Las palabras del representante palestino ante la ONU sintetizan el doble rasero con el cual Occidente mira hacia otro lado cuando Israel masacra a su pueblo y se escandaliza cuando los abusos judíos se encuentran con la respuesta violenta de los desposeídos.
“No se puede decir que nada justifica matar a israelíes y luego justificar el asesinato de palestinos. No somos infrahumanos, repito, no somos infrahumanos. Nunca aceptaremos una retórica que denigre nuestra humanidad y reniegue de nuestros derechos, una retórica que ignore la ocupación de nuestra tierra y la opresión de nuestro pueblo”.
A lo largo del año en curso, y con anterioridad al despliegue de la operación "Inundación de Al-Aqsa" por parte de Hamas el pasado día 7, 268 palestinos fueron asesinados por las fuerzas de ocupación israelíes. Esta continua masacre a cámara lenta nunca provoca notas de protesta de los gobiernos, ni abre informativos o motiva oleadas de solidaridad como cuando un delincuente convicto muere a manos de la policía francesa o estadounidense. En un mundo que se cree igualitario, hay víctimas de primera y de segunda, y la población palestina viene formando parte de los excluidos desde que la comunidad internacional los ignoró, regalando su tierra a los refugiados judíos como compensación por haber sufrido un Holocausto que la propaganda israelí ha rentabilizado hasta la náusea (curiosamente, desde antes mismo de producirse, cuando la Federación Mundial Judía fijó el relato de los seis millones de víctimas que luego se ha repetido mecánicamente sin contrastación alguna, dado que investigar lo sucedido no solo es tabú, sino ilegal en muchos países, no sea que la realidad desmienta el relato).
La historia de Israel es la historia de la lucha entre el terrorismo de Estado y el terrorismo de los desesperados, un cuento "lleno de ruido y de furia" contado por un desmemoriado, si se me permite parafrasear la cita de "Macbeth", en el que los papeles de víctima y verdugo a veces son difíciles de delimitar. Es imposible no horrorizarse ante las imágenes de los asistentes a la rave Tribe of Nova en el desierto de Negev siendo ametrallados desde camionetas por activistas de Hamas, pero tampoco se puede ignorar que este es un eslabón más de la cadena de atrocidades que viene asfixiando a una tierra disputada que desde hace 75 años no conoce la paz.
Lo que sigue sería, a grandes rasgos (pero con datos absolutamente consensuados y fiables) el relato del expolio sufrido por la población palestina ante la indiferencia de la comunidad internacional:
• 1882: En Palestina, la población judía era de sólo un 8%. El 92% de la población NO era judía.
• 1882 a 1903: Entran en Palestina 35.000 judíos.
• 1904 a 1914: Entran 40.000 judíos más. La población judía se cuadruplica en 32 años, de 24.000 almas a casi 100.000.
• 1919 a 1923: Asentamiento de otros 40.000 judíos.
• 1920: Disturbios de Jerusalén. Mueren 4 palestinos y 5 judíos.
• 1921: Disturbios de Jaffa. Mueren 48 palestinos y 45 judíos.
• 1924 a 1929: Asentamiento de 82.000 judíos más, esta vez, además, de ideología netamente sionista.
• 1929: Disturbios en Jerusalén, Hebrón, Safed y Jaffa. Mueren 116 palestinos y 133 judíos.
• 1929 a 1939: Entran 250.000 judíos más. La población judía se triplica en 10 años, de 150.000 a 450.000, duplicándose su porcentaje poblacional de un 15% a un 30%.
• 1936 a 1939: Revuelta árabe de Palestina. Mueren 5000 palestinos, 2000 casas son demolidas, y otros 9000 palestinos son encerrados en campos de concentración británicos. Un 10% de la población total palestina –unos 150.000– se encuentra entre los muertos, heridos, encarcelados o exiliados.
• 1947 a 1948: Guerra palestino-sionista. El 88% de la población no-judía –1.200.000 personas– es expulsada, y jamás se les permite regresar. La población judía pasa, en tan solo dos años, del 30% al 90%.
Como era de esperar, Hollywood puso sus medios -y el talento de Otto Preminger- al servicio de la conversión de un expolio ejercido mediante tácti- cas terroristas en una aventura épica. |
• 1947: Masacre de la refinería de petróleo de Haifa. 6 palestinos mueren tras el lanzamiento de granadas por parte de una organización paramilitar/terrorista judía contra una multitud de 100 jornaleros palestinos.
• 1947: Masacre de Balad al-Shayj. 70 palestinos muertos a manos de organizaciones paramilitares/terroristas judías. Los británicos ejecutan a tres terroristas judíos y, en represalia, éstos ahorcan a dos sargentos británicos.
• 1948: Un camión-bomba colocado por paramilitares/terroristas judíos destruye las oficinas del Gobierno Local y mata a 26 palestinos.
• 1948: Masacre de Deir Yassin, pueblo de apenas 600 habitantes. 254 palestinos son asesinados por paramilitares judíos.
• 1948: Masacre de Ein al Zeitun. 70 palestinos son asesinados por terroristas judíos.
• 1948: Masacre de Tantura. 250 palestinos son asesinados por el ejército israelí en una limpieza étnica de jóvenes civiles desarmados. Son enterrados en fosas comunes.
• 1948: Masacre de Safsaf. 64 aldeanos palestinos son maniatados, asesinados y enterrados en una fosa común por el ejército israelí.
• 1948: Masacre de Eilaboun. 14 palestinos CRISTIANOS son asesinados por el ejército israelí, 12 de ellos ejecutados después de rendirse el pueblo y ondear la bandera blanca, y 5 empleados como escudos humanos por los soldados israelíes, que después expulsaron a todos sus habitantes y saquearon la aldea.
• 1948: Masacre de Al-Dawayima. Cientos de civiles son asesinados por el ejército israelí tras la captura de la aldea palestina, comandados por Moshé Dayán, posteriormente ministro en varios gobiernos israelíes.
• 1948: Haifa, Safed y Beisán caen en manos de los paramilitares judíos. En cuestión de días, la población palestina pasa de 70.000 a 3000 en Haifa, y de 10.000 a absolutamente nadie en Safed, que se convierte “por arte de magia” en una ciudad íntegramente judía.
• 1948: Guerra árabe-israelí. 15.000 muertos árabes y 6000 judíos. Israel toma varias ciudades y expulsa a 700.000 palestinos. Palestina prácticamente desaparece, e Israel ocupa el 70% del territorio, frente al 55% que le otorgaba el plan inicial de Naciones Unidas.
• 1948: Militares judíos asesinan al mediador de la ONU, el noble sueco Folke Bernadotte, conde de Wisborg, también dirigente de la Cruz Roja Sueca. Son detenidos varios militares israelíes, pero el gobierno israelí les declara inocentes, aún existiendo pruebas que los inculpaban. Diez años después, prescritos los delitos, algunos admitieron estar implicados en el asesinato.
• 1949: Sólo un año después, Israel es aceptado como miembro de Naciones Unidas, esperando que, como miembro, acataría sus resoluciones. Sin embargo, el Estado árabe de Palestina, que estaba previsto en la misma resolución que promovía el Estado judío, nunca llega a materializarse. Y la resolución que decretaba de retorno de los palestinos expulsados nunca se llega a respetar. Los refugiados no regresaron jamás.
• 1949 a 1950: Operación Alfombra Mágica. Traslado de 50.000 judíos desde Yemen, en 380 vuelos de aviones británicos y norteamericanos, en una operación secreta que no se hizo pública hasta varios meses después de haberse terminado. Otros 200.000 llegan también desde Libia y Marruecos.
• 1950 a 1952: Operación Esdras y Nehemías. Traslado de 120.000 judíos desde Irak, alcanzándose un 90% de habitantes en Palestina exclusivamente judíos.
• 1953: Masacre de Qibya. Asesinato de 69 civiles palestinos, más de la mitad de ellos mujeres y niños, por el ejército israelí en represalia por el asesinato dos días antes de una mujer israelí y sus dos hijos tras el lanzamiento de una granada en su casa.
• 1956: Masacre de Kafr Qasim. La policía de fronteras israelí asesina a 49 civiles árabes que volvían de trabajar, entre ellos 6 mujeres –una de ellas embarazada– y 24 niños.
• 1982: Masacre de Sabra y Shatila. En un campo de refugiados, durante 36 horas y con conocimiento del ejército judío, asesinato sistemático de más de 3000 palestinos por parte de las milicias libanesas aliadas de los israelitas.
Obsérvese la proporcionalidad entre los medios a que recurren uno y otro bando. |
• 1994: Masacre de Hebrón. Un colono ilegal israelí abre fuego sobre una multitud que rezaba en la Tumba de los Patriarcas de la Mezquita Ibrahimi, asesinando a 29 palestinos e hiriendo a 125.
• 2000 a 2005: Revuelta de Al-Aqsa. Los palestinos lanzan piedras y la policía israelí abre fuego. Mueren 3400 palestinos y 1000 israelíes. Se destruyeron muchas infraestructuras palestinas, se construyó un muro de separación, y se reocuparon algunas de sus ciudades.
• 2006: Operación Lluvia de Verano. El ejército israelí mata a 405 palestinos, con bajas de 11 israelíes.
• 2008: Masacre de Gaza. El ejército israelí mata a 1400 palestinos -320 de ellos, niños-, con unas bajas propias de tan sólo 9 soldados, cuatro de ellos por fuego amigo. Los lanzamientos de cohetes palestinos, en respuesta a la ofensiva, mataron a 4 israelíes.
• 2014: 2ª Masacre de Gaza. El ejército israelí mata a 2200 palestinos, con bajas propias de 71 israelíes.
• 2021: Enfrentamientos entre manifestantes palestinos y la policía israelí. Mueren 264 palestinos –incluidos 67 niños, con más de 1900 heridos– y 10 israelíes.
• 2023: la ONU reconoce 5,9 MILLONES de refugiados palestinos. El Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) calcula que este número alcanza los 7 MILLONES.
Si esto no es la constatación de un interminable genocidio, no se cómo podemos calificarlo. Y temo que estamos asistiendo al preludio de una nueva fase especialmente cruenta de este proceso. Las recientes declaraciones del Ministro de la Guerra israelí así parecen augurarlo:
"Ésta es una guerra por nuestra existencia en la región, y por ello se tomarán decisiones nunca antes vistas".
Por parte de una potencia con armamento nuclear, sus palabras no pueden sino sonar a macabro presagio.
(con información recopilada por https://t.me/tirachinass)
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