lunes, 7 de agosto de 2023
LO DEL PARANOICO “CAMBIO CLIMÁTICO ANTROPOGÉNICO” RAYA EN LA ESTUPIDEZ ABSOLUTA
La última barbaridad que se quiere llevar a cabo -que no es la primera ni será la última- es el sacrificio de 200.000 reses sanas de ganado vacuno, por parte del gobierno irlandés, con la excusa de que "contribuyen al “cambio climático”.
Esta estúpida ocurrencia no sólo es dañina para el sector, sino también cara, ya que el Departamento de Agricultura pagará a los ganaderos 600 millones de euros para que los inviertan en producir alimentos veganos. Esto quiere decir que cada vaca sacrificada le costará al Gobierno Irlandés 3.000 €, cuando el precio de una vaca oscila entre los 600 € y 1.500 €.
Cualquiera que se tome en serio semejante majadería debería al menos informarse sobre el CO2, el aporte real del mismo a la atmósfera por la actividad humana y, lo más importante, si hay dinero de por medio.
Lo primero que hay que entender, es que tanto las vacas como los humanos llevamos toda la vida expulsando C02. Si bien ahora las vacas son un “peligro” para el planeta, no veo por qué no se puede llegar a la conclusión de que 8.000 millones de personas (10 veces más que vacas) son más peligrosas para el planeta que las vacas, puesto que no sólo expulsan pedos, sino que utilizan aviones, coches, calefacción, aire acondicionado, etc. ¡Ah! Y nuestro crecimiento demográfico es muy superior al suyo. Por lo tanto, esto puede llevar a pensar que sería bueno también para la salud del planeta sacrificar humanos.
La gente se cree (sin contrastar) todas las sandeces que dicen los medios de comunicación, los políticos (que por cierto, ¿qué sabrán ellos del CO2?), los “científicos paniaguados” del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) o las estupideces de la ignorante “Greta majareta” (Greta Thunberg) que asegura que la actividad del hombre está destruyendo el planeta. Esto sencillamente no es cierto.
El clima de la Tierra lleva cambiando desde que se formó. Si ahora las condiciones meteorológicas parecen más extremas que antaño, es simplemente porque hay un alarmismo diario intencionado que no cuenta toda la verdad.
Además, sabemos que hoy en día se puede manipular el clima, tal y como se reconoce en la información publicada, el 10 de abril de 2023, en la página web de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET): ver aquí, también aquí y aquí.. Entonces, ¿quién me dice a mí que los dueños del mundo –proclives a la despoblación- no están detrás de todo este “sarao”?
Lo que estamos viendo puede que no sea el resultado de un cambio del clima normal, sino más bien la manipulación del clima por parte de la clase dominante, que puede estar utilizando la tecnología HAARP y la pulverización de productos químicos y metales pesados en nuestros cielos para modificar a su antojo el clima. Evidentemente, no tenemos pruebas contundentes de que esto sea así, pero no sería descartable, dado el potencial tecnológico de los militares (alto secreto) que es muy superior de lo que la mayoría de la gente cree.
La falsa narrativa climática hará lo mismo que hizo el Covid-19: crear en la población el pánico necesario para que acepte sin rechistar todas las medidas draconianas, habidas y por haber, en aras a salvar el planeta. Planeta, por cierto, que no necesita ser salvado.
El clima se ha convertido ahora en la herramienta principal que la plutocracia está utilizando para monopolizar la agricultura, la ganadería y la producción de alimentos en general.
Pero los dueños del mundo no sólo planean deshacerse de las vacas, sino que quieren controlar todos los aspectos de nuestras vidas: lo que comeremos, dónde y cuándo podremos viajar, la cantidad de energía que podremos consumir e incluso quiénes podrán procrear.
¿Comprendes ahora un poco mejor a donde pretenden llevarnos a través de la absurda farsa del “cambio climático”?
Es hora de decirle a toda esa población ignorante y sumisa, que no hace otra cosa que consumir propaganda de la televisión, que el clima está siendo utilizado para controlarnos, esclavizarnos y muy probablemente para matarnos.
Cada vez que oigas a todos esos defensores del “cambio climático” pronunciarse sobre la necesidad de matar animales para salvar el planeta, ten en cuenta lo siguiente: El C02, o dióxido de carbono, es absolutamente imprescindible para la existencia de la vida en la Tierra, ya que sin él todo moriría. Por lo tanto, llegar a “cero neto” de CO2 (el estúpido objetivo de los “salvadores del planeta”) es un suicidio, y lo saben.
Lo que está sucediendo, es que el “cambio climático” está siendo utilizado para forzar a la humanidad a vivir en una gigantesca “jaula de grillos”, donde seremos esclavos de una casta privilegiada de ricachones sin escrúpulos.
Y no, no lo están haciendo para salvar el planeta. El planeta les importa una mierda (con perdón). Si realmente les importara, no utilizarían la histérica “agenda verde” para promover una tecnología más contaminante y derrochadora de recursos que la que utilizamos actualmente.
Para “salvar el planeta”, y con ello al ser humano, no hay necesidad de matar animales, sólo hay que deshacerse de la partitocracia y despojar a banqueros y multimillonarios de sus inmensas fortunas.
El nuevo ataque contra la humanidad, después del Covid-19 y la guerra de Ucrania, ya está en marcha. Se trata de catástrofes climáticas apocalípticas programadas.
Al igual que con el Covid-19, las artificiales estrategias de choque climáticas generarán el mismo pánico en la población, que originó el famoso “coronavirus”, con el fin de imponer medidas coercitivas que ninguna persona en su sano juicio aceptaría: sacrificio de animales, reducción de zonas agrícolas, impuestos sobre el CO2, restricciones de movilidad, cupos energéticos limitados y muchas otras cosas más.
Para terminar, decir que el supuesto cambio climático antropogénico puede que, efectivamente, esté ocasionado por el hombre. Pero no por las emisiones de CO2 a la atmósfera, sino por la geoingeniería y las instalaciones HAARP, repartidas por el planeta.
(Visto en http://pepeluengo.blogspot.com/)
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