Parece que entre los incluso entre los covilovers más recalcitrantes cabe la posibilidad de conversión, pues eso es lo que parece haberse dado en Luis Enjuanes, virólogo del CSIC que llegó en su día a afirmar que la Seguridad Social no debería atender a los no vacunados (no dijo nada, en cambio, de eximirles del pago de los servicios que pretendía negarles).
Parece que la evidencia de los daños causados por la inoculación Covid le ha hecho replantearse su talibanismo radical y reconocer que los pinchazos indiscriminados por los que abogaba no solo no aportan beneficio alguno a sus receptores, sino que están perpetuando la infección y la transmisión.
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| "Donde dije digo digo lalalalala ..." ¡Quién te ha visto y quién te ve, Luis "Enjuagues"! Lo de la coherencia, ya tal, que decía Marianico "el corto". |
Visto que ahora se lo saca de nuevo de la nariz y señala con el dedo a los inoculados, ¿pretenderá excluirles de la atención sanitaria y condenarles a cargar sin asistencia pública con las consecuencias de su precipitación, su ingenuidad y su gregarismo acrítico?
Aunque sería lo coherente, conviene recalcar que los "insolidarios negacionistas" nunca hemos exigido tales exclusiones, y eso que de ésta "íban a salir mejores" los dogmáticos y los inquisidores.
¡Será por que nunca llegaron a pedir auto de fe y hoguera para los herejes a los que ahora empiezan a dar la razón!
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Tratamiento radical anti-negacionistas con el que sueñan Antonio Resines, Margarita del Val, tu vecina la policía de visillo y algún otro pensador crítico, deductivo y abierto de mente (leáse "abiertamente demente") |
En todo caso, ¡enhorabuena por haberse apeado del burro, profesor! Aunque sea para promocionar su proyecto de "vacuna" intranasal, que tiene narices la cosa.
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