UNA INTERPRETACIÓN DIFERENTE DEL MITO DE PETER PAN

De todos los personajes de este universo, ninguno me parece mas fascinante, e incomprendido, que Peter Pan.

Nacido de la mente del escocés James Barrie, Peter abandona a sus padres al escucharlos hablar del futuro que le habían diseñado. Se dirige a su mundo y vive según sus reglas.

Sin duda es un ser contradictorio, están en conflicto su ansia de libertad y y su necesidad de no estar solo, ser parte de una sociedad, incluso si esta fue creada por él.

Alternativamente generoso y cruel, egoísta, soberbio, rebelde y valiente, hace jurar a sus niños perdidos que nunca dirán la palabra "madre". Pero luego pide a Wendy, una niña de solo 12 años, que sea madre de todos, y los arrope.

Persigue incansablemente su sombra, algo que solo Carl Jung llegó a entender, y es capaz de volar.

La psicología tradicional lo ve como un arquetipo de quien no quiere crecer, pretende vivir en el infantilismo, y jamás convertirse en adulto, algo que califican pomposamente de "Síndrome de Peter Pan".

No pueden estar mas desencaminados.

¿Que es un adulto?

Alguien que toma sus propias decisiones. Un niño no lo puede hacer.

Peter Pan rechaza la falsa adultez, que es la solemnidad, la obediencia a las normas ridículas, la sumisión a la autoridad y a las modas.

Peter Pan escucha, oculto tras la ventana, al padre de Wendy decir que si no logra hacerse el nudo de la corbata, no podrán salir a comer afuera. Eso no es ser adulto, es ser esclavo.

El Estado infantiliza a la gente, le quita compulsivamente una parte del sueldo para guardársela para su vejez, pues sino es capaz de gastársela y no guardar nada. La gente se cree muy adulta pagando su jubilación.

Lo amenaza con no dejarlo ir al bar si no se inyecta un brebaje creado por gente experta e importante, que sabe porque memorizaron libros con palabras tan difíciles como "desoxirribonucleico".

Decide por ellos qué pueden leer, qué pueden ver, qué pueden pensar.

Deben tramitar un permiso para todo, manejar, viajar, comprar, vender. Un cartel les advierte que una torta de chocolate contiene azúcares y grasas. Claro, el infeliz que la come no sabe que una porción engorda más que una zanahoria.

En Argentina y en Colombia sendas leyes prohiben a los restaurantes exhibir saleros en las mesas. Hay que esconderlos como se les esconden los chupetes a los niños de dos años.

Peter Pan es infinitamente mas adulto que cualquier ciudadano promedio.

Crea sus reglas. Eso lo hace subversivo y genial.

No se preocupen, psicólogos tradicionalistas y sanitaristas sociales, algún día Peter va a a encontrar su sombra, la va a integrar, y será en todos los sentidos un adulto. Cosa que ustedes nunca van a ser.



Horacio Rivara