El estudio abarcó un total de 63 países, y tuvo por objetivo comprobar si la inoculación de la “vacuna” COVID-19 contribuyó a disminuir o a aumentar las tasas de mortalidad en aquellos países donde el año anterior al comienzo de la inoculación, el 2020, las tasas de mortalidad no habían sufrido variaciones significativas respecto a años anteriores.
El estudio ha sido realizado recopilando los datos referentes a las tasas de mortalidad e índices de “vacunación” COVID-19 para los diferentes países que se encuentran en la plataforma datosmacro.espansión.com, y calculando los porcentajes de incremento/disminución de sus tasas de mortalidad del año 2021 respecto a los años 2020 y 2019
El órgano oficial del N.O.M. cachondeándose sin pu- dor de los que aceptaron el veneno que les vendió. |
En las gráficas que se ofrecen a continuación, se incluyen, respecto a cada país, los siguientes factores:
2020 Tasa de mortalidad/1000 habitantes
2021 Tasa de mortalidad/1000 habitantes
2022 Tasa de mortalidad/1000 habitantes
+/- Aumento/disminución de las tasas de mortalidad respecto al año anterior
IV 2021 Índice de vacunación (pauta completa)
IV 2022 Índice de vacunación (pauta completa). Este último siempre se suma al del año anterior
Las conclusiones del estudio son abrumadoras:
De los 63 países observados, ni uno solo (0%) sufrió un descenso significativo en sus tasas de mortalidad; 25 (el 39,69%) no sufrieron variaciones significativas en sus tasas de mortalidad; y 38 (el 60,31%) sufrieron incrementos significativos en sus tasas de mortalidad.
Donde no hay “vacunación”, como es el caso de Islandia en el año 2021, no hay aumento de la mortalidad. Corea del Norte, un país cuya población no ha sido inoculada contra la COVID-19, tampoco sufre incrementos significativos en las tasas de mortalidad del 2021 respecto a las del 2020 (no he incluido a Corea del Norte en la gráfica asiática porque su población no fue inoculada). Pero estamos hablando de que en el 100% de los países en los que su población no fue inoculada, el aumento significativo de sus tasas de mortalidad es del 0%. Mientras que en los 63 países sometidos al estudio, todos ellos con su población inoculada, su porcentaje del 0% corresponde a sus tasas de descensos de mortalidad.
De los 9 países africanos cuyo índice de “vacunación” (pauta completa) rebasa el 15%, se observan aumentos considerables en sus tasas de mortalidad en 8 de ellos. Tan solo uno, Lesoto, con un índice de “vacunación” (pauta completa) del 31,89%, permanece con la tasa de mortalidad sin variaciones significativas.
Los países donde las “vacunas” inoculadas fueron exclusivamente (o casi exclusivamente) Sinopharm y Sinovak (vacunas de toda la vida de subunidades proteicas), no sufrieron aumentos en sus tasas de mortalidad. Son los casos de China y Guinea Ecuatorial; ambos con el suficiente número de individuos y el suficiente índice de vacunación como para sacar las conclusiones pertinentes. Chad, pese a que solo haya inoculado a su población con la marca Sinopharm, no puede ser incluido por que su índice de “vacunación” (pauta completa) es de un 0,47%. Pincha en este enlace para acceder a la información sobre que “vacunas” (por fabricante) fueron administradas en cada país.
En la mayoría de países donde las “vacunas” inoculadas fueron de ARNm (ARN mensajero) y de vector viral, sí puede observarse un notorio aumento en sus tasas de mortalidad.
(Fuente: https://diario16plus.com/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario