SE CONFIRMA QUE LAS INYECCIONES COVID PUEDEN MODIFICARNOS GENÉTICAMENTE

La revista Nature Scientific Reports publicó el pasado 23 de abril un estudio titulado ‘ Altas tasas de integración espontánea de ADN lineal modificado finalmente en la transfección de células de mamíferos‘. Las implicaciones para el futuro de la raza humana son realmente graves.

El informe examinó la capacidad de diversas formas de ADN utilizadas como vehículos de transmisión de genes para integrarse en el ADN del organismo objetivo:

«Todas las formas de ADN lineal dieron como resultado una alta fracción de células transfectadas de manera estable: entre el 10 y el 20% de las células transfectadas inicialmente».

El proceso de transfección

La transfección implica la inserción de ácidos nucleicos extraños en una célula. ¿Qué significa para nosotros la estabilización de este proceso? La integración estable (permanente) de material genético en el cromosoma de una célula huésped puede dar como resultado la activación de oncogenes (genes cancerosos) o la desactivación de genes supresores de tumores. En pocas palabras, puede causar cáncer.

En un intento por evitar que esto suceda, el material genético, incluido el utilizado en las inyecciones de ARNm, ha sido “protegido” (ver ilustración inferior). Sin embargo, inesperadamente, el estudio encontró que “la modificación final del ADN lineal no disminuyó significativamente la tasa de integración [en líneas celulares humanas]”.

Las moléculas de ARNm se sintetizan in vitro con una estructura 5′-cap 1 y nucleótidos
modificados químicamente como sustitutos de los nucleótidos naturales, lo que mejora la
estabilidad y la eficiencia de traducción del ARNm y reduce la respuesta inmune innata.

Se nos ha asegurado repetidamente que las inyecciones de ARNm no podrían integrarse en el genoma humano. Nuestras preocupaciones fueron a menudo descritas por los llamados “verificadores de hechos” como teorías de conspiración. El estudio encontró que esto no sólo puede suceder, sino que podría ocurrir con una frecuencia de hasta el 20%, un caso de cada cinco.

El resultado de estos eventos de integración del ADN sólo puede describirse como un choque de trenes de proporciones globales que se desarrolla lentamente. La integración del ADN de esta manera es hereditaria: puede transmitirse a generaciones futuras, colocando a los hijos de nuestros hijos, etc., a la sombra de enfermedades genéticas creadas por científicos que ignoraron la evidencia de daño y presionaron para someter a toda la población mundial a la experimentación biotecnológica novedosa.

Las inyecciones de ARNm, mal llamadas “vacunas” de ARNm contra la covid, están programadas para producir una proteína de pico (spike) que ahora se sabe que es tóxica para el funcionamiento del corazón. Como informó recientemente el Informe Hatchard, se ha descubierto que el daño cardíaco al miocardio es 1.000 veces más común de lo que actualmente admite nuestro gobierno y afecta a 1 de cada 35 receptores de la inyección. El estudio mencionado anteriormente en Nature da motivos razonables para suponer que incluso este riesgo tan elevado puede ser mayor, más duradero y afectar a las generaciones siguientes.

El riesgo de cáncer no está en gran medida cuantificado, pero como también informó recientemente el Informe Hatchard, hay datos que indican un aumento de las tasas de cáncer en relación con los calendarios de vacunación. Los períodos de gestación asociados con la formación de cáncer inducido por inyecciones parecen ser más cortos que los tradicionalmente atribuidos a los cánceres. A menudo se los describe ahora como turbocánceres. El estudio de Nature también da motivos para suponer que la administración generalizada de inyecciones de ARNm podría haber aumentado considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer a lo largo de la vida.

La integración de secuencias de ARNm no es el único mecanismo potencial causante de cáncer. Ahora se sabe que las “vacunas” de ARNm están contaminadas con vectores de ADN plasmídico como resultado del proceso de biofabricación comercial de Pfizer. El artículo de Nature demuestra que estos fragmentos de plásmidos, de los cuales hay miles de millones en una dosis de la inyección, pueden integrarse en nuestro ADN.

ADN plasmídico en los viales

Puede ver un informe sobre esta contaminación elaborado por un microbiólogo altamente calificado, el Dr. Phillip Buckhaults , presentado en una audiencia del Senado de Carolina del Sur. El Dr. Buckhaults traduce esto en un lenguaje accesible. Esta es una discusión muy interesante porque el Dr. Buckhaults es un defensor de las «vacunas» biotecnológicas. Intenta explicanr que algo parece haber salido terriblemente mal con el proceso regulatorio, pero al mismo tiempo, insinúa que las futuras inyecciones puede ser que sean seguras.



Si se junta el artículo de Nature con el vídeo de la audiencia del Senado se demuestra que la integración del ADN puede ser más común que rara, como insinúa el Dr. Buckhaults.

El Dr. Buckhaults describe la contaminación rutinaria por plásmidos de las “vacunas” de ARNm que se administran al público como un caballo de Troya que plantea un peligro previamente inesperado para la salud pública.

Los senadores en la audiencia profesan su comprensión limitada de la ciencia y su incapacidad para tomar medidas para proteger al público. Quieren saber quién tiene la culpa, a lo que el Dr. Buckhaults responde en esencia que Pfizer debe haber conocido el riesgo de la integración del genoma pero no lo abordó ni lo analizó. En la misma audiencia, la Dra. Janci Lindsay va más allá y sugiere que la contaminación no fue accidental sino intencionada.

🧵 THREAD

DNA & SV40 In The #Pfizer Shot

Dr. Janci Lindsay & Dr. Phillip Buckhaults testify that the Pfizer shot has been found to be contaminated with DNA, which can permanently alter your genetic code, and SV40 sequences which can infect the E.coli in your gut, turning you… pic.twitter.com/bVqkS1TNc7

— Coronavirus Plushie (@c_plushie) September 19, 2023

El Dr. Buckhaults termina diciendo que, por lo que sabe ahora, no hay manera de que tomara una inyección de ARNm sin antes realizar una prueba para detectar contaminación de ADN y, si lo hubiera sabido antes, no se la habría dado a sus hijas. El testimonio ha generado una avalancha de comentarios científicos informados y preocupación:

I listened to Dr. Phil Buckhaults’ over 30 minute testimony and Q and A in South Carolina and saw good science raising concerns about contamination of COVID mRNA vaccine with DNA.

South Carolina is fortunate to have @P_J_Buckhaults who raises safety concerns related to billions…

— Wafik S. El-Deiry, MD, PhD, FACP (@weldeiry) September 17, 2023

El exceso de mortalidad en Nueva Zelanda y otras naciones altamente vacunadas, que continúa a niveles sin precedentes. A diferencia de los médicos de Carolina del Sur, nuestros profesionales científicos de Nueva Zelanda ni siquiera han advertido a nuestros políticos de ningún peligro. En cambio, se apegan a una narrativa obviamente falsa y deliberadamente engañosa.

El Dr. Buckhaults sugirió que, como mínimo, los receptores de la inyección ahora deben estar informados de los riesgos graves a largo plazo recientemente verificados de enfermedades cardíacas y formación de cáncer. Entonces, ¿qué forma podría adoptar esto? Increíblemente, una carta enviada a los médicos alemanes la semana pasada les indica que los futuros receptores de la inyección de refuerzo contra el covid ahora deben firmar un formulario reconociendo que no habrá compensación en caso de sufrir una lesión por la vacuna.

Good luck with the vax campaign
The German doctors are informed about the new covid vax to be given this autumn but are also informed that all patients should sign that they have been informed that there is no compensation for vax related harms. pic.twitter.com/D4ABexGnzZ

— sborg40 (@sborg40) September 16, 2023

Esto sólo parece formalizar las políticas de facto que parecen haber sido adoptadas en la mayoría de los países como posición predeterminada. Las autoridades médicas de Nueva Zelanda no hicieron planes con anticipación para hacer frente a los efectos adversos. Mire AQUÍ los cuatro minutos de un seminario web sobre atención primaria y comunitaria en Nueva Zelanda celebrado el 19 de mayo de 2021, donde el anfitrión principal explica:

«No existe financiación específica para cubrir la atención primaria de las personas que presentan efectos secundarios después de la inyección Covid ni financiación para cubrir la presentación de un informe de eventos adversos a CARM».

Tampoco se puede entender por qué, hasta el día de hoy, muchos políticos todavía parecen creer que no existe nada parecido a una lesión por inyección contra el covid. Un líder de un partido respondió la semana pasada a una pregunta de un elector sobre los daños causados por las inyecciones diciendo: “A nadie le importa esto”. La mayoría de los líderes de los partidos son bastante capaces de hacer declaraciones similares. ¿Hasta qué punto tendrá que llegar la incidencia de enfermedades graves antes de que despierten?.

Mientras tanto, continúa el obstinado engaño contra las víctimas de las inyecciones. A la mayoría de las víctimas de la creciente incidencia de cáncer, accidentes cerebrovasculares o enfermedades cardíacas ni siquiera se les dice que podrían deberse a las lesiones causadas por las inyecciones. Nuestros políticos se alegran de dejarnos en la oscuridad; de lo contrario, podríamos reconsiderar nuestras preferencias electorales e incluso pedir una compensación y, responsabilidad. El Foro Economico Mundial les sigue financiando sus respectivas campañas politicas mientras se ajusten a los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU, financiada por el grupo Vanguard BlackRock.

(Visto en https://cienciaysaludnatural.com/)