lunes, 24 de mayo de 2021
ESPAÑA: SE ESTÁ VACUNANDO DE COVID SIN GARANTÍAS, RECETA MÉDICA NI CONSENTIMIENTO INFORMADO
La inoculación de tratamientos experimentales aprobados de urgencia en los así llamados «vacunódromos» instalados a lo largo del país, en estadios, centros de ocio y parques empresariales, citando a los asegurados o trabajadores a través de llamada telefónica, SMS o email de empresa difícilmente puede considerarse ajustada a la ley, dado que incumple diferentes normas.
La ficha técnica de la vacuna Covid-19 (página 17 por ejemplo de la Comirnaty, la de Pfizer) indica bien claro:
"Medicamento sujeto a prescripción médica".
Pero que yo sepa y corregidme si me equivoco, las vacunas Covid están poniéndose sin que un médico las recete: te llega el aviso, te presentas donde te digan y extiendes el brazo; quince minutos de espera por si pasa algo y a casa de nuevo.
Otro requisito que se incumple, por lo general, es facilitar el consentimiento informado del paciente. Este debería ser informado por el médico que realiza la prescripción (previo estudio personalizado, que esa es otra, nota del "blogger") de que la vacuna que va a recibir se realiza bajo una autorización de emergencia otorgada por las agencias reguladoras de fármacos, por lo que hablamos de un tratamiento experimental en el que se solapan la fase cuatro de su estudio y su utilización a gran escala en la población. Por tratarse de un tratamiento aún en pruebas, es posible que se vean afectadas las coberturas de sus seguros médicos o de vida privados según las clausulas de su contrato. De hecho, la aseguradora Bupa, cuya filial en España es Sanitas, no da cobertura sanitaria a los efectos adversos de estas vacunas.
Se desconocen los efectos a medio o largo plazo que puedan resultar perjudiciales para su salud y la de las personas de su entorno. También hay que saber que aún vacunados se puede propagar la enfermedad por lo que la persona inmunizada no estará exenta de las restricciones de salud pública. La vacuna que se le está administrando no es esterilizante (al menos en el sentido sanitario, porque en el reproductivo el usuario puede llevarse una desagradable sorpresa, nota del "blogger"), por lo que puede infectarse y contagiar a otras personas.
Si se encuentra en una región de alta transmisibilidad de la enfermedad, es muy importante que extreme sus cuidados para evitar el contagio, en las primeras semanas tras la administración de la vacuna, periodo en el que se está produciendo la seroconversión.
En el generalmente inexistente consentimiento informado deberían figurar los posibles efectos adversos conocidos. Se desconoce la duración de la protección y es posible que necesite dosis de recuerdo en los próximos meses. No existe precedente en la historia de la humanidad en la que se haya realizado una vacunación masiva, con una vacuna profiláctica, en el seno de una pandemia con alta transmisibilidad de la enfermedad.
En el escenario actual, es posible el desarrollo de nuevas variantes del patógeno y de resistencia del virus a la vacuna. También deberían figurar en ese documento las alternativas terapéuticas a esta vacunación. A título de ejemplo, aquí se puede ver el modelo de consentimiento informado la Comunidad de Madrid, que no se ajusta a la normativa legal por las razones expuestas.
Es muy escueto, apenas cuenta nada. Pero como explico, es que ni siquiera se ofrece a la mayor parte de los vacunados.
Se está vacunando sin receta médica ni consentimiento informado. Como se procede con el ganado.
(Fuente: http://www.migueljara.com/)
P.D.: Añado otra obviedad, que hace notar una comentarista del sensato artículo que reproduzco: la obcecada insistencia en querer vacunar a quien ha pasado ya la enfermedad no se justifica desde ningún punto de vista, sabiendo que dispone de la mejor vacuna posible, que es la inmunidad natural adquirida.
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