miércoles, 8 de noviembre de 2023

UNA OLLA A PRESIÓN A PUNTO DE REVENTAR



Para poner en contexto la entrada que sigue, y para que los lectores que no conozcan la situación -supongo que los habrá- obtengan un panorama completo de la misma, recuerdo que llevan varios días produciéndose manifestaciones ante sedes del PSOE, protagonizadas por ciudadanos indignados por la oferta de Pedro Sánchez de hacer borrón y cuenta nueva con la intentona sediciosa de octubre de 2017 -cuando políticos que representaban únicamente a la mitad de la población catalana quisieron declarar la independencia del territorio-, lo que incluiría una amnistía de difícil encaje en la Constitución para los perpetradores de hechos gravísimos -que además se jactan de su intención de reincidir-, una quita de la elevada deuda de la Generalitat con el Estado español y la cesión de empresas públicas a los separatistas. De materializarse el disparate jurídico no solo se habría roto la tan vapuleada igualdad ante la ley de los españoles, se estaría reconociendo la violencia como herramienta válida de acción política.

Por supuesto, el enfoque dado a las protestas por parte de los prostituidos medios de manipulación y propaganda es acusar de pertenencia a la extrema derecha, de "trumpismo" o de todo el habitual arsenal de descalificaciones simplistas a quienes creen que el ejercicio de los derechos civícos no es exclusivo de la izquierda caviar, el elegebetismo o el sindicalismo de postureo y mariscada. Baste como botón de muestra del grado de cinismo alcanzado por los desinformadores profesionales de TVE el siguiente corte:




Ayer seguí la manifestación de Madrid a través de un hijo que estuvo allí presencialmente y que me iba contando y enviando mensajes.

Lo primero que quiero señalar –y que mi hijo destacó en todo momento- es el ambiente “alegre” que se respiraba en la manifestación, era casi como una celebración por una victoria en un importante partido de fútbol, señalo esto porque los manifestantes festivos no se ponen a quemar contenedores así por las buenas, la quema de contenedores ha correspondido a buen seguro a policías infiltrados. Policías infiltrados eran seguramente algunas mujeres a las que la policía pegó, escenas muy mal interpretadas y mal rodadas, luego pongo unas breves imágenes para que las veáis.

Ayer la gente estaba conmovida porque un día antes la policía había pegado a un anciano, os digo que ese anciano me parece un infiltrado, además es un mal hablado, maneja un lenguaje vasto y chabacano, no es de fiar. Ese supuesto anciano dijo que el pueblo español ha despertado. Pues no, el pueblo español aún no ha despertado. Se escandaliza el pueblo español cuando pegan a un anciano en una manifestación, pero no se escandaliza el pueblo español de que asesinen mediante vacunas a miles de ancianos cada día en toda España, por eso digo que no, que España aún no ha despertado. El pueblo español aún no ha despertado porque le encerraron ilegalmente en casa durante meses y aún no ha dicho nada. Ni lo va a decir.

Sí que es cierto que ahora mismo España es una olla a presión a punto de reventar, pero es que el mundo entero está así. Pero esta olla a presión aún puede aguantar algún tiempo más, hasta que de repente todo se precipite. Y es que el escenario final vendrá de golpe, será algo imprevisto.

La política es visceral, la política mueve resortes muy viejos y ancestrales, pero lo mismo que viene la emoción, así se va. Lo que estamos viviendo no se puede analizar mediante parámetros políticos, lo que estamos viviendo es mucho más gordo que todo eso. Lo que está sucediendo ahora mismo en Tierra Santa tampoco se puede analizar mediante parámetros políticos, ahora ya no se trata de que entren los cascos azules de la ONU para pacificar todo aquello. Lo que allí ocurre es de otra naturaleza. Aunque es cierto que parece una guerra convencional, sin embargo no lo es.

Estamos en las postrimerías, las postrimerías es lo que está al final, estamos ya en ese final. En ese final ya no habrá un mundo donde bloques contrapuestos se estarán equilibrando durante años, no es eso lo que viene. Viene el final de los tiempos, estamos justamente en los prolegómenos de ese final. La copa se llenó y ya está rebosando (...)

(https://t.me/raulrodrigueznews)

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