El pasado dia 11, un canal propagandístico afín al Estado Islámico invitaba en Telegram a atentar contra las celebraciones de Semana Santa.
Previamente, entre finales de marzo y comienzos de abril, se había producido en Francia una oleada de profanaciones de iglesias, ataques que iban desde ensuciar con excrementos el crucifijo de un altar mayor hasta el incendio de la iglesia de Saint-Sulpice en París, que ha causado daños valorados en varios cientos de millones de euros. Esa marea vandálica venía a culminar el cerca de un millar de ataque anticristianos contra librerías, colegios, cementerios, parroquias y otros centros de la cultura católica registrados en apenas dos meses en el país vecino. Con la curiosa coincidencia de que las parroquias atacadas en lugares como Nimes o Dijon estaban dedicadas precisamente a Nuestra Señora ("Notre Dame").
La Iglesia de Saint-Sulpice en París arde el pasado día once. |
Si sumamos a estas noticias el apuñalamiento de un fiel y un sacerdote en la Iglesia de San Agustín de Varsovia el pasado dia 11, el tiroteo mortal anteayer en una iglesia de Canadá o las masacres, mayormente ignoradas por los medios, contra fieles católicos en Indonesia, India, Nigeria o Rusia, tenemos dibujado un panorama de violencia sectaria contra el cristianismo a nivel mundial.
España no es ajena a esta ola de violencia irracional, alentada tanto por la ultraizquierda más irresponsable como por el feminismo montaraz y desquiciado que se desahoga contra sus fantasmas haciendo pintadas abortistas en las iglesias o que reivindica ataques a templos en Galicia, desde la iglesia de Maside en Orense hasta la catedral compostelana.
Monumento nacional garabateado por analfabetos funcionales en Orense |
Antes de Notre Dame un fuego intencional afectó a una iglesia en Écija (aunque los medios hablaron de afectación "casual" al templo), y el año pasado fue la Basílica de Santa María de Elche la que sufrió un intento de incendio por parte de un exaltado.
A este fanatismo anti-católico hay que sumar a la turba, liderada por ediles del PSOE, que increpó el domingo a los participantes en la procesión de Ramos en Valladolid:
¿Qué es lo que está pasando? A escala nacional podemos explicar algo de la cristianofobia rampante por el innoble modo en que recolectores de sufragios -me niego a llamarles "políticos"- agitan los fantasmas de un pasado traumático cuya cicatrización les privaría del acceso a caladeros de votos emocionales e irredentos. Que tiparracas como la asalta-capillas Rita Maestre vociferen "Arderéis como en el 36" sin que la fiscalía intervenga por delito de odio (al parecer, el odio solo existe cuando son sus conmilitones los señalados) indica a las claras la parcialidad de una justicia que cada vez deshonra más el significado de su nombre.
Sin embargo, el panorama internacional revela una aversión más genérica y profunda. Tal vez hayamos perdido el respeto a los símbolos de nuestra propia identidad, algo que es aprovechado por las Élites que nos gobiernan para profundizar en la ruptura con la tradición, en el desarraigo que nos convierte en náufragos en nuestra propia casa y en la desactivación de códigos simbólicos enormemente poderosos pero olvidados por siglos de reduccionismo cientificista, materialista y cartesiano.
Será probablemente reconstruida, pero ... ¿volverá a ser la misma? |
Imagen premonitoria de la por- tada de "The Economist" 2017 |
No está de más recordar que las élites tienen por costumbre celebrar rituales de fuego entre el 15 y el 30 de abril, celebración de la "Noche de Valpurgis", noche de brujas cuya energía propicia la realización de liturgias paganas y que precede al primero de mayo, fecha esotérica por excelencia bajo la denominación de "Beltane", fiesta ancestral de la fertilidad y la luz.
"Han prendido fuego a tu santuario; han contaminado la morada de tu nombre en la tierra" (Salmos 73, 7) |
El daño, no sabemos aún si irreparable, infligido a Notre Dame es un mal augurio para el mundo cristiano occidental. Si bien el presidente masón de Francia ha empeñado su palabra en reconstruirla, lo que pudiera salir de ese empeño no será ya la encrucijada espiritual que anteayer arrasó el fuego, sino un parque temático para turistas: el Ave Fénix solo existe en los cuentos y leyendas, y las donaciones que ya se están realizando con profusión, canalizadas por las manos adecuadas, por supuesto, pueden sufragar materiales y mano de obra, pero no restaurar la belleza intemporal creada por siglos de fe, esfuerzo y dedicación.
No quiero privar de un último apunte a los más mitómanos (al fin y al cabo, la catedral herida también tuvo entre sus elementos sustentantes la fantasía): cuenta la leyenda que los verdaderos cuidadores de la catedral no eran otros que los filosóficos demonios representados en las numerosas gárgolas que adornaban los desagües y cornisas del templo. Justo hace una semana la mayoría fueron retirados como parte de la remodelación emprendida. Y, sin sus genios protectores, el templo fue pasto del fuego destructor.
Monstruos, demonios o animales fantásticos, llevan más de ocho siglos encaramados a las alturas de la catedral |
Un diablo sin oficio ni beneficio parece reflexionar en las pocas tentaciones a que puede inducir a una ciudad donde habita el libertinaje más gozoso |
Seres de pesadilla, paradójicamente más cercanos al cielo que nosotros. En ellos pudo encontrar Víctor Hugo inspiración para el deforme Quasimodo. |
¿Qué obscenos comentarios harán estos seres grotescos, ahora desem- pleados y sin cobijo por la fuerza de las circunstancias? |
Dejo al lector el sobrecogedor testimonio gráfico de la catástrofe padecida por este monumento irreemplazable, este contradictorio e inagotable palacio de piedra donde lo sagrado y lo profano se entrelazan y se funden. Son las últimas imágenes en que podrémos ver erguirse orgullosa la casa de la madre de Dios tal como la hemos conocido los enamorados de un París que tardará en sobreponerse a esta tragedia.
P.D.: La versión de que el fuego fue originado por trabajos de soldadura en la cubierta de Notre Dame hace aguas: no pudo haber soldaduras en la techumbre porque los trabajadores de la restauración habían terminado de trabajar a las 5 de la tarde (el fuego se inicia a las 18.50).
P.D. día 21: Enésimo ataque cristianófobo. En plenas celebraciones del Domingo de Resurrección estallan artefactos explosivos en iglesias de Colombo, Katana y Batticaloa, en Sri Lanka, simultáneos a otras tantas explosiones en hoteles. De momento se informa de 207 muertos y más de 469 heridos.
(posesodegerasa)