PREMIO NOBEL DE MEDICINA A LOS ARTÍFICES DEL ASESINATO EN MASA DEL SIGLO

Los premios que reconocieron la lobotomía o el nefasto DDT añaden
otra infamia a su listado de aberraciones con la tipa de gallináceo nom-
bre y el Dr. Frankenstein del genoma.   

Prosiguiendo con su acrisolada tradición de premiar a auténticos psicópatas, la Academia Sueca, que ya distinguió con su reputado galardón en la modalidad de Química a Fritz Haber, inventor del gas dicloro que tanta mortandad causó en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, o en la de la Paz a "piezas" como Henry Kissinger, arquitecto de variados golpes de estado que despejaron el camino a la Dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile, al llamado "Proceso de Reorganización Nacional" en Argentina o la Dictadura cívico-militar en Uruguay, impulsor de las brutales campañas de bombardeo sobre Vietnam y Camboya y a quien Gore Vidal calificó de "mayor criminal del siglo XX"; la dictatorial Unión Europea, cuyo estilo pacificador quedó sobradamente acreditado en la destrucción de Libia y los bombardeos sobre la población civil de la antigua Yugoslavia, o Barak Obama, que pasó de su promesa electoral de acabar con la vergüenza de Guantánamo a ser el presidente EE.UU. más belicista en lo que llevamos de siglo (Somalia, Pakistán, Yemen, Siria, los conflictos heredados de Afganistán e Irak ...), no sorprenden a nadie mínimamente informado al reconocer este año el Nobel de Medicina y Biología al científico estadounidense Drew Weissman y a la bioquímica húngara Katalin Karikó por sus genocidas descubrimientos sobre el ARN mensajero usado en las "vacunas" eugenésicas del Covid-19. Sí, las mismas que han matado o enfermado a millones de personas a lo largo y ancho del globo.

Los galardonados aprendices de demiurgo consiguieron la estabilidad del ARN mensajero y también idearon el sistema para colarlo en las células, envolviéndolo en nanopartículas lipídicas. Sin estos, ejem, "avances", la mafia farmacéutica no hubiera podido desarrollar la terapia génica presentada al mundo como "vacuna Covid", después de modificar, eso sí, la definición de "vacuna", que antes del negociete no daba cabida a experimentos de este tipo.

Supongo que la concesión del Premio Nobel de la Paz a Greta Thurnberg o a Zelenski (o, directamente, al batallón Azov), el de Literatura a Bad Bunny, el de Química a Paul Janssen, inventor del Fentanilo, y el de Física a Marron, el de "El hormiguero", acabarían por redondear una edición 2023 de los Nobel que se barrunta nauseabunda.

(posesodegerasa)