La Doctora Maria Jose Martínez Albarracín, Catedrática en Procesos Diagnósticos Clínicos, ha sido desde el comienzo una de las voces más claras y contundentes en nuestro país acerca del fraude, el abuso y la manipulación institucionales en la “crisis del COVID”. Actualmente jubilada, dentro de su larga trayectoria profesional ha sido profesora de Bioquímica, Inmunología, y Técnicas Analíticas Instrumentales en el Ciclo Superior de Formación Profesiónal de “Laboratorio Diagnóstico Clínico”. La siguiente entrevista fue concedida vía chat telemático.
Desde que comenzó esta crisis global ha estado usted advirtiendo de que el relato oficial de la pandemia no era coherente ni creíble en muchos sentidos, y que sólo puede explicarse como resultado de turbios intereses y circunstancias ocultos al gran público. Volviendo a aquellos momentos iniciales, ¿puede recordar qué fue lo primero que de alguna manera le hizo “despertar las alarmas” en este sentido?
Mis alarmas se despertaron cuando comprobé que los medios de comunicación “mainstream” sobre todo la Tv, daban una información demasiado repetitiva de algo que estaba pasando muy lejos: en China. Hace tiempo que cuando veo algo parecido me decido a buscar fuentes alternativas de información para contrastar.
La doctora Martínez Albarracín, integrante de "Médicos por la verdad" |
Lo que ya me hizo pensar que, definitivamente, había algo turbio fue la declaración de la epidemia en Italia pues, a pesar de que “se tuvo cuidado” de esperar a que pasara el Año Nuevo Chino, donde se producen millones de desplazamientos de ciudadanos chinos por todo el mundo, no se pudo encontrar la trazabilidad del primer contagio italiano. Es decir, el primer caso italiano no había tenido contacto con ninguna persona china ni había viajado. Si supuestamente el virus se había originado en el mercado de Wuhan, ¿cómo había saltado hasta Italia?
… y cuando comienza su investigación personal, en el momento de, digamos, “comenzar a tirar de los hilos” ¿qué primeros hallazgos llamaron su atención?
El 3 de enero de 2020 aparece la noticia de que USA mata en un ataque dirigido en Irak al poderoso general iraní Qassem Soleimani líder de la fuerza de élite Quds, lo que aumenta la tensión ya existente en el Golfo Pérsico y hace temer la posibilidad de que se produzca una escalada bélica nuclear… durante el mes de enero es también cuando se acentúa el bombardeo de noticias sobre la expansión de la epidemia en China. Empiezan a circular por las redes datos sobre la existencia de un laboratorio de virología en Wuhan del más alto nivel BSL4, especializado en experimentos con coronavirus y que está situado cerca del mercado de Wuhan de donde se dice que se inició la propagación del nuevo virus. También se difunde en la red un vídeo sobre el llamado Evento 201 …
¿en qué consistió?
El Centro John Hopkins para la Seguridad de la Salud en asociación con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates organizaron el “Evento 201“, un ejercicio pandémico de alto nivel el 18 de octubre de 2019, en Nueva York. El ejercicio ilustró áreas en las que serían necesarias alianzas público / privadas durante la respuesta a una pandemia severa para disminuir las consecuencias económicas y sociales a gran escala provocadas por un nuevo coronavirus. Anunciaban entonces que “la próxima pandemia grave no sólo causará grandes enfermedades y pérdida de vidas, sino que también podría desencadenar importantes consecuencias económicas y sociales en cascada que podrían contribuir en gran medida al impacto y sufrimiento global”.
Entre las conclusiones de dicho evento destaco especialmente: LA CLAVE ESTÁ EN LA COOPERACIÓN DEL SECTOR PÚBLICO CON LA INDUSTRIA PRIVADA:
1. Los gobiernos deberían proporcionar más recursos y apoyo para el desarrollo y la fabricación de vacunas, terapias y diagnósticos que serán necesarios durante una pandemia grave.
2. Los gobiernos y el sector privado deberían asignar una mayor prioridad al desarrollo de métodos para combatir la información errónea y la desinformación antes de la próxima respuesta pandémica.
Antecedentes: Bill Gates, en el año 2015, ya hablaba de la necesidad de inversión en el sector sanitario apuntando al hecho de que las futuras guerras serían biológicas.
Es decir, ya se apuntaba a los dos puntos fuertes que han sustentado todo este montaje: la necesidad de inyectar dinero en la empresa privada, tecnológica y multinacional desde luego, y la necesidad del control de la información y de las personas.
Estos dos factores entonces, ¿son la clave para comprender todo lo acontecido?
Diversos analistas geopolíticos como Daniel Estulin alertaban desde hace tiempo sobre la quiebra ineludible del sistema liberal bancario-financiero, debido al apalancamiento monstruoso del mismo y a la gigantesca crisis de deuda (en su libro La Trastienda de Trump y en diversos vídeos y seminarios de este autor).
Quassem Soleimani y Michael D´Andrea, poderosos líderes militares de Irán y EE.UU. respectivamente, asesinados en enero de 2020 |
El plan B era la guerra biológica.
… Lo cual nos lleva a lo que investigadores como Máximo Sandín o Luc Montagnier han advertido acerca de un virus quimérico artificial, ¿correcto?
Efectivamente, el Dr. Máximo Sandín dice cosas como: “cultivar virus humanos en embriones de otros animales en los que se expresan multitud de virus endógenos, conduce a que se produzcan hibridaciones con sus virus correspondientes con lo que se producen virus infectivos de características diferentes a las originales”.
Pero vayamos a los hechos:
El 27 de enero de 2020, Prashant Pradhan y otros integrantes del instituto indio de tecnología publicaron un artículo en Science que fue retirado rápidamente por presiones políticas, y que demuestra que una proteína de la envoltura de virus tipo VIH conocida como Gp41 se integró en las secuencias de ARN del SARS-CoV-2. Luc Montagnier, hizo un descubrimiento similar al encontrar Gp41 en el virus SARS-CoV-2, que es el dominio transmembrana de virus conocidos como VIH.
Judy Mikovits es una bioquímica estadounidense que trabajó para NIH en experimentos de ganancia de función del virus de Ébola. Los experimentos de ganancia de función consisten en investigar cómo hacer virus conocidos mucho más letales y contagiosos. Ella opina que “lo que pudo ocurrir es que partes del virus se adquirieran a medida que desarrollaban el SARS-CoV-2 en las células Vero-E6, las células de riñón de mono donde se desarrolla el VIH”. La adición de esta envoltura proteica del VIH le da al SARS-CoV-2 la capacidad de dañar el sistema inmunológico. También contribuye a su patogenicidad, “en especial, al atacar a los linfocitos T porque son las células que las proteínas del VIH 120 y la Gp41 infectan a través del CCR5 en el receptor CD4”.
“Entonces, se afecta la respuesta inmunológica adaptativa, y de esta manera se fomenta la inflamación. Y la potente inflamación llamada “tormenta de citoquinas”, es lo que daña gravemente los tejidos y órganos”. Según Mikovits, la línea celular contaminada es la que proviene del riñón de un mono llamada Vero E6, que fue suministrada por Fort Detrick.
Aunque para esta investigadora la causa de la COVID-19 podría ser en realidad XMRV, que significa “gamma retrovirus xenotrópico, relacionado con el virus de la leucemia murina” que se ha inoculado con las vacunas y que es activado por el coronavirus. En una entrevista con el Dr. Mercola afirma lo siguiente:
La COVID-19 no es causada por el SARS-CoV-2 por sí sólo, sino que es el resultado de una combinación de SARS-CoV-2 (que parece haber sido manipulado para incluir componentes del VIH que atacan el sistema inmunológico) y otros factores. La infección previa por XMRV (gammaretrovirus humano) puede facilitar la manifestación de COVID-19.
La doctora Judy Mikovits, viróloga puntera en EE.UU. que ha denunciado la corrupción de la industria farmacológica, una de las figuras más destacadas en la presente crisis |
Los productos sanguíneos y las vacunas están contaminados con XMRV que puede dañar el sistema inmunológico y causar síndrome de fatiga crónica, cáncer y otras enfermedades crónicas.
Los virus se propagan dentro de los laboratorios, ya que se han adaptado para activarse y contaminar las líneas celulares que se utilizan en la producción de vacunas y otras investigaciones víricas incluyendo la investigación sobre el coronavirus.
Las vacunas contra la gripe han propagado una serie de virus peligrosos en todo el mundo, que luego pueden interactuar con el SARS COV-2.
El SARS-CoV-2 es más peligroso y virulento que los coronavirus típicos porque incluye secuencias de VIH, SARS y otro virus, ya que no solo infecta el epitelio respiratorio. También puede infectar células sanguíneas y órganos hematopoyéticos como el bazo.
Chris Martenson, bioquímico estadounidense, también analista económico, con un doctorado en neurotoxicología, es otro científico que afirma que el SARS-CoV-2 fue creado en un laboratorio por las siguientes razones:
Para ingresar, el virus debe unirse a un receptor ACE2 o CD147 en la célula. A continuación, la subunidad de la proteína espiga S2 se debe partir proteolíticamente. Sin esta escisión de proteínas, el virus se uniría al receptor y no avanzaría.
Hay varias enzimas que pueden hacer esta función, incluyendo la plasmina y la furina. La plasmina, que está presente en la sangre, también degrada la fibrina, que es la proteína plasmática que forma los coágulos sanguíneos. Cuando se disuelve un coágulo de sangre, se crea un subproducto conocido como Dímero-D.
Martenson también cita el artículo de revisión “Elevated Plasmin(ogen) as a Common Risk Factor for COVID-19 Susceptibility“, donde se demuestra que las personas con COVID-19 que tienen comorbilidades que aumentan su susceptibilidad a la infección, es decir, hipertensión, diabetes, enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y disfunción renal, tienden a tener niveles elevados de plasmina.
COVID-19 es “más un trastorno sanguíneo o trastorno de coagulación” y no una infección pulmonar.
Sin embargo, la enzima furina también puede cortar la subunidad de la proteína S2. La furina está codificada por un gen que activa ciertas proteínas al partir secciones específicas.
Como explicó Martenson, a diferencia de otras enzimas proteolíticas, la furina es muy específica sobre las áreas que corta: cuando la arginina está presente en el segundo o tercer lugar de la secuencia de proteínas, entonces la eficiencia de la proteolisis aumenta.
En “Furin, a Potential Therapeutic Target for COVID-19“, los investigadores chinos informan que el CoV-2 es el único coronavirus con un punto de escisión de furina. Ni siquiera los parientes lejanos del CoV-2 lo tienen, mientras que los coronavirus que lo tienen solo comparten el 40 % del genoma de los SARS-CoV. Según estos investigadores, el punto de escisión de furina presente en el SARS-CoV-2 “es único en su familia” y “es poco probable que haya evolucionado” en el CoV-2. Dicho de otra manera, no hay ningún coronavirus que sea similar como para que el SARS-CoV-2 haya evolucionado o mutado, teniendo en cuenta además, que dicha mutación afecta nada menos que a 12 pares de nucleótidos.
Esto probaría que el SARS-CoV-2 fue creado en un laboratorio. Un excelente artículo de medium.com también aborda este hallazgo y explica porqué los puntos de escisión de furina son tan importantes para determinar el origen del SARS-CoV-2.
Laboratorio virológico de alta seguridad BSL4 de Wuhan |
Por último Francis Boyle, abogado estadounidense defensor de los derechos humanos y autor de la ley de 1989 de Bioterrorismo de EEUU que prohíbe la investigación con armas biológicas, también sospecha que el SARS-CoV-2 es un coronavirus diseñado como arma biológica que salió del laboratorio BSL4 de Wuhan. Instalaciones de investigación financiadas por los NIH y dirigidas por el Dr. Anthony Fauci, inmunólogo experto en VIH/Sida y también director del NIAID (y ahora uno de los expertos del grupo de trabajo de la administración Trump para el covid-19), han colaborado con el laboratorio de Wuhan en la investigación con el fin de conseguir que el SARS se convierta en un arma letal. (El Dr. Fauci trasladó desde NIAID más de tres millones de dólares a Wuhan para proseguir con las investigaciones de ganancia de función del virus SARS cuando el BSL4 de Fort Detrick, en Maryland fue cerrado en 2019). También ha señalado Boyle, al presidente del departamento de química de Harvard y experto en nanociencia, el Dr. Charles Lieber, que fue arrestado a principios de este año por agencias federales, por supuestos tratos ilegales con China.
Independientemente del debate sobre el origen del SARS-CoV2, en sus comunicaciones también ha abordado el asunto de la credibilidad de la información oficial sobre la propagación del virus y la evolución de la pandemia. ¿Qué validez tienen, en su opinión, los test PCR sobre los que se ha construido todo este relato?
En mi opinión, los test RT-PCR que se están utilizando para el diagnóstico vírico son muy poco fiables. Ya de por sí el test PCR es delicado y se debe hacer un protocolo cuidadoso, trabajando bajo campana de flujo laminar para evitar contaminaciones (según Etienne de Harven, patólogo e investigador pionero en virología que fue presidente de la Sociedad de Microscopía Electrónica de América). Más aún en el caso de la RT-PCR, que necesita obtener un ADN que ha sido retrotranscrito del ARN vírico. Por eso creo que utilizarlo como test clínico y basar en ello todo el discurso del tipo y evolución de una posible nueva epidemia es disparatado.
Hasta en wikipedia se puede leer “Cabe destacar que esta técnica de laboratorio no es adecuada para detectar carga viral ARN, los kits dan positivo de acuerdo a un umbral de ciclo y no porque vean un virus, lo que se amplifica es material de ADN complementario a una sección ínfima de una cadena de ARN, la cual podría corresponder a ARN de desecho por ejemplo, por tanto, es dudosa su utilización en el actual covid-19 y más bien sólo es un beneficio para los productores de kits que han ganado miles de millones de dólares a principios de 2020.”
En primer lugar, se debe hacer un aislamiento minucioso del virus para afirmar que es un virus nuevo y, según ha demostrado Jesús García Blanca, este aislamiento no se ha hecho correctamente. A continuación hay que elaborar los test también minuciosamente (lo que lleva más tiempo del que se ha empleado en este caso, ¿estaban ya preparados?) basándose en dicho aislamiento, pues se necesita utilizar los cebadores más convenientes para asegurarse de que la PCR no da productos inadecuados. Por último se informa que el SARS-CoV-2 comparte al menos el 80% del genoma con el SARS-CoV-1, luego ¿qué fragmentos de ARN del virus se van a amplificar? Ya que hay muchas probabilidades de que, si no seleccionamos bien dichos fragmentos y utilizamos los cebadores adecuados para ello, tendremos un falso positivo. Es imprescindible, al menos, hacer dos RT-PCR, una de screening y otra de confirmación, amplificando dos fragmentos diferentes del virus y procurando que no coincidan entre si y que no coincidan con el SARS-CoV-1. Y esto, en mi opinión, no se ha hecho.
Según algunas estimaciones la RT-PCR para detectar la carga viral del SARS-CoV-2 tiene una probabilidad de error entre el 47 y el 80% (lo que hemos podido comprobar también con las muestras de papaya y “otros productos” enviados a analizar por el presidente de Tanzania John Magufuli, que dieron positivo en los test).
Si añadimos a esto la confirmación de científicos españoles de que el virus secuenciado en laboratorios españoles no es el mismo de China podemos preguntarnos ¿en qué se está basando la epidemia? Todos los años hay, durante el periodo invernal, numerosas infecciones respiratorias y se estima que entre el 5 y el 15% son producidas por coronavirus. Además, las personas vacunadas de la gripe tienen una mayor propensión a enfermar con coronavirus como demuestra el estudio de interferencia viral realizado en el ejército de USA: “Vacunación contra la influenza e interferencia del virus respiratorio entre el personal del Departamento de Defensa durante la temporada de influenza 2017-2018”.
… y esto que llaman COVID-19, ¿es diferente a una gripe común?
Desde el punto de vista clínico e histopatológico, la COVID-19 es diferente de la gripe común (ahora bien, los que han dado positivo en los test no significa que tengan COVID-19). Se comporta más bien como una enfermedad hematológica que produce hipoxia y daño endotelial originando microtrombos y posteriormente neoformación vascular. En muchos aspectos es parecida a la malaria, de ahí que, en estadíos iniciales la artemisa o la hidroxicloroquina complementada con zinc sea un buen tratamiento. En las etapas finales es más parecida a un shock séptico con CID y fallo multiorgánico, por lo que es muy probable que haya complicaciones bacterianas, y el tratamiento es preciso que sea de soporte vital (antibióticos, antiinflamatorios y anticoagulantes). Mejor aún es el protocolo del Dr. Marik para sepsis por vía intravenosa (el protocolo exacto que se ha utilizado con éxito consta de 200 mg de tiamina (vit. B1) cada 12 horas, 1 500 mg de ácido ascórbico (vit. C) cada 6 horas, y 50 mg de hidrocortisona cada 6 horas. Es vital señalar que el tratamiento no tiene efectos secundarios y es de bajo costo, además puede conseguirse y administrarse con facilidad). Por otra parte los respiradores mecánicos con presión positiva no son un buen método de tratamiento aunque sí el aporte de oxígeno y otras terapias oxidativas.
Podemos preguntarnos también que, si la malaria es una enfermedad producida por inoculación sanguínea (picadura del mosquito) ¿puede tener un origen similar la COVID-19? ¿tendrían algo que ver las vacunas de la gripe como dice la Dra. Mikovits?
Con toda la información que tiene en su mano, y desde el punto de vista de la salud pública y las vidas humanas, ¿qué considera que ha sido lo más grave que ha sucedido en estos difíciles meses?
Podemos enumerar una serie de consecuencias graves derivadas de lo ocurrido estos meses tales como:
1. Desatención de otras patologías con incremento de morbimortalidad: para evitar el colapso del sistema sanitario (debido entre otras cosas a la necesidad de tratar casos sospechosos con medidas extremas de aislamiento y prevención y a la disminución de sanitarios efectivos por las cuarentenas preventivas) se estableció un triaje feroz, tanto en centros de atención primaria como en hospitales. La mayoría de consultas sólo se atendían por teléfono (cuando se podían atender) y se prohibió acudir a urgencias a enfermos crónicos. Además, curiosamente EPDATA (Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III) sólo recoge casos de gripe hasta la semana 11 de 2020 de 2020 y curiosamente también, la tasa por cien mil habitantes en esa semana es la misma que la media del año pasado (45,5/100.000) y no está actualizada por comunidades (el año pasado los casos de gripe se dieron mayoritariamente en las mismas comunidades que este año el Covid-19). Me consta que los centros sanitarios recibieron instrucciones de contabilizar todos los casos “sospechosos” como Covid, ya que no había suficientes test.
2. Estrés de la población debido al confinamiento obligatorio y a la campaña de miedo mediática: lo que conlleva también aumento de la morbimortalidad.
3. Institucionalización de la mentira en medios de comunicación con oscuros intereses.
4. Control y censura en la red y otros medios con la excusa de combatir la desinformación (recordemos las conclusiones del evento 201).
5. Graves consecuencias económicas. Según la OCDE, la economía española será la más afectada de todos los países que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con una contracción de su producto interior bruto (PIB) en 2020 que llegará hasta el 14,4%.
6. Grave restricción de los derechos civiles con la declaración de un estado de Alarma que ha sido en muchos aspectos un estado de Sitio. En base a intereses ocultos se ha tomado como modelo al régimen totalitario chino, con la excusa de su eficiencia en el control de la epidemia, para imponer medidas abusivas e injustificadas, tendentes al control de la población y a la geolocalización de las personas, que pretenden hacerse extensivas en el tiempo.
7. Y la más grave de todas: eutanasia de personas mayores debido a las medidas adoptadas en residencias de ancianos, tales como prohibición de acudir a hospitales y negación de tratamiento, sedándolos con morfina, droga que deprime el centro respiratorio facilitando una muerte indigna y en soledad.
De película de terror … y sobre las consecuencias del confinamiento general de la población, ¿podría añadir algo más?
Según diversos investigadores como Ernesto Prieto Gratacós se ha aceptado una FALSA DICOTOMÍA VIDAS-ECONOMÍA pues la salud depende directamente de la economía.
Se ha sobrevalorado el problema de la “capacidad de carga del sistema sanitario” y se ha despreciado el coste que a medio y largo plazo se producirá en vidas humanas (agravamiento y causa de patologías crónicas como cáncer y diabetes, y ocurrencia de crisis agudas como infartos de miocardio e ictus).
Según Ryan McMaken había muchas razones para oponerse a los confinamientos del COVID-19. Cuestan vidas humanas en términos de tratamiento médico aplazado. Cuestan vidas humanas en términos de mayor suicidio y sobredosis de drogas. El abuso doméstico y el abuso infantil han aumentado. También hay buenas razones para creer que los confinamientos no funcionan realmente (casos de Suecia o Vietnam).
Y en todo esto, ¿Cuál es el papel que ha tenido la OMS?
La OMS ha incurrido en contradicciones constantes: cuarentenas sí o no, usar o no usar mascarillas, los asintomáticos contagian o no contagian y sobre todo, recomendar no hacer autopsias.
En mi opinión la OMS ha actuado como instrumento de manipulación mundial, sirviendo de excusa a los ministerios de sanidad de los gobiernos para la toma de decisiones respecto a las medidas injustificadas de restricción de los derechos civiles.
Hay que tener en cuenta que la OMS no es un organismo independiente sino que está financiada mayoritariamente por capital privado: Fundación Bill y Melinda Gates y diversas empresas farmacéuticas (sector bancario-financiero) y esta crisis ha sido una maniobra perfecta para ocultar la quiebra sistémica del sector.
Para finalizar, ¿nos puede compartir sus impresiones acerca de esto que llaman “La Nueva Normalidad” y lo que puede suceder en los próximos meses?
Con el eufemismo “nueva normalidad” ya nos están indicando que la recuperación de la supuesta pandemia no tendrá nada de normal. De momento, con la distancia social y el uso obligatorio de mascarillas tenemos el recordatorio permanente de que algo no es ya como era antes. Entonces, si todo este tinglado es realmente una guerra biológica orquestada para ocultar la quiebra inminente del sistema bancario-financiero, podemos esperar grandes cambios hacia un nuevo sistema económico y social. Los indicios apuntan a que nos dirigimos hacia un paradigma neotecnológico basado en el 5G, la inteligencia artificial y la computación cuántica que sustituirá el dinero físico por la moneda virtual. Si añadimos a esto el nuevo credo del “calentamiento global” debido a los combustibles fósiles (yo diría más bien a la quiebra de los petrodólares) y el supuesto problema que somos los humanos para el medio ambiente, está claro que se pretende sustituir el trabajo que hacemos los seres humanos por las máquinas y las personas que quepan en ese nuevo y distópico nuevo mundo deben ser más bien transhumanos más eficientes y fáciles de controlar.
Los ensayos de pandemia y guerra biológica ya se han intentado en otras ocasiones, recordemos la gripe aviar, la gripe porcina o gripe A, el ébola, asi como el SARS-1 y el MERS.
En mi opinión, han resultado mucho menos letales de lo que se esperaba porque los virus que no son naturales ni específicos no se adaptan lo suficientemente bien. Pero si falla la pandemia existe la “guerra híbrida”, “la revolución de color” como la que se está viviendo actualmente en EEUU, o “la guerra irrestricta”.
Hasta ahora no hemos notado demasiado las verdaderas consecuencias de la crisis covid-19. Probablemente a partir de este otoño las empezaremos a ver con más claridad y a partir de 2021 ya nos anuncian un gran nuevo comienzo: “el 3 de junio de 2020, el Foro Económico Mundial (WEF) en Ginebra anunció una “cumbre gemela única” en Davos (Suiza) como resultado de la “crisis de salud global” de enero de 2021. El tema a tratar en la cumbre será “El gran reseteo” y el anuncio del “Gran Nuevo Comienzo” lanzado por el Príncipe de Gales como “una obligación de trabajar juntos y con urgencia para sentar las bases de nuestro sistema económico y social”.
¿Qué ocurrirá a largo plazo? Nadie lo sabe, pero como persona creyente yo soy optimista. Sin embargo a corto o medio plazo me temo que habrá que integrarse en un sistema de control totalitario o habrá que buscar una solución social alternativa.
(Fuente: https://cauac.org/)
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