lunes, 19 de diciembre de 2022

ANTI-CUENTO DE NAVIDAD



La presión por terminar pronto y poder irse a casa con los suyos no privó al Dr. Herodiano del momento de pararse a felicitar a su equipo por el excelente material obtenido. El cultivo de células embrionarias sobre el que llevaban trabajando varias semanas se había mostrado idóneo para los ensayos agendados. Sabía -la trazabilidad de la muestra era impecable- que provenían de un embarazo interrumpido por una mujer semita en situación de exclusión social, abocada a ejercer de madre soltera tras el previsible repudio de su prometido. Aunque no se tenían datos del verdadero padre, el análisis de las células embrionarias demostraba que pertenecían sin duda al linaje conocido, quien sabe por qué ignotas razones, como "estirpe de David". Con saber eso bastaba, se dijo el investigador, no hay por qué ahondar en cuestiones que atraen la polémica y la mala conciencia. Al fin y al cabo, la vida se alimenta de la vida, y en este universo de depredación al menos nosotros ponemos la muerte fetal al servicio de tratamientos médicos, terapias y vacunas. Ese pensamiento justificatorio le acompañó de vuelta a casa, donde le esperaba la cena de Nochebuena.

(posesodegerasa)

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