domingo, 20 de octubre de 2024

SOSTENER QUE EL RECHAZO A LA INYECCIÓN COVID SE DEBE A UNA IGNORANCIA DELIBERADA ES UNA FALACIA QUE NO SE SOSTIENE (2ª PARTE)



Si los tragacionistas tuvieran un asomo de vergüenza tendrían que reco-
nocer que se la han colado y pedir disculpas por su proselitismo sin fun-
damento. Pero, como escribió Mark Twain, "ninguna cantidad de evi-
dencia conseguirá convencer a un telecreyente (o algo parecido)"

Manipulación del sistema inmune y desconocimiento científico


El artículo no aborda la complejidad inherente al sistema inmune humano, el verdadero problema sigue siendo la falta de humildad de la ciencia contemporánea, en muchos aspectos, el sistema inmunitario es un enigma para la ciencia. Las vacunas, al interferir de manera directa con este sistema, pueden tener efectos impredecibles. En lugar de admitir la falta de certeza y las lagunas de conocimiento, el artículo se basa en un optimismo cientificista que no reconoce los límites actuales de la inmunología. Esta falta de moderación científica es preocupante. En el pasado, hemos visto casos en los que productos inicialmente proclamados como seguros resultaron ser devastadores para la salud pública, como el uso de la vacuna Pandemrix a la que la OMS dio cobertura en la pandemia por gripe porcina en 2009, pero resulto en que se demostró su vinculación con la narcolepsia, el uso de DDT (dicloro difenil tricloroetano) como pesticida, De hecho en 1955, la Asamblea de la Salud Mundial, el órgano rector de la OMS, lanzó una iniciativa global y dio cobertura al uso del DDT en residencias como plaguicida.


¡Toma nene, al rico jo-DDT! Que las autoridades sanitarias han
decretado que montemos un Auschwitz en la guardería.
El DDT era considerado un pesticida razonablemente barato, y no tan gravemente perjudicial para la salud humana, lo que llevó a los especialistas en enfermedades tropicales a ser reacios a descartarlo como herramienta. Con el tiempo, se descubrieron sus graves efectos negativos, al ser potencial carcinógeno para los seres humanos. Debido a estos riesgos, el DDT fue prohibido en muchos países, como fue el caso de España, donde se prohibió en 1973. En Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ya había prohibido la mayoría de sus usos en 1972.

En 1984, la OMS reafirmó su posición de que el DDT era el plaguicida preferido para tratar los vectores del paludismo. Sin embargo en 2006, la OMS revirtió su posición anterior y anunció que el DDT volvería a ser parte de su programa para erradicar la malaria, específicamente para fumigar el interior de residencias recomendó rociar las paredes internas de las chozas de barro y de otras viviendas humildes. Según el doctor Arata Kochi, encargado de la lucha contra la malaria en la OMS era una decisión basada en la ciencia

La tragedia de la talidomida, una catástrofe sanitaria que ha dejado una huella profunda y duradera. En la década de 1950, la talidomida se presentó como la panacea para las mujeres embarazadas que sufrían de náuseas matutinas. Comercializada sin receta médica, prometía alivio sin efectos secundarios. Estaban muy equivocados, porque lo que siguió fue una oleada de nacimientos de bebés con malformaciones graves, principalmente afectados de una condición en la que las extremidades están ausentes o gravemente subdesarrolladas conocida como focomelia. Miles de familias en más de 40 países se vieron afectadas, sus vidas alteradas para siempre por un medicamento que se suponía debía ayudar.


Medicar a embarazadas siempre ha sido una de las prácticas más cuida-
dosemente consideradas en farmacia. Con dos salvedades: la criminal
administración de la talidomida y la inoculación sin garantías Covid

Todo ello sigue poniendo en evidencia una falta de ética en la industria farmacéutica y la dejadez de funciones durante años de la farmacovigilancia. Estos ejemplos históricos de errores médicos debieran servir de advertencia.

El problema aquí no es una ignorancia deliberada por parte del público como intenta hacer creer el estudio, sino una confianza ciega en la ciencia hegemónica, sin espacio para la crítica o el cuestionamiento. El artículo, al ignorar estos precedentes históricos, cae en una falacia peligrosa, como lo es creer que nuestra tecnología médica actual es infalible, cuando la evidencia nos demuestra lo contrario.

Subestimación de efectos adversos y sesgos cognitivos

Así las cosas el estudio en cuestión introduce la noción de negación deliberada de los efectos secundarios, lo que es un error conceptual y metodológico. Muchos ciudadanos que desconfían de las vacunas lo hacen precisamente porque han sido testigos de las consecuencias de productos farmacéuticos mal evaluados o porque los propios reguladores han sido a menudo incapaces de advertir los riesgos hasta que es demasiado tarde. No es que estas personas nieguen los datos sobre los efectos secundarios como propone el estudio, sino que los interpretan con un mayor nivel de precaución, conscientes de que los datos disponibles pueden estar incompletos o sesgados.

Otro aspecto altamente problemático es la selección del diseño experimental. El estudio se basa en la evaluación de cómo los participantes procesan la información proporcionada sobre las vacunas. Pero el propio diseño del estudio limita las posibles respuestas: se asume que los participantes simplemente están distorsionando los datos cuando rechazan la vacuna, en lugar de investigar si la información proporcionada es insuficiente o si los riesgos expuestos son subestimados. Los participantes podrían estar tomando decisiones perfectamente racionales basadas en sus experiencias previas o en la falta de confianza en las autoridades médicas, pero el estudio no tiene en cuenta estas variables de manera adecuada. LO que en sí mismo constituye un sesgo de confirmación y un diseño experimental defectuoso.

La estigmatización de la duda: un dilema ético

El estudio condena la "ignorancia deliberada", pero al hacerlo no considera el papel positivo de la duda en el desarrollo de la ciencia y en la toma de decisiones informadas. La duda no solo es una herramienta epistemológica clave, sino que también es un derecho humano esencial. En la ética kantiana, el respeto por la capacidad de razonar de cada individuo es un imperativo categórico. Al estigmatizar a aquellos que dudan o se resisten a las vacunas, el estudio infringe este principio, al suponer que esas personas carecen de la capacidad para tomar decisiones razonadas. Esto representa un ataque a la dignidad humana, ya que implica que solo aquellos que aceptan la narrativa dominante son capaces de razonar correctamente, mientras que los demás son presentados como moralmente inferiores o cognitivamente deficientes.


Las autoridades sanitarias advierten: aceptar la propaganda guberna-
mental no solo le vuelve a usted más inteligente y mejor informado:
también despierta sus habilidades pugilísticas.

Falta de reflexión crítica sobre la manipulación de la información El artículo ignora un hecho fundamental desde la ética comunicacional: la manera en que se presenta la información influye enormemente en la recepción de la misma. Desde una perspectiva psicológica, los estudios sobre manipulación mediática y propaganda con tácticas como la simplificación excesiva tales como presentar temas complejos de manera superficial, evitando el análisis crítico. Los trabajos de Noam Chomsky, por ejemplo "Ilusiones necesarias: Control del pensamiento en las sociedades democráticas" obra en la que profundiza en los mecanismos de control del pensamiento en las sociedades supuestamente libres, analizando cómo los medios fijan un debate público que excluye sistemáticamente todo lo que se salga del consenso institucional de las élites. han demostrado cómo la información puede ser utilizada no para informar sino para moldear actitudes y comportamientos. Estas estrategias van más allá de la mera presentación de hechos, buscando activamente moldear percepciones y respuestas emocionales. La exposición constante a estas técnicas como lo es el estudio ahora en cuestión que no es mas que un eslabón más en la cadena que ata al público a las vacunas, puede tener profundos efectos psicológicos en los individuos y la sociedad en general. La manipulación en los estudios es la que verdaderamente puede llevar a la formación de opiniones basadas en información incompleta o distorsionada. Al centrarse únicamente en la falta de procesamiento de la información científica sobre las vacunas, el estudio no aborda el contexto en el que dicha información ha sido presentada al público: en un marco mediático altamente politizado, con conflictos de intereses y agendas económicas en juego. El hecho de que las personas desconfíen de esta información no es un signo de "ignorancia deliberada", sino una respuesta lógica a un entorno de comunicación viciado por la falta de transparencia y por la manipulación. Esta omisión es, en sí misma, un sesgo ético y metodológico del estudio.

Doctor, yo sí le creo ...

Una consecuencia preocupante de este tipo de estudios es que fomentan la creciente polarización de la sociedad. Al exagerar las diferencias entre grupos, este tipo de estudios y su difusión fomentan la división y dificultan el diálogo constructivo

Reduccionismo del comportamiento humano a sesgos cognitivos

El estudio reduce el comportamiento humano en su totalidad a un conjunto de sesgos cognitivos identificables y corregibles, ignorando el complejo entramado de factores socioculturales, emocionales, históricos y políticos que influyen en la toma de decisiones. Cuando ampliamos la perspectiva más allá del único punto de vista que propone el estudio vemos que, la resistencia a las vacunas no es solo un fenómeno psicológico, sino que está profundamente arraigada en contextos históricos y estructurales de desconfianza hacia las instituciones médicas y gubernamentales. Ignorar estos factores es, desde un punto de vista ético, una simplificación que no respeta la complejidad de la experiencia humana.

Adivine el lector quién pago el estudio en cuestión
El estudio adopta una visión tecnocrática y cientificista, que da por sentado que la ciencia moderna es la única fuente válida de conocimiento. Esta postura estrecha ignora otras formas de discernir, como la medicina tradicional, las experiencias vividas, o los sistemas de creencias culturales que también proporcionan amplios marcos significativos para comprender la salud y la enfermedad. Además, desde la ética de la investigación científica, tal enfoque promueve una forma de "imperialismo cognitivo" que desestima cualquier conocimiento o perspectiva que no esté validada por el método científico hegemónico. Esto es éticamente reprobable, y metodológicamente defectuoso, ya que impide una comprensión integral del fenómeno del rechazo a las vacunas.

La objetivación de los individuos y la falta de consideración de sus derechos

Desde una perspectiva crítica, el enfoque del estudio despersonaliza a los individuos al tratarlos como sujetos pasivos que solo deben ser adoctrinados o corregidos. Este enfoque reduce a las personas, a simples agentes de error o distorsión. Esto va en contra de la dignidad y la capacidad de autorreflexión de los individuos. Como he mencionado al enfocarse en la "ignorancia deliberada", el estudio niega a los individuos su derecho a dudar y a criticar, violando principios éticos básicos sobre el respeto a la autonomía personal.


Michel Foucault desarrolló el concepto de biopoder, como el control de los cuerpos a través del conocimiento médico, centrado en examinar cómo el poder moderno se enfoca en "administrar la vida" a través la "biopolítica de la población", que se enfoca en regular los procesos biológicos a nivel poblacional. El biopoder ha ganado terreno y día a día se intenta imponer , prueba de ello es cómo se manifiesta de diversas formas en la práctica:

La medicalización de la vida con una tendencia a definir y tratar cada vez más aspectos de la vida cotidiana como problemas médicos.

Vigilancia médica: El monitoreo constante del cuerpo y la salud, creando una sensación generalizada de enfermedad potencial.


No te hagas el listillo, y acepta el criterio de los
que saben ... venderte la moto.
Normalización: El establecimiento de estándares de "normalidad" corporal y mental, categorizando las desviaciones como patologías.

Control por parte de la OMS: La internalización de normas médicas, llevando a organizaciones internacionales a que sean quienes vigilen la propia salud.

Frente a estas realidades, la educación se vuelve crucial. Invito a todos a desarrollar habilidades de pensamiento crítico lo que puede ayudar a Identificar sesgos y técnicas de manipulación y a evaluar críticamente el contenido de los estudios, o informaciones adulteradas por los medios

Mi responsabilidad continua hacia aquellos afectados por los errores presentes, pasados, y un compromiso inquebrantable con la seguridad de los pacientes en el futuro, porque La justicia tardía no es justicia.

Os invito a reflexionar sobre quién tiene el poder de definir lo que es verdadero y cómo se utiliza ese poder para influir en las decisiones de la población. En lugar de pretender convertir la discrepancia en un acto patológico, es fundamental adoptar una postura que respete el pluralismo del conocimiento y que reconozca los apaños, la desnaturalización y en definitiva los límites, inherentes a la ciencia.


(Visto en https://nataliaprego.substack.com/)

2 comentarios:

  1. Las vacunas todas las de ahora y las de antes son incompatibles con la vida y solo son una herramienta para enfermar y reducir población

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  2. Sería más fácil sostener que los que intervinieron en el pinchazo no se leyeron el vademécum de los productos que inyectaban (no descarto que no sepan leer... donde ponía "no se sabe" decían "no")
    En ninguno de los pinchazos de publicidad que vi en la pantalla hacían intramuscular.

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