viernes, 8 de septiembre de 2023

LA REPÚBLICA FEMINOIDE



La Reina Roja de Lewis Carroll, enunciando el dictum feminista por
antonomasia: "Primero la sentencia, ... ya haremos el jucio" (a la me-
dida de nuestros intereses, se sobreentiende)

Un poder ideológico de ultraizquierda lleva ya tiempo construyendo una república feminoide, van poniendo ladrillos en el gran muro de esa república, lo hacen sin descanso, llevan desde el año 2004 lavando el cerebro de la gente. Hace unos días intentaron poner un nuevo ladrillo más para apuntalar ese vergonzoso muro, pero les salió mal.

Más de uno recordará una iniciativa del Ministerio de Igualdad del año 2019 que decía así: “Si miras a una mujer más de 3 o 4 segundos, esa mirada puede ser considerada agresión contra la mujer”. Flipas, ¿verdad? Pues fliparás aún más con la historia de moda en este final de verano.


La Reina Roja en el mundo de la tele-irrealidad no ha cambia-
do ni un ápice su dictamen: "¡Que le corten la cabeza!". ¡Qué
poco ha cambiado el mundo desde los tiempos de Salomé.
Hace unos días una ministra ultraizquierdista (que ha promovido la violencia sexual con sus políticas de excarcelación de violadores), ha pedido la dimisión de un tipo que se dio un beso con una futbolista, se trató de un beso consentido que debido a una manipulación política se le empezó a llamar ‘agresión sexual’. La república feminoide se ha equivocado porque el caso Rubiales de pronto se ha convertido en el caso Jenni Hermoso, estamos ante el caso de una mujer que ha mentido para pisotear a un hombre. Sabemos también que ese hombre no es moralmente intachable ni mucho menos, pero lo que está claro es que esa mujer ha cambiado la versión de lo que sucedió para hundir a un hombre, y además lo ha hecho porque una ideología feminoide le ofreció la forma de hacerlo, le puso una oficina con una abogada, además de todo un despliegue mediático que consiste en tener comprados a los medios de comunicación con el dinero de todos.

No se sabe si dimitirá Rubiales, la que sí tiene que dimitir es la ministra que dijo que había habido agresión sexual, cuando ya se ha demostrado en los diferentes vídeos que eso no es verdad. No hay agresión sexual, tampoco hay abuso de poder como están diciendo ahora. Lo que hay es zafiedad y bobería por parte de Rubiales. Escribo esto porque es insoportable la podredumbre moral del feminismo institucionalizado. En el caso Jenni Hermoso ha estallado desde dentro la gran estafa que es la ley de violencia de género, una ley que se resume en esto: una decisión política de tres ministras (Irene Montero, Ione Belarra y Yolanda Díaz) ha degenerado en pocos días en una paranoia que consiste en repetir en todos los medios que el varón es un violador potencial y que abusa y se aprovecha de la mujer, cuando sabemos que eso no es verdad.


Las nueva ménades: víctimas o empoderadas según
les convenga. Schrodinger, explícanoslo.
El beso de Rubiales es zafio pero consentido. Un beso consentido no es una agresión sexual, tiene que quedar claro. Jenni Hermoso presumió en el autobús de la selección de que se había besado con Rubiales, hay un vídeo de hace días donde se ve con claridad. No ha habido agresión sexual, luego lo que se está propagando no es más que una denuncia falsa, es decir que las denuncias falsas sí que existen, ésta es una de ellas. O dicho de otro modo: desde el gobierno se le ha propuesto a Jenni Hermoso denunciar falsamente. Es verdad que aún no ha habido denuncia en el juzgado, pero la denuncia ante los medios es contundente y todo el mundo la ha podido ver.

Jenni Hermoso ha sido manipulada por la política institucional de un gobierno y por los medios de comunicación, lo que demuestra dos cosas, la primera es que la ley de violencia de género es algo diseñado para dividir a los hombres y a las mujeres; lo segundo que queda claro es que cuando una mujer ataca injustificadamente a un hombre, la primer perjudicada es ella misma. Si Jenni Hermoso se retracta, dará un gran paso hacia adelante, pero si se calla y continúa con su versión actual sobre lo sucedido, el daño que va a provocar es enorme.

Y otra cosa que se ha podido comprobar estos días, y es lo podrido que está el deporte, de verdad que no cabe más podredumbre. Esto no se arregla quitando a unos y poniendo a otros, y es que como decía Martin Luther King, “la oscuridad no puede expulsar a la oscuridad, sólo la luz puede hacerlo”.


La testigo más cercana al suceso -que tuvo que escuchar lo que se di-
jeron los implicados- mirando para otra parte. ¿Hemos de considerar-
la cómplice? ¿Será llamada a testificar? ¿Habrán salido ya de su boca
las palabras: "Mamá, ¿por qué me insististe tanto en ir a esa mierda
de sarao en el quinto c### con lo bien que estaba yo en casa?"

Gracias a Javier Negre y a Alvise Pérez por su gran trabajo en este caso que aún no ha terminado ni mucho menos. Y si por un casual Luís Rubiales dimitiera, que es posible que dimita, Rubiales tiene preparados ‘argumentos’ que harán temblar a más de uno: desde 2018 ha grabado en audio y en vídeo a personas de mucha responsabilidad en situaciones muy comprometidas. Viene un culebrón de mucho cuidado.

(Fuente: https://t.me/raulrodrigueznews)

P.D.: Comparto el himno feminista que los cachondos de Los Meconios han compuesto con el "Te estoy amando locamente" de Las Grecas como base. Sin estos condimentos de humor la desquiciada situación que nos ha tocado vivir sería insufrible.

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