¿QUÉ PRECIO TIENE LA VIDA HUMANA?

Comparto un texto incómodo, pero necesario, de mi cuate marplatense, el abogado Horacio Rivara, que aborda una de las claves soslayadas por quienes vienen justificando imposiciones asfixiantes y antihumanas con la excusa de proteger la vida y la salud a toda costa, haciendo de esos valores -condenados inevitablemente al fracaso final, puesto que somos seres sujetos a caducidad- algo absoluto, sin admitir que es un derecho fundamental el ceñirse a una escala de valores diferente, y que cargar al prójimo con las propias creencias, valores y jerarquías es una forma de dominación más propia de los tiempos del fanatismo y las guerras de religión que del estado de derecho y las sociedades abiertas, plurales y respetuosas con los derechos humanos.

Sí, es cierto que la vida humana es invaluable EN SÍ, pero lo que no podemos dejar de considerarla es TASABLE, pues sin el consenso en ello se vuelven imposibles operaciones (la sanción del homicidio sería el ejemplo más obvio) sin las cuales una convivencia normativizada se hace imposible. Los valores son, al fin y al cabo, ficciones jurídicas necesarias, de las cuales nunca debemos olvidar su carácter, como nos recuerdan con amenidad y didactismo las líneas que siguen:

Hace 77 años, mi abuelo, militar a cargo de la oficina de Aviación Civil, recibió un extraño pedido. Un grupo de personas deseaba practicar paracaidismo, y eso estaba prohibido desde 1924 a raíz de una serie de accidentes mortales. Mi abuelo condescendió:

- Señores, por supuesto que levanto ya mismo la prohibición, cada persona es libre de arriesgar su cuello si así lo desea.

Desde ese día, unas 80 personas murieron practicando el deporte. Otras miles disfrutaron la actividad sin incidentes.

Si yo pregunto si la vida es el bien más valioso, la mayoría diría que sí.

No lo es. Creer que lo es lo que pone a la sociedad en manos del totalitarismo.

Cada año mueren en Argentina 4.000 personas en accidentes de tránsito. Si prohibiésemos circular, esas personas vivirían. Si, pero el costo de bienestar, libertad, comodidad y económico, sería enorme.

Sin libertad la vida no merece ser vivida.

Miles de personas mueren teniendo sexo, ¿vamos a prohibirlo?, otros se ahogan, ¿pero como sería la vida si nos prohiben meternos en el mar, chapotear en una piscina, río o lago? Una vida sin papas fritas, sin vino, sin abrazos. ¿cuánta gente muere por amor no correspondido? Pues prohibamos enamorarnos.

En 1962 quisieron prohibir el ski en Francia, pues se mataban mas de 900 personas al año practicando el deporte. Por suerte todavía la gente pensaba, y los franceses no iban a renunciar a lo que los hace felices.

La Dictadura Sanitaria Global no solo se basó en mentiras, porque incluso si hubiese sido todo cierto, el error de las masa fue filosófico, creer que a vida vale mas que la libertad.

La vida es invaluable, dicen los confundidos.

Mentira, claro que es valuable, si fuese invaluable no podria haber líneas aéreas de pasajeros, parques de diversiones o escuelas de equitación.

Vale aproximadamente 100.000 dólares. Así lo calculan las compañías de seguros. Suficiente para que hoy un Chevrolet Cruze sea muchísimo más seguro que un Corvair, de la misma marca, de 1959. Y en parte es más seguro gracias a todos los que se pusieron el Corvair de sombrero. Pero no absolutamente seguro, eso no existe.

42 personas se van a morir este mes escalando el Everest, y no es condenable. Porque los humanos lo vemos y queremos subirlo. Y si alguien, con el pretexto de cuidarnos, nos quita eso, dejamos de ser humanos.

¿Tener un arma me crea un peligro? Si, y a los demás también, pero me gusta sentir que puedo defenderme de un criminal, y especialmente de algún pichón de dictador que me quiera llevar por delante. Puedo reducir el peligro. Y me gusta que el que quiera tenerla la tenga. Pol Pot no hubiese podido masacrar a un cuarto de la población de Camboya si un alto procentaje de esta hubiera tenido armas de defensa personal.

Por supuesto que debo responder por esta, libertad y responsabilidad van juntas.

De algo estoy absolutamente seguro, si renuncías a la libertad, a cambio de seguridad, perderás ambas.

Y no te están cuidando, te estás quitando todo.

Horacio Rivara