miércoles, 15 de mayo de 2024
EL CINISMO DE LOS SICARIOS DEL CARTEL FARMACÉUTICO
¿Recuerdan el discursito del sinvergüenza que en el Wanda tenía el cuajo de arengar a una caterva de desinformados que, sometidos al discurso del miedo, acudían a ser cobayas del más siniestro experimento de la historia de la medicina? ¡Que salao, vendiendo el veneno como si fuera un refresco en promoción y callándose lo de la necesaria prescripción médica! Ni una referencia a la posibilidad de que el pinchazo estuviera contraindicado, nada de pedir el volante médico, cero información respecto a efectos secundarios. "Han hecho lo correcto" decía el charlatán de feria, ... lo correcto para que los mercaderes de la muerte se enriquecieran con un producto insuficientemente testado que ni siquiera respondía a la definición de "vacuna". Al menos a la canónica, puesto que bien se cuidó la OMS de cambiarla a tiempo, al igual que la de "pandemia" para camuflar su aberrante oportunismo. Sin colaboracionistas como este títere la Plandemia no podría haber triunfado, pero nunca faltan los Judas que se venden al mejor postor. Sin un estudio riesgo-beneficio que justificara la inoculación, sin que hubieran pasado las prescriptivas fases de estudio, sin ensayos clínicos suficientes, con indicios más que razonables de que eliminaba los linfocitos B (que son los que destruyen las células cancerosas) dejando el sistema inmune del receptor expuesto a los agresivos turbocánceres tan comunes ahora en personas jóvenes, ... inyectarse esta pócima no era un gesto de valentía, como pregonaba el payasete del SUMMA (y sigue), sino una temeridad, de la que ahora empiezan a arrepentirse los que creyeron en toda la tramposa propaganda desplegada.
A día de hoy han sido reconocidos oficialmente en España 500 fallecidos y 14.000 personas con efectos secundarios graves. Hace poco más de un año la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) notificaba 50.663 víctimas mortales y 5.315.063 casos de complicaciones en países de dentro y de fuera del Espacio Económico Europeo (EEE) como consecuencia de la "vacunación". A saber cuál será la cifra real. Pero los peleles que inoculaban enfermedad y muerte no parecen haber hecho examen de conciencia. El manipulador del Wanda podría suscribir la justificación que da su homólogo del vídeo inferior, un cínico que admite que sabía que la "vacuna" era dañina pero que él se limitó a cumplir órdenes. La consabida excusa de todo sicario.
(posesodegerasa)
El engañabobos del Wanda tiene nombre y apellido: Jorge Prieto. Dudo que haya tenido la decencia de interesarse por la suerte de los integrantes del rebaño que condujo al degolladero cual cabra de Judas (en el argot de los criadores de ovejas se usa el término "cabra de Judas" para referirse a una cabra especialmente entrenada para guiar a las ovejas al establo, ya sea para trasquilarlas o llevarlas al matadero. Al estar infiltrada entre las ovejas, estas no desconfian de la cabra, la siguen sin chistar y llegan muy relajadas al lugar donde serán sacrificadas. Para la cabra queda el premio de la supervivencia y de ciertos "cuidados especiales", pues es un animal muy valioso para el criador).
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