con más de 600 habitantes por 2.6 km2, cuando en China hay 330 habitantes. Algunos mitos promueven la creencia de que estamos inmersos en una catástrofe medioambiental, lo cual es falso.
Por ejemplo, el vicepresidente Al Gore y otros científicos dicen que el crecimiento de la población es la causa de calentamiento global. Pero hay una enorme controversia y desacuerdo en la comunidad científica sobre esto, 79 científicos han emitido por ejemplo la “Declaración de Leipzig” en 1995 diciendo que “no existe hoy un consenso científico general sobre el calentamiento producido por los gases del efecto invernadero”.
Adicionalmente, las lecturas de satélites de la temperatura global, disponibles en el sitio web de la NASA no muestran ninguna tendencia al calentamiento. Y por su fuera poco, climatólogos respetados tales como Hugh Ellsaesser, Richard S. Lindzen y Robert C. Balling discuten todavía con fervor sobre la noción del peligro del calentamiento global.
Mito 3: La superpoblación causa una reducción de la capa de ozono
Como el calentamiento global, la causa y significado del llamado “agujero de ozono” es un asunto de intensa pelea científica; a pesar de eso, los Estados Unidos y otras naciones han acordado reducir el uso de los Clorofluocarbonos (CFC), que son, supuestamente, la causa de estos. S. Fred Singer, un físico de la atmósfera que participó en las primeras mediciones de ozono denomina al pánico creado sobre el ozono, un “mal uso de la ciencia”. De hecho, muchos piensan que la función primordial de la prohibición de los CFC ha sido ayudar a las grandes empresas químicas a establecer nuevos monopolios altamente rentables de sustitutos de los CFC que ellos mismos han desarrollado.
Mito 4: Los bosques del planeta están desapareciendo debido a la superpoblación
Éste es un asunto importante porque los bosques son una parte esencial del medioambiente del mundo y, por lo tanto, son esenciales para el bienestar de la humanidad. Sabemos que los árboles inhalan dióxido de carbono y exhalan oxigeno lo que significan que contribuyen a la defensa contra la polución del aire y a debilitar el supuesto calentamiento global.
El área de bosques del planeta, estimada por la FAO (organización de la Alimentación y Agricultura de la ONU) es de aproximadamente cuatro mil millones de hectáreas, cubriendo el 30% de la superficie de la Tierra, lo que representa exactamente la misma cantidad que había en los años 50.
En los Estados Unidos, vastas regiones de bosques cubren una tercera parte de la Tierra, de acuerdo con el Servicio Forestal de los Estados Unidos. Eso es equivalente a dos terceras partes de la superficie de tierra que estaba reservada a bosques cuando llegaron los europeos en 1600. Esta cantidad no ha disminuido desde 1920. De hecho, el crecimiento anual de los bosques hoy es más de 3 veces y media que en 1920. Dos tercios de los bosques de ese país son de terreno maderable, capaces de producir al madera industrial anualmente.
Los volúmenes más altos de crecimiento ocurren en la tierra que pertenece a la industria privada, más que los bosques que pertenecen al gobierno o son de administración pública. Cuando los árboles son más ancianos, tienen menores volúmenes de crecimiento. El sistema nacional para la preservación de la naturaleza ha crecido de nueve millones de acres en 1964 a 96 millones de acres en 1993.
Pero al parecer, esto no es suficiente para los medioambientalistas del Proyecto Wildlands que esperan convertir casi la mitad de la tierra labrada de los Estados Unidos en zonas salvajes sólo habitadas por osos y leones de la montaña limitando así el espacio para el uso humano.
También ha habido gran agitación acerca de la “destrucción de los bosques tropicales”. Alguien ha dicho que un área el doble de tamaño que Bélgica está siendo ahora arrasada cada año, pero la gente no se da cuenta de que Bélgica cabe 500 veces en los bosques tropicales y el resto de los árboles del mundo, 99.6% de ellos, crecen continuamente. Uno de los más grandes está en Brasil, que representa más de la mitad de los bosques de Sudamérica.
Las cifras de la FAO y El Gobierno de Brasil sugieren que se destruye cerca del 0.2% de los bosques cada año, y en 1993 los bosques brasileños cubrían el 58% de la superficie total del país. La cifra no sugiere precisamente una reducción catastrófica.
Otra cosa que añade confusión y que está confundiendo a la población es que las cifras de la FAO muestran un decrecimiento de la superficie de los bosques pero incluyen la tierra de los bosques que se emplea para uso de parques públicos, aunque no se corte ni un solo árbol. De hecho, si se está produciendo deforestación en Brasil, a duras penas puede ser resultado de la superpoblación, Brasil tiene la mitad de habitantes por 25 km2 (31.2 habitantes) que la media mundial (101 habitantes).
Mito 5: La polución del aire es el resultado de la superpoblación y la lluvia ácida, un bio-producto de la polución del aire, está destruyendo lagos, ríos y bosques
De hecho, los niveles de polución del aire y agua han alcanzado máximos en las economías planificadas de Europa del Este y China cuando el crecimiento de la población era bajo o negativo.
La legendaria polución del aire en Polonia y Rusia ha ocurrido en áreas con poblaciones pequeñas. En los Estados Unidos, la polución de aire está disminuyendo significativamente. Según el Programa de Valoración de las precipitaciones ácidas en un informe reciente, “no existe daño por lluvia ácida producido en bosques o cosechas en los Estados Unidos”.
Mito 6: Muchas plantas y animales están desapareciendo por culpa del crecimiento de la población humana
No hay absolutamente ningún dato científico que soporte esta reclamación. Incluso algunos científicos como David Jablonski asegura que “no tenemos ni idea de cómo muchas especies siguen aquí y otras están desapareciendo”. Algunas especies, como las ballenas azules, hurones de patas negras o los búhos manchados son ahora mucho más numerosos de lo que fueron antaño. Dado que muchas especies viven en los bosques y la superficie que cubre los bosques de la Tierra es casi la misma, las reclamaciones de supuesta extinción masiva de especies es más que dudosa.
Mito 7: La superpoblación amenaza el suministro de alimentos mundial
Según la FAO, los suministros de alimentos exceden los requerimientos en todas las áreas del mundo, suponiendo un exceso de aproximadamente el 50% en 1990 en los países desarrollados y un 17% en las regiones en desarrollo. “Globalmente, los suministros de alimento se han duplicado en los últimos 40 años entre 1962 y 1991, y a nivel mundial no hay obstáculo para la producción de alimentos para responder a la demanda”. Según documentos de la FAO preparados en 1996.
Actualmente, los agricultores emplean menos de la mitad de la tierra cultivable. La conversión de la tierra en terreno urbano y edificable absorberá menos del 2% de la tierra mundial y no “parece que vaya a ser una amenaza seria para la producción agrícola” según Paul Waggoner, como dice en un informe para el Consejo para la Ciencia La Ciencia y la Tecnología Agrícola en 1994.
Mito 8: La superpoblación es la causa primordial de pobreza
En realidad, los problemas comúnmente llamados de “superpoblación” son el resultado de malas políticas económicas. Por ejemplo, los periodistas occidentales culparon del hambre en Etiopia a la “superpoblación” pero esto simplemente no era cierto. El Gobierno etíope lo causó confiscando las reservas almacenadas de alimentos a los traders y agricultores para exportarlos y comprar armas a cambio.
Aquel régimen en Etiopía fue el causante en aquella ocasión de la tragedia, no su población. De hecho, África, a la que suele relacionarse con la culpa por la “superpoblación”, tiene sólo una quinta parte de la densidad de población que hay en Europa y posee un potencial no explotado para la agricultura que podría alimentar dos veces a la actual población mundial, según ha estimado Roger Revelle de la Universidad de Harvard de San Diego.
Los economistas que escriben para el Fondo Monetario Internacional dijeron en 1994 que los problemas económicos en África resultaban de un gasto gubernamental excesivo, impuestos elevados a los agricultores, inflación, restricciones al comercio, demasiada propiedad gubernamental y exceso de regulación a la actividad económica privada. No había en aquellos informes ni una sola mención a la superoblación.
El Gobierno de Filipinas depende de la ayuda externa (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial) para controlar el crecimiento de la población, pero en realidad lo que hace es proteger a los monopolios que compran las producciones de los agricultores a precios artificialmente bajos y que luego venden a precios artificialmente altos, causando una pobreza que se extiende.
Los “abogados” del control de la población culpan a la “superpoblación” de la pobreza en Bangladesh. Pero el Gobierno domina la compra y procesamiento de la cosecha de yute, la más importante, de manera que los agricultores reciben menos por sus esfuerzos de lo que recibirían en un mercado libre.
Los agricultores empobrecidos emigran a la ciudad, pero el Gobierno tiene la propiedad del 40% de la industria y regula el resto con control de precios artificial, impuestos altos y reglas no publicadas e implícitas administradas por una burocracia gigantesca, corrupta que depende de la ayuda externa.
Los empleos son difíciles de encontrar y la pobreza es rampante. Todo esto lleva a problemas como la distribución ineficiente, pero de nuevo, este problema está causado, como en el caso de Etiopía, por políticas económicas domésticas pésimas.
Se suele decir que la pobreza en China es el resultado de la “superpoblación”. Pero Taiwán, con una población cinco veces más grande que China Continental, tiene una renta per capita varias veces la de ésta.
La República de Corea, con una densidad de población 3,6 veces más grande que la de China, tiene una renta per cápita casi 16 veces mayor.
El Gobierno de Malasia abandonó el control de la población en 1984, lo que desembocó en un crecimiento económico muy reseñable bajo reformas de mercado no regulado, cuando Ecuador, Uruguay, Bulgaria y otros países lamentaban en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo en El Cairo que, aunque habían reducido su crecimiento de población, sus economías seguían deteriorándose.
Mito 9: Las mujeres y los hombres en todo el mundo están suplicando medios para controlar su fertilidad
Esto es algo totalmente falso. No es así según los informes de lugares como Bangladesh, África y Filipinas. El hecho es que excedentes de condones y píldoras para el control de la natalidad llenan los almacenes de los países menos desarrolados pero las mujeres huyen de los planificadores familiares y suplican que sus DIUS implantados sean extraídos.
La ley de asistencia exterior de Estados Unidos requiere que los países que reciben ayuda americana tomen medidas para reducir el crecimiento de población (puedes encontrar esto en el US Code 22, sec. 2151-1; 22 US Code, sec. 2151(b). Lejos de encontrarse una “necesidad no cubierta” de control de la natalidad, los planificadores familiares apoyados por la ayuda extranjera en la India, Bangladesh y otros países deben pagar a sus clientes, o forzar a éstos a aceptar el control de su natalidad, según los informes de estos países. El control de población con ayuda exterior es tan impopular en Bangladesh que protestas sobre este asunto impidieron que el primer ministro atendiera la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo en el Cairo en 1994.
La doctora Margaret Orgola, una pediatra keniata, cuestionó la existencia de una “necesidad no cubierta” en el caso de la planificación familiar en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo en el Cairo en 1994. Dijo que los donantes de ayuda extranjeros habían sido espléndidos con las píldoras, condones y aparatos DIU en los hospitales y clínicas de Kenia, pero algo tan simple como medicinas para las enfermedades comunes no estaban disponibles.
Un informe de las Naciones Unidos sobre políticas de aborto y control de natalidad en todo el mundo encontró que altas porcentajes de mujeres de todo el mundo eran familiares con los métodos “tradicionales” para limitar la natalidad.
En 1981, la mujer típica de Bangladesh tenía siete hijos durante su vida; desde entonces la cifra ha descendido a 3.4 hijos. Según la prensa de ese país en 1994, el secretario de salud reconoció que “la coacción, el chantaje y el abuso de pagos bajo cuerda” eran problemas habituales en el programa de control de la población.
Alarmada por la extremadamente baja fertilidad, Corea del Sur, reportó en la Conferencia Internacional en El Cairo que había reducido drásticamente el gasto de su Gobierno en Control de natalidad.
Singapur, que se enfrentaba con una fertilidad por debajo de la tasa para reemplazar a la población existente, reportó que actualmente ofrece rebajas de impuestos a las parejas que tienen más de dos niños.
Las agencias de “planificación familiar” apoyadas por el Gobierno de los Estados Unidos, tales como Planned Parenthood, reclaman que sus servicios ahorran costes a la asistencia pública, pero de hecho, investigaciones publicadas han mostrado que los estados que gastan enormes cantidades presupuestarias en control de la natalidad tiene como consecuencia mayores costes de asistencia pública. Los estudios muestran también que los estados que requieren consentimiento de los padres para que una menor tenga un aborto tienen menores tasas de embarazo adolescente.
Mito 10: La superpoblación causa la guerra y las revoluciones
El continente más acosado por las guerras de la Tierra, África, es también uno de los menos densamente poblados, con cerca de la mitad de habitantes por kilómetro cuadrado que la media mundial. Los malos gobiernos apuntalados por una ayuda exterior mal gestionada, son la raíz del problema con toda probabilidad.
La corriente mundial que promueve el control de población no es pequeña ni débil. Es una alianza poderosa entre las agencias de las Naciones Unidas, los gobiernos nacionales, fundaciones y “organizaciones no gubernamentales“. Esta alianza controla muchos miles de millones de dólares en recursos.
Sus miembros incluyen agencias de planificación familiar, organizaciones medioambientalistas radicales, tales como el Sierra Club y el World Wildlife Fund, planificadores de desarrollo, instituciones financieras internacionales, tales como el Banco Mundial, agencias de relaciones exteriores tales como el Worldwatch Institute.
Su ideología domina de forma creciente la escuela y los programas de educación escolares y los libros de texto.
En última instancia, sin embargo, su poder reside y se alimenta de la ignorancia de la población en países como los Estados Unidos.
(Fuente: http://www.ritualypropaganda.com/)
miércoles, 2 de septiembre de 2015
JAYNE DONEGAN, LA DOCTORA QUE DEMOSTRÓ QUE LAS VACUNAS SON INNECESARIAS
La Dra. Jayne Donegan, médico del Reino Unido, fue llevada a juicio por el Consejo Médico General bajo graves acusaciones con respecto a su profesionalidad. La razón fue su oposición a la sobrevacunación de la infancia y su defensa de la inmunidad natural. El proceso se prolongó durante tres años, pero al final logró que se reconociese la evidencia de que los niños no necesitan ser vacunados para estar saludables. Su victoria fue silenciada por los medios, servilmente fieles a las conveniencias del capital, pero aquí está el testimonio de su caso, narrado en primera persona.
Haberme entrenado como doctora en medicina convencional, calificado de la Escuela de Medicina del Hospital de St. Mary, Universidad de Londres, en 1983, todos mis posgrados y experiencia en Obstetricia y Ginecología, Planificación Familiar, Salud Infantil, Traumatología, Medicina de Urgencias y Medicina General me llevó a ser una firme defensora del Programa de Vacunación Universal de la Infancia. De hecho, solía aconsejar a los padres en la década de 1980, que no querían vacunar a sus hijos contra la tos ferina – que era considerada la vacuna “problemática” en esos días.
Solía decirles que había, de hecho, reacciones adversas asociadas con la vacuna – yo no era uno de esos médicos que se pasan por alto estos detalles desagradables – pero que a nosotros los médicos nos decían que las reacciones adversas por la vacuna de la tos ferina eran al menos diez veces menos probables que tener complicaciones por contraer la enfermedad, y que, en esencia, el punto de dar a su hijo la vacuna era para evitar que contraiga la enfermedad.
Solía pensar que los padres que no vacunaban eran ignorantes o sociópatas
En efecto, yo solía pensar que los padres que no querían vacunar a sus hijos eran ignorantes, o sociópatas. Creo que esta visión no es poco común entre los médicos hoy en día. ¿Por qué yo tenía esta actitud? Bueno, a lo largo de mi formación médica me enseñaron que las personas que solían morir de a miles o cientos de miles por enfermedades como la difteria, la tos ferina y el sarampión – enfermedades para las que existen vacunas – dejaron de morir a causa de la introducción de las vacunas.
Al mismo tiempo, me enseñaron que las enfermedades como el tifus, el cólera, el reuma y la fiebre escarlatina – para las cuales no existen vacunas – dejaron de ser causa de muertes debido a las mejoras en las condiciones sociales. Hubiera sido una progresión lógica haberme preguntado por qué, si las condiciones sociales mejoraron la salud de la población con respecto a algunas enfermedades, no mejorarían su salud en relación con todas ellas, pero la cantidad de información que se requiere que uno absorba durante la formación médica es tan enorme, que uno sólo tiende a tomarlo como lo lee y a no hacer las conexiones que podrían ser obvias para alguien más.
Era un artículo de fe, para mí y mis contemporáneos, que la vacunación fue la intervención de salud más útil que se había introducido y cuando mis hijas nacieron en 1991 y 1993 yo incuestionablemente – bueno, es decir, pensé que estaba con pleno conocimiento respaldada por toda mi formación médica – las hice vacunar, hasta de SPR, porque eso era lo correcto. Incluso permití que mi hija de 4 semanas de edad sea inyectada con una vacuna BGC vencida en una clínica de salud pública.
La vacuna BCG vencida afectó a mi hija
Me di cuenta (por costumbre, yo automáticamente miro el nombre del medicamento, número de lote y fecha de caducidad en los frascos) que la vacuna estaba vencida y dije: “Disculpe, parece que está fuera de fecha”, y la médica respondió con total naturalidad “Oh, no te preocupes, es por eso que la clínica se retrasó por una hora – sólo estábamos comprobando que estaba bien para darla, y lo está”, y yo dije: “OK”, y dejé que se la inyectara… mi pobre hija tuvo una reacción terrible, pero yo estaba tan convencida de que todo era para su bien y continué con el resto de las dosis a los 2, 3 y 4 meses.
No hay evidencia de una epidemia de sarampión
De allí es de donde yo venía – incluso mi interés en la homeopatía no aplacó mi entusiasmo por las vacunas; hasta donde yo veía, era el mismo proceso – dar una pequeña dosis de algo y eso te hace inmune – no hay conflicto. ¿Entonces qué paso? En 1994 se produjo la Campaña contra el Sarampión y la Rubéola en la que 7 millones de niños en edad escolar fueron vacunados contra el sarampión y la rubéola. El Director General de Salud envió cartas a todos los médicos, farmacéuticos, responsables de enfermería y demás personal sanitario, diciéndonos que iba a haber una epidemia de sarampión.
Primero era una dosis de MMR (SPR), luego dos, ¿ahora TRES?
La información que evidenciaba esta epidemia no fue publicada en ese momento. Unos años después, se supo que fue predicho por un complicado modelo matemático basado en estimaciones y que bien podría no haber ocurrido nunca. Nos dijeron, “los que han recibido una sola dosis de la vacuna no necesariamente estarán protegidos cuando llegue la epidemia. Por este motivo necesitan aplicarse otra dosis”, “Bueno, eso está bien”, pensé, “porque sabemos que ninguna de las vacunas son 100 por ciento efectivas”.
Campanas de alarma: ¿Ahora se necesitaban tres SPR?
Lo que sí me preocupó, sin embargo, fue cuando dijeron que incluso los que habían recibido dos dosis de la vacuna contra el sarampión no estarían necesariamente protegidos cuando llegue la epidemia y que necesitaban una tercera. Quizás usted no lo recuerde, pero en aquellos días había una sola vacuna contra el sarampión en el calendario. Era una vacuna con virus vivos, así que era como entrar en contacto con el virus en estado salvaje, apenas cambiado ligeramente para hacerlo más seguro y que produzca la inmunidad. Desde entonces, por supuesto, se ha añadido la dosis pre-escolar, porque una sola dosis no funcionaba, pero en aquellos días era sólo “una vacuna para toda la vida”.
Ahora se nos decía que ni siquiera las dos dosis de esta vacuna que en principio había sido “una dosis para toda la vida” protegerían a las personas cuando la epidemia llegue. En este punto, comencé a preguntarme, “¿Por qué les he estado diciendo a todos esos padres que las vacunas son más seguras que contraer la enfermedad y que, básicamente, vacunar a sus hijos evitaría que estos contraigan la enfermedad – con el riesgo de complicaciones – no es el 100 por ciento, pero eso es básicamente para lo que están diseñadas – cuando parece que pueden ser vacunados, tener las reacciones adversas asociadas con la vacuna, y todavía contraer la enfermedad con las complicaciones que pueden estar asociadas con eso, incluso cuando hayan recibido las dos dosis de la vacuna que antes era “de una única dosis”? Entonces, ¿cuál es el punto? Esto no me parece correcto”.
Si usted se está preguntando cómo es que alguien pueda haber recibido dos dosis de la “vacuna de única dosis,” es porque cuando la vacuna SPR fue introducida en 1988, muchos niños ya habían sido vacunados contra el sarampión, pero nos dijeron que deberíamos darles la SPR de todos modos ya que ésta los “protegería contra las paperas y la rubéola y aumentaría su inmunidad contra el sarampión”. También nos dijeron que la mejor manera de vacunar era en masa, ya que esto “rompería la cadena de transmisión”. Entonces pensé: “Me pregunto, ¿por qué vacunamos a todos estos pequeños bebés a los 2, 3 y 4 meses? ¿Por qué no esperamos dos o tres años y luego vacunamos a todos los que han nacido durante ese tiempo, y así “rompemos la cadena de transmisión?”.
Las cosas simplemente no tenían sentido
Algunas cosas simplemente no parecían tener sentido. Sin embargo, es muy difícil comenzar a poner seriamente en duda si la vacunación es otra cosa que segura y eficaz, sobre todo cuando se trata de algo en lo que se nos ha enseñado a creer con tanta fuerza. Cuanto mejor calificado seas como médico, más difícil es, también cuanto más tengas lavado el cerebro. No es fácil, o por lo menos no era en ese entonces, comenzar a ir por un camino que podría conducirte en la dirección opuesta a todos tus colegas y al sistema de salud en el que trabajas.
He leído algunos libros que podrían describirse como de “anti-vacunación.” Estos contenían gráficos que mostraban que la mayor parte de la disminución de las muertes por incidencia de las enfermedades infecciosas para las que tenemos vacunas se produjo antes de que las vacunas se introdujeran en la década de 1950 y 60, por ejemplo, con la tos ferina, y a finales de 1960 con el sarampión. Decidí que no podía simplemente aceptar lo que estos libros me decían, sobre todo porque su mensaje era lo opuesto a lo que había aprendido hasta ahora. Tenía que hacer un poco de investigación. Los gráficos en mis libros y en el libro de Inmunización del Departamento de Salud (el Libro Verde) mostraban que la introducción de las vacunas causó caídas precipitadas en el número de muertes por enfermedades vacunables.
Cotejando mis propios gráficos de vacunas – ¿Por qué era tan difícil obtener la información?
Decidí que si iba a cuestionar seriamente lo que me habían enseñado en la escuela de medicina y mis profesores, tendría que ir y obtener por mi cuenta los datos reales. Llamé a la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) y pedí que me enviaran los gráficos de las muertes por las enfermedades contra las cuales vacunamos desde mediados del siglo XIX, cuando empezamos a llevar registros, hasta ahora.
Ellos dijeron: “No los tenemos, a excepción de la viruela y la tuberculosis; le recomendamos que pruebe en el Departamento de Salud”. Lo cual hice. No tenían gráficos del siglo XIX ni de principios del siglo XX. Me dijeron: “Es mejor que pruebe en la Oficina Nacional de Estadísticas”. “Ya lo he intentado” les dije, “Ellos fueron quienes me dijeron que los contacte a ustedes”. La cosa se había puesto bastante circular, así que llamé a la Oficina Nacional de Estadísticas una vez más y les conté mi problema. “Bueno”, dijeron, “aquí tenemos todos los libros de cuando el Registro General comenzó a recibir ganancias de las muertes por enfermedades infecciosas en 1837; usted puede venir a verlos si quiere”. No había nada que hacer.
Tuve que ir a la Oficina Nacional de Estadísticas en Pimlico, Londres, con mis dos niñas pequeñas de 4 y 6 años a cuestas, para extraer la información por mí misma. Las niñas estaban muy bien – estaban acostumbradas a viajar/seguirme a todos lados – y el personal de la biblioteca era muy agradable; amablemente le dieron mis hijas jugo de naranja y papel y lápices de colores para dibujar y divertirse, mientras yo sacaba todos los antiguos libros desde 1837 hasta 1900, año después del cual, por suerte, había un CD ROM que podía comprarse a un elevado precio y llevar a casa.
Fue la pieza de almacenamiento de datos menos amigable con el usuario con en el que me he encontrado, pero era mejor que tener que estar físicamente allí día tras día. Así que me fui a casa con todas mis notas y el CD ROM y finalmente produje mis propios gráficos. Me sorprendí al encontrar que eran similares a los gráficos de algunos de los libros que había leído recientemente.
Tanto en el Reino Unido como en E.E.U.U. la tos ferina fue en constante declive antes de que la vacuna fuera introducida |
Las personas dejaron de morir de tos ferina tiempo antes de que se introdujera la vacuna
Me quedé asombrada y no solo un poco molesta al ver que cuando se dibuja un gráfico de la tasa de mortalidad por tos ferina iniciando a mediados del siglo XIX, se puede ver claramente que al menos el 99 por ciento de las muertes por tos ferina en el siglo XIX y principios del siglo XX había dejado de producirse antes de que la vacuna contra la tos ferina se introdujera, inicialmente en la década de 1950 y universalmente en la década de 1960.
También me di cuenta de que la razón de que los gráficos del Departamento de Salud hacían que la vacuna parezca tan efectiva era porque no comenzaban hasta 1940, cuando la mayor parte de las mejoras en la salud ya habían ocurrido, y esto fue antes de que incluso los antibióticos estén disponibles. Si usted seleccionaba sólo las muertes en menores de 15 años de edad, la caída era aún más dramática – para el momento en que la vacuna contra la tos ferina fue parte del calendario de vacunación universal en la década de 1960, todo el trabajo duro ya había sido realizado.
Los gráficos del Departamento de Salud: no una buena forma de mostrar los cambios en la mortalidad y la enfermedad
Así comencé a darme cuenta de que los gráficos como los que aparecen en el Libro Verde del Departamento de Salud no eran una forma buena ni clara de mostrar los cambios en la mortalidad (muerte) y la morbilidad (incidencia de la enfermedad) que ocurrieron antes y después de que la vacunación se introdujera en contra de estas enfermedades.
El caso del sarampión es similar: el Libro Verde del Departamento de Salud muestra un gráfico que no se inicia hasta la década de 1940. Parece que hay una gran caída en el número de casos después de que se introdujera la vacuna contra el sarampión en 1968, pero mirando un gráfico que se remonta a la década de 1900 se puede ver que la tasa de muerte – siendo la muerte el peor de los casos de complicaciones de una enfermedad – había caído en un 99 por ciento en el momento en que la vacuna fue incluida en el calendario.
Las muertes por sarampión disminuyeron de forma natural antes de que la vacuna fuera introducida. |
Disminución del 100% en muertes por sarampión tres años antes de que se introdujera la vacuna
Observando específicamente a los menores de 15 años de edad, es posible ver que hubo una virtual disminución del 100 por ciento en las muertes por sarampión entre 1905 y 1965 – tres años antes de que la vacuna contra el sarampión se introdujera en el Reino Unido. A finales de 1990 había un anuncio de la vacuna SPR que mostraba a un bebé en pañales sentado en el borde de un acantilado con un león rondando en el otro lado y una voz en off diciendo: “Ningún padre amoroso dejaría deliberadamente a su bebé sin protección y en peligro”.
Creo que hubiera sido más científico haber puesto uno de los gráficos utilizando información de la Oficina Nacional de Estadísticas en el anuncio – entonces los padres habrían tenido una mayor posibilidad de tomar una decisión informada, en lugar de ser coaccionados por miedo. Cuando visitas a tu médico de cabecera para discutir el tema de la vacunación, y sales de la consulta con sensación de miedo, estás comprendiendo como se sienten.
Si todo lo usted tiene es el “modelo médico” para la enfermedad y la salud, lo único que sabe es que hay un mundo hostil allá afuera y si usted no tiene las vacunas, los antibióticos y el jabón bactericida 100 por ciento, no tendrá defensa en absoluto contra todos esos gérmenes con los que usted y sus hijos están rodeados. Su hijo puede estar bien cuando contraiga sarampión, pero nunca se sabe cuando el desastre golpeará, y podría quedar incapacitado o muerto por la mano al azar del destino.
La salud es la única inmunidad
Cuando comencé a darme cuenta de que las vacunas no eran todo lo que se decía que eran, entré en pánico y me puse a buscar alguna otra forma de proteger a mis hijas y a mi – alguna otra solución mágica. Mi viaje largo y lento investigando la ecología de las enfermedades y la vacunación implicó aprender sobre otros modelos y filosofías de la salud y la realización gradual de que era verdad lo que la gente me había dicho todo el tiempo, que “la salud es la única inmunidad.”
No necesitamos ser protegidos de “allá afuera”. Contraemos enfermedades infecciosas cuando nuestro cuerpo necesita tener una limpieza periódica. Los niños se benefician especialmente de las erupciones de la infancia, o “ex himnos” como se les llama, para poder tener avances apropiados en su desarrollo. Cuando tenemos fiebre, tos, erupciones, necesitamos tratarlos solidariamente, no opresivamente.
El tratamiento médico estándar suprime los síntomas y causa el mayor daño
En mi experiencia, las peores complicaciones de las infecciones infantiles son causadas por el tratamiento médico estándar que implica la supresión de todos los síntomas. ¿Cuál es el mayor obstáculo para los médicos incluso teniendo en cuenta la posibilidad de que el Programa de Vacunación Universal de la Infancia no sea el éxito sin paliativos que se espera que sea, o que puede haber otras maneras de lograr la salud que son mejores y más duraderas? Posiblemente es el miedo a salirse de la línea y ser visto como diferente – con todas las consecuencias que esto puede acarrear, como sé por experiencia personal.
Como dice George Bernard Shaw en su prefacio a “El Dilema del Doctor”, 1906:
Los médicos son como los otros ingleses: la mayoría de ellos no tienen honor ni conciencia: lo que comúnmente confunden con estos es el sentimentalismo y un intenso temor de hacer algo que nadie hace, u omitir hacer alguna cosa que todo el mundo hace.
Dra. Jayne L. M. Donegan
El caso del Consejo Médico General Británico
La siguiente información fundamenta la autoridad de la Dra. Donegan sobre las vacunas.
En 2002 la Dra. Donegan fue al Tribunal Superior de Justicia, ya que estuvo implicada en un caso en el que dos madres estaban peleando con sus ex parejas sobre las vacunas de sus hijos. Las madres no querían que sus hijos sean vacunados –bajo ninguna circunstancia– por temor a causarles daños irreversibles, pero los padres sí querían, así que se generó un controvertido caso judicial.
La Dra. Donegan había estado escribiendo y hablando en público sobre las vacunas y los medios naturales de mantener a los niños sanos por lo que las dos madres le pidieron que sea testigo experto en el caso. La Dra. Donegan dio su opinión profesional de que la seguridad y la eficacia de las vacunas no ha sido bien estudiada y que había otras maneras de lograr la salud de estos niños que no sean la vacunación.
El caso resultó ser muy largo y extremadamente estresante. A veces era en circunstancias muy injustas donde a ella le era dado apenas tiempo para juntar la documentación, a pesar de que la oposición tenía el doble de tiempo para preparar la suya.
Acusación de “Ciencia Basura”
Debido a la información que ella estaba proporcionando en la corte (que iba directamente en contra de las recomendaciones médicas típicas convencionales), los jueces de apelación dijeron que su evidencia era “Ciencia Basura” y el GMC (Consejo Médico General) – la organización que regula a los médicos y les dice qué hacer – apuntó directamente a la doctora. La Dra. Donegan terminó siendo acusada de “falta de conducta profesional grave” lo cual eventualmente podría haber terminado con toda su carrera médica. Sirvieron sus papeles oficiales en 2004, pero tomó tres largos años de redacción de informes y análisis de cientos de documentos médicos y estudios antes de que el caso fuera finalmente escuchado en 2007. Las acusaciones fueron las siguientes:
“Que usted (Dra. Donegan):
6a. Dio impresiones falsas y/o engañosas de la investigación en la cual se basó, 6b. Citó información selectivamente de la investigación, informes y publicaciones y omitió información relevante, 6c. Permitió que sus puntos de vista profundamente arraigados sobre el tema de la inmunización dominen su deber para con el tribunal y los litigantes, 6d. Falló en presentar su visión de manera objetiva, independiente e imparcial;
7. Sus acciones en el punto 6. anterior fueron, 7a. Fraudulentas, 7b. En contravención directa a su deber como testigo; poco profesionales, 7c. Llevando al descrédito de la profesión; Y en relación con los hechos alegados usted ha sido culpable de una falta de conducta profesional grave”.
Estoy segura de que al leer esto usted puede apreciar que estas acusaciones eran increíblemente graves. Básicamente dijeron que el testimonio que la Dra. Donegan presentó en el tribunal era falso, que ella estaba dando consejos perjudiciales, que podría dañar a toda la profesión médica y había permitido que sus puntos de vista personales intervinieran en el caso.
Durante los próximos tres años, la Dra. Donegan tuvo que preparar su defensa, contestar cartas, analizar pilas de pruebas y cotejar lo documentación, lo que hacía muy difícil cuidar de su familia o continuar su vida profesional como médica. También tuvo que soportar que su equipo legal se retirase del caso, sólo seis semanas antes de que ella le tocara presentarse en la corte.
Las “evidencias” científicas: muy diferentes de las “evidencias” en un tribunal de justicia
La Dra. Donegan luego logró contactar al Sr. Clifford Miller, un abogado excepcionalmente bien informado sobre el tema de la vacunación. El Sr. Miller no sólo era muy bueno con la ley, él era también un científico, habiendo alcanzado una licenciatura en física. Tenía un profundo conocimiento del método científico, lo que constituye “evidencia” científica, y de cómo esto es muy diferente de lo que se acepta como “evidencia” en un tribunal de justicia.
La Dra. Donegan y el Sr. Miller tuvieron mucho cuidado de utilizar sólo informes y estudios de publicaciones médicas como su evidencia para apoyar lo que estaban diciendo. Esto es muy importante recordarlo. Ellos sólo utilizaron información de fuentes médicas respetadas.
Este caso había comenzado con dificultades casi imposibles, sin embargo, después de casi tres años de disputas legales y una audiencia de tres semanas por el Tribunal de GMC en Manchester, el GMC llegó a esta conclusión:
El Tribunal está seguro de que en ningún momento usted permitió que cualquier opinión suya domine su deber para con el tribunal y los litigantes.
Usted demostró al Tribunal que sus informes no se derivan de sus puntos de vista profundamente arraigados y su evidencia apoya esto.
Usted explicó al Tribunal que el enfoque de su informe era proporcionar a la corte una visión alternativa basada en el material que produjo en sus referencias. Ese material fue tomado en gran parte de publicaciones que estaban, de hecho, a favor de la inmunización.
Por la evidencia presentada por usted y su testigo estaba claro que su objetivo es dirigir a los padres a fuentes de información sobre la inmunización y la seguridad sanitaria de los niños para ayudarles a tomar decisiones informadas.
Usted nos dijo que hay muchos libros escritos por médicos y otros, en este y otros países que cuestionan seriamente la vacunación y citan una gran cantidad de historia, pruebas y documentos médicos para apoyar sus argumentos. Usted no utilizó ninguna de estas publicaciones porque sabía que el GMC no los consideraría como un apoyo o referencia satisfactorios para sus recomendaciones. Utilizó en gran medida lo que estaba disponible en las publicaciones médicas referidas.
El Tribunal está seguro de que en los informes que usted proporcionó no dejó de ser objetiva, independiente e imparcial.
En consecuencia, el Tribunal constató que usted no es culpable de una falta de conducta profesional grave.
El caso entre la Dra. Donegan y el GMC fue muy parecido al de David y Goliat, y fue otro raro ejemplo en el que David ganó.
El Consejo Médico General aceptó: Los niños no necesitan vacunas para estar saludables Me gustaría que usted piense seriamente acerca de este juicio -los reclamos que se hicieron- el desenlace final y lo que podría significar para toda la industria de las vacunas:
• La Dra. Donegan fue llamada como testigo para proporcionar evidencia de que los niños no necesitan vacunas para estar sanos y que muchas de estas son innecesarias e inseguras.
• Esto atrajo la atención no deseada de parte del Consejo Médico General británico, que luego la llevó a la corte.
• Durante este juicio de 3 años, ella presentó su evidencia en contra de una dura oposición que incluía muchos controles de calidad y un equipo legal muy caro, sin embargo, la Dra. Donegan y su pequeño equipo ganaron el caso.
• ¿Qué cree usted que signifique acerca de la evidencia que ella proporcionó y el hecho de que este consejo médico no pudo demostrar que estaba equivocada?
• ¿Qué es lo que esto le hace pensar acerca de las vacunas ahora?
• ¿Y qué le hace pensar acerca de la ciencia actual cuando se presenta en un tribunal de justicia?
Este resultado sorprendente con su improbable victoria – oh sorpresa, realmente nunca llegó a los medios de comunicación. Debería haber estado en la tapa de todos los diarios del mundo, pero por supuesto, no lo estuvo. Estando los medios financiados y siendo propiedad de compañías farmacéuticas que tienen la capacidad de presionar a los gobiernos para hacer lo que ellas quieren, no es de extrañar que esta victoria histórica se haya mantenido alejada de la vista del público.
Cuando la Dra. Donegan fue acusada al principio de falta de conducta profesional grave, esto por supuesto salió en los diarios, pero después de que ella ganó, no hubo prácticamente ninguna atención de los medios. Sin embargo, ¿no piensa que el público merecía saber este resultado? ¿No le hubiera gustado enterarse sobre esto? ¿No le hubiera gustado también saber sobre las sucias tácticas utilizadas en los tribunales contra la Dra. Donegan?
Después de que el juicio con el GMC había terminado, se le preguntó a la Dra. Donegan qué había aprendido de esta experiencia:
Quizás es que si un padre dice: “Estoy preocupado por la seguridad de la vacunación”, se le dice: “Usted no entiende, no es un doctor.” Sin embargo, si un médico dice: “Estoy preocupado por la seguridad de la vacunación “, se le dice: “Usted es culpable de una grave falta de conducta profesional …”
(Fuente: http://www.collective-evolution.com/; visto en http://periodismo-alternativo.com/)
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