miércoles, 10 de enero de 2024

LA OMS, A LA QUE SE PRETENDE CONVERTIR EN GOBIERNO MUNDIAL, ESTÁ PROGRAMANDO UNA HAMBRUNA UNIVERSAL




Brevemente: lo que este mamarracho (por no calificarle con más rotundidad), antiguo terrorista y embustero mendaz al servicio de las farmacéuticas, está diciendo es que la agricultura, el gran avance técnico que permitió el surgimiento de la civilización, es una actividad criminal que mata a ocho millones de personas cada año. Tal cual. Una asociación privada financiada y dirigida por la mafia que trafica con nuestra salud ha decidido que los agricultores ya no son el sector productivo que surte de alimentos nuestra despensa, sino nuestros enemigos, una quinta columna de genocidas vocacionales que se ha infiltrado en un sistema alimentario y que nos está diezmando (!).

¿Y cómo lo hacen?


¡Hasesyno! ¡Jenozida! ¡Netanyahoo!
Porque si uno recopila el número total de paseantes campestres atropellados por tractores, ahogados accidentalmente en balsas de agua sin señalizar, aplastados por sacos de abono o mutilados a golpe de azada por labriegos súbitamente enloquecidos por inhalación de fertilizantes a base de nitratos ... la cifra de ocho millones no sale ni en broma. De hecho, con los dedos de una mano -incluso la mano de un mutilado a golpe de azada- basta y sobra. La acusación que hace Tedros Alcajón es más sutil: la agricultura extensiva contribuye al "CAMBIO CLIMÁTICO ANTROPOGÉNICO".

Los agricultores están colaborando con las consabidas emisiones del CO2, ese gas que es tan sano y protector cuando lo inhalas dentro de un pañal pegado a la cara pero que disuelto en la atmósfera, sosteniendo el ciclo de la fotosíntesis y haciendo crecer las plantas, resulta ser un veneno asesino (!). Que en el pasado sus niveles hayan superado ampliamente los actuales sin por ello haber aniquilado la vida en la tierra no debe distraernos. Ni tampoco el que sólo el 0,038% de la atmósfera es CO2, mientras que el oxígeno representa el 20,86%, casi 550 veces más. Los seres humanos producimos cuarenta mil millones de toneladas de CO2 cada año, pero las plantas necesitan cincuenta mil millones al año. Es decir, devolvemos a la atmósfera menos CO2 del que las plantas necesitan para sobrevivir. No importa, hay que "descarbonificar" el planeta, asfixiar a las plantas, y a ver luego quien sobrevive.


El cofundador de Greenpeace, Dr. Patrick Moore, fue claro sobre las catastróficas consecuencias de la erradicación del dióxido de carbono: "Si realmente lográramos Net Zero, al menos el 50% de la población moriría de hambre y enfermedades, porque al menos el 50% de la población depende de los fertilizantes nitrogenados para su existencia. Y hay gente que intenta prohibirlo, y Holanda y Sri Lanka ya han hecho este tipo de movimientos. Así que es realmente un deseo de muerte disfrazado, y el disfraz es para salvar la Tierra, que no necesita ser salvada, en particular". Y Malcolm Roberts, Ingeniero y Senador por Queensland, Australia, añade que el CO2 producido por los humanos no solo no afecta en absoluto la atmosfera sino que no pueden afectar el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera ya que el CO2 está COMPLETAMENTE regulado por la naturaleza”.

Los seres humanos somos responsables del 3% del total del CO2 emitido, que es menos del 0´04% de la atmósfera, lo que significa que somos responsables del 0´001% de los gases que conforman la atmósfera, y nos están contando que estamos alterando el clima -particularmente, los "malvados" agricultores- ¡con ese insignificante 0´001%!. La farsa se cae por sí sola, y si tiene adeptos es entre los ignorantes, los cínicos y los beneficiarios del control social totalitario que quieren imponernos en base a la falacia climática tantas veces desmentida por los científicos serios.


La misma estructura narrativa pretende sostener la existencia de un virus peligrosísimo que circula por ahí contradicien-
do toda la virología previa y de una emergencia climática cuyas predicciones no dejan de fallar estrepitosamente, pese
a lo cual ambas amenazas apocalípticas encuentran un eco inusitado entre los ignorantes y los totalitarios del signo que
sea. Y para colmo, a esta propaganda histérica la llaman "ciencia".
 
Las restricciones a la agricultura que se están tomando en numerosos países son un suicidio a cámara lenta para un mundo en el que, según un informe de la ONU, entre 222 y 345 millones de personas en todo el mundo padecen hambre aguda y unas 20.000 personas en todo el mundo mueren de inanición cada día, cifras que amenazan con decuplicarse si seguimos las absurdas directrices de la OMS (siglas que, a partir de ahora, habrá que desglosar como "Os Mataremos Silenciosamente").

El criminal Tetos Aljamón está proponiendo ni más ni menos que adoptemos una política "en bien de la naturaleza" que llevada a sus últimas consecuencias supondría la extinción de la vida en el planeta. Y no solo la humana. Toda la vida que ha sido posible gracias a la química del hoy demonizado carbono. El disparate es de tal magnitud que el hijo de fruta éste -por usar el eufemismo "made in Ayuso"- debería ser destituido inmediatamente y encerrado en una institución psiquiátrica en la que le repitieran punto por punto las clase de ciencias de educación primaria que se le han borrado de la cámara anecoica que tiene por cabeza.

Tu CO2 envenena la atmósfera, así que debes reinhalarlo y que te
envenene a tí solito, humano insolidario. Ese es el arbumento.
¿No es una forma de reconocer que el uso de mascarillas es tóxico?
El Tratado de Pandemias que pende como la espada de Damocles sobre la humanidad supondría ceder la soberanía y el control social absoluto a una caterva de pseudo-científicos entregados al delirio de una "solución final" que encubre el afán de despoblación acelerada decidida por una Élite globalista satánica que ha dejado las pesadillas de Orwell en pañales. No nos evitaría ninguna imaginaria "pandemia", sino el "pan" -sustituido por insectos y carne sintética- y el "demos" (población, arrojada anticipadamente al cementerio).

La OMS supone, en este momento, una organización criminal que aspira a ser todopoderosa, y de la cual hay que ir pensando en defenderse con denuedo si no queremos que se convierta en el amo de nuestras vidas ... y de nuestra muerte. Mientras no se le retire a esta mafia toda capacidad ejecutiva, todos estamos en peligro.

Y, por último, Dios bendiga a los agricultores.

(posesodegerasa)

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