domingo, 8 de marzo de 2015

LAS TRES MUERTES DE OSAMA BIN LADEN



Hay tres versiones de la muerte del primer super-mega-villano del siglo XXI (y si la expresión suena a comic, por algo será), solo que no son compatibles entre sí, al menos la tercera, la más improbable. Claro, que con un personaje con tantos dobles, todo puede ser.

Imagen falsa, ¿esquela verdadera?
1.- Bin Laden murió el 14 de diciembre de 2001 como consecuencia de una insuficiencia renal. Era un hombre de salud precaria, aquejado del inusual síndrome de Marfan y obligado a someterse a diálisis cada dos días (algo que le hubiera llevado a la muerte en caso de tener que prescindir de ella refugiado en las cuevas de Tora Bora). Su estado, además, se complicó con una pancreatitis fatal.

Esta versión, indudablemente, la más coherente, fue dada a conocer el 26 de diciembre de 2001, por el "The Observer" pakistaní y por el periódico egipcio "Al- Wafd" en su nº 4633. La enfermedad de Bin Laden era tan grave que según fue publicado el 31 de octubre de 2001 en la primera plana de Le Figaro, Bin Laden fue operado de riñón en julio de 2001, tan solo dos meses antes de los ataques contra las Torres Gemelas. Lo singular es en dónde fue operado: en el hospital estadounidense de Dubai, situado entre los puentes de Al-Garhoud y Al-Maktoum, donde recibió la visita del representante regional de la CIA, Larry Mitchell.

Osama, en pleno "speech".
El corresponsal en Washington del "Telegraph" reveló que la última vez en que el Pentágono interceptó la voz de Osama, sobrevolando las cuevas de Tora Bora, fue el 14 de diciembre de 2001. Durante el bombardeo, Bin Laden usaba una radio de onda corta para comunicarse con sus militantes. Al día siguiente se dejó de oír su voz. Justamente esa es la fecha en que los citados medios musulmanes sitúan su entierro.

2.- Bin Laden fue asesinado por Omar Sheikh, un agente de los servicios secretos vinculado a operaciones de guerra sucia como el secuestro y posterior asesinato del periodista norteamericano Daniel Pearl. Omar Sheik, nacido en el Reino Unido en 1973 e incorporado a los servicios secretos ingleses MI6 fue la persona que, por órdenes de George Tenet, director general de la CIA, y del general Mahmood Ahman, director general de los servicios secretos pakistaníes, transfirió 100,000 dólares antes de los ataques del 11 de septiembre a Mohammed Atta, jefe del comando secuestrador.

Omar Sheikh

El nombre de Omar Sheikh fue dado a conocer por Benazir Bhutto, quien afirmó en una entrevista con David Frost grabada el 2 de noviembre de 2007 que éste era el agente que había asesinado a Bin Laden. La dirigente pakistaní, dos veces primer ministro, acababa de sufrir un atentado que mató a 158 de sus seguidores. Un mes después de la entrevista sufrió un nuevo ataque contra su vida, esta vez consumado. Atención a sus palabras a partir del minuto 2´27 (y a la impasibilidad con que recibe la noticia el periodista que desenmascaró a Nixon en directo):



Las dos versiones precedentes son compatibles ente sí, pues Sheikh se habría limitado a acelerar lo que la naturaleza ya estaba en camino de lograr: el silencio de un doble agente de la CIA que habría servido a la inteligencia norteamericana tanto para desviar los indicios que apuntaban al Mossad, a los servicios secretos pakistaníes y a la propia CIA de haber orquestado el 11-S, como para proporcionar la excusa para invadir Afganistán y asegurarse el dominio sobre la ruta que podría canalizar el gas del Caspio hacia el mar, sin olvidarnos de la ingente cantidad de dinero que mueve la producción local de heroína, la más lucrativa del mundo. Eso sí, la noticia se habría mantenido en secreto ante las ventajas que proporcionaba el uso de tan ilustre fantasma para imponer la agenda antiterrorista norteamericana. Muerto el archivillano, comenzaba el juego de sus dobles y sus falsos comunicados.

Confirmado: hacer el trabajo sucio de la C.I.A. rejuvenece
Las cintas de Osama Bin Laden posteriores a la transmitida el 7 de diciembre de 2001 son falsas o son grabaciones previas a su muerte. El laboratorio suizo Dalle Molle Institute para inteligencia artificial examinó la cinta transmitida en 2002 y concluyó, después de compararla con otras 20 cintas de Bin Laden, que la voz es de otra persona.

Las conclusiones de este estudio fueron dadas a conocer por el profesor Harve Boulard en el Canal 2 de Francia. Sobre la cinta de octubre de 2004, como bien señala Welfare State, ni siquiera hace falta análisis de voz de laboratorio, pues el Bin Laden robótico que aparece en el video moviendo de arriba abajo su dedo derecho es notablemente más joven que el Bin Laden enfermo y viejo de diciembre de 2001. El nuevo Bin Laden tiene pelo negro, cara llena y aspecto saludable. La voz y la imagen aparecen además desincronizadas, algo que será una constante en todos los "comunicados" posteriores del fantasma, producidos siempre en el momento más estrategicamente favorable a los movimientos estadounidenses en el complicado ajedrez de la zona.


3.- Bin Laden, el hombre más buscado del planeta, enemigo nº 1 del Imperio, habría sobrevivido plácidamente a su decretada busca y captura, a pesar de que diez años antes el doctor Sanjay Gupta había afirmado que solo le quedaban unas semanas de vida. Aislado de la electricidad y de cualquier fuente de agua purificada, necesarias para su diálisis, algún medio milagroso le había permitido vencer a la muerte y autoregenerar su maltrecho organismo (ésta debe ser la razón de que en los sucesivos videos grabados a partir de 2002 se le vea cada vez más saludable). Habiendo podido refugiarse en Cachemira o Indonesia, zonas refractarias a la infiltración de la CIA, habría preferido vivir en una casucha en Abbotabad (Pakistán, país teóricamente aliado de E.E.U.U.), a poca distancia de una academia militar por aquello de que las emociones rejuvenecen.

El clan del líder cavernario: Bin Laden y su lugarteniente
y supuesto sucesor, Al Zawahiri.
Desde allí habría dirigido la estrategia de Al Quaeda -un invento de la CIA para atribuir sus manejos a los malvados fundamentalistas islámicos- usando medios de comunicación fácilmente rastreables via satélite, y hasta allí le habría seguido la pista la inteligencia militar norteamericana que, gracias a informaciones obtenidas mediante tortura (la tecnología llevaba una década fallándoles), puedo emboscarle y, en la mejor tradición justiciera del "far west", liquidarle el 1 de mayo de 2011 (aniversario de la fundación de la orden Illuminati, dia del "suicidio" de Hitler, y fecha guay para magnos eventos). Eso sí, ni se mostró su cuerpo al público (las supuestas fotos de su cadáver fueron desenmascaradas en cuestión de horas como un montaje de Photoshop, y de los burdos) ni se le dio sepultura, sino que se tiró su cuerpo al mar -en una ceremonia de la que no hay testigos- por respetar una tradición musulmana que solo existe en la imaginación de los fantasiosos Navy Seals. Por cierto, del comando que le cazó no queda ni un superviviente: condecorados en secreto, murieron todos en combate al poco tiempo, salvo el "outsider" del grupo que prefirió suicidarse. Un tal Rob O´Neill anda dándose importancia ante los medios con la milonga de que él abatió al "coco", pero su historia no parece dar para mucho más que para suscitar la burla de los medios serios. En resumen: no queda nadie que pueda desmentir la versión oficial -e imposible- de los hechos, esa que solo se pueden creer los que no se molestan en investigarla. Lo habitual en estos casos.

(posesodegerasa, entrada publicada originalmente el 4 de enero de 2013)

No hay comentarios:

Publicar un comentario