miércoles, 27 de abril de 2022
EL MIEDO MENOS JUSTIFICABLE
Poco antes del desembarco del día D, los aliados tomaron miles de fotos aéreas de Normandía.
Unas pocos de estas fotos fueron entregadas al Instituto Tavistock, el mayor especialista en guerra psicológica de Occidente.
En las mismas, tomadas a 4000 metros de altura, lo más notable era la presencia decenas de miles de vacas. Inmediatamente los psiquiatras militares se pusieron a pensar. La vacas producen carne, leche ... y toneladas de excrementos.
Así que ordenaron preparar bombas que exteriormente asemejaban ser bosta de vaca. Se activaban por vibración o contacto.
No causaron mucho daño físico, apenas tres camiones con sus ruedas reventadas, y dos soldados heridos. No importaba, porque la idea de la guerra psicológica es generar miedo y confusión.
Los soldados enemigos pasaron a temer el estiercol de vaca, detenían sus camiones y llamaban a los expertos de explosivos si había algo así en los caminos, evitaba ir a campo traviesa, y se ralentizaron sus movimientos. Y esa fue solo una entre cientas de acciones de guerra psicólogica.
El Instituto Tavistock fue contratado nuevamente en el 2016 para planificar la Plandemia 2020.
Esta vez se superaron, consiguieron que la gente tema al aire. Todavía se ven a millones de personas envenenando su respiración con un trapo en la cara. Creen que el aire los enfermará, cuando lo que los está matando lentamente es el CO2 de la expiración.
Además de verse como papanatas, y de reducir sus posibilidades de reproducirse, el bozal despersonaliza, hace a la gente sumisa y acobardada.
Respirar es libertad, respirar es vida, respirar es salud.
Horacio Rivara
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