A la hora de mantener una narrativa que hace aguas por todas partes los propagandistas de la timo-vacuna ya no saben a qué argumentos recurrir. El que difundía a principios de mes el Journal of Health Economics era de los que le dejan a uno estupefacto. Sobre todo porque, después de haber visto la mesura, el respeto y la bonhomía de la tropa que acudía a pincharse a los vacunódromos en plan ganado, uno calificaría a los cabestros que se peleaban por ser los primeros en recibir la banderilla con términos que no serían precisamente sinónimos de "inteligente". Más bien de lo contrario.
No se engañe pensando que inteligencia es lo que presidió el debate entre Jordan Peterson y Slavo Zizek. No, hombre, no. ¡Esto, esto es inteligencia! |
Obsérvese en las siguientes imágenes el abrumador nivel de instrucción, el proceder digno de un docto catedrático y el tono afín a Unamuno al enfrentarse a Millán Astray en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca que gasta el sujeto del polo rojo, futuro Premio Nobel de algo (de la paz probablemente no) que hace valer su derecho a no tener que volver a la cola otro día para recibir su dosis de veneno con palabras que ni Becquer mejoraría: "Saco la pistola y hago una escabechina" (min. 0´30). Una demostración de inteligencia de las que le devuelven a uno la fe en una humanidad que se manifiesta mejor ... cuando energúmenos así se autoexcluyen de ella con su conducta.
Y la Charo, reencarnación de Marie Curie, por lo menos, que espeta "Patrás, gente, patrás" ... no me digan que no les recuerda a Gandalf conteniendo al Balrog, al general MacArthur y su "volveré", a una marcial arenga escrita con letras de oro por Plutarco o Herodoto ... Pura inspiración. Ni Shakespeare, oiga.
Yo es que con tanta exhibición de inteligencia me acomplejo.
(posesodegerasa)
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