viernes, 3 de mayo de 2024
A UN PASO DEL CONTROL TIRÁNICO TOTAL DE LA HUMANIDAD
No hay una frase que defina mejor el mundo en que vivimos que la que escribió Ramón de Campoamor en su famoso poema “Las dos linternas”: “En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Evidentemente, así es.
No ha habido época en la historia de la humanidad en que no se haya dicho que las diferencias entre algunos de los distintos pueblos que habitan el planeta son insalvables. Sin embargo, diferencia, lo que se dice diferencia entre los seres humanos, no hay. Porque vamos a ver, ¿qué diferencia hay entre un coreano del norte y un coreano del sur? Quitando el grado de libertad, por razones obvias, ninguna, ya que morfológicamente son iguales: individuos inteligentes de la misma raza y especie. Entonces, ¿qué es lo que hace insalvable las diferencias entre estos dos pueblos? Sus respectivas creencias. Nada más.
Desde siempre el poder ha tenido sumido al pueblo en una serie de creencias -concebidas por el mismo poder, naturalmente- para mantenerle controlado. Sin estas creencias le sería imposible doblegar a una masa de individuos que le supera en número en una proporción desorbitada. Es de esta manera como se ha conseguido la sumisión total de las masas y no por la fuerza.
Nos guste o no, las creencias se han vuelto imprescindibles para nuestra comprensión del mundo que nos rodea y para nuestra vida cotidiana. De por sí, actuamos en función de nuestras creencias, dado que influyen de una manera radical en nuestra identidad, motivación, bienestar emocional y pertenencia social. Al final, las creencias nos han convertido en lo que somos.
Evidentemente, lo que acabo de exponer es bien sabido por el poder y lo utiliza constantemente. O si no, ¿cómo crees que nos maneja nuestro gobierno? Pues a través de nuestras creencias, naturalmente.
Dicho esto, cualquiera que no sea demasiado imbécil se habrá dado cuenta de que ahora se está “reeducando” a la población con toda una sarta de nuevas creencias (ideología de género, cambio climático antropogénico, etc.).
Y, ¿para qué se está reeducando a la gente, te preguntarás? Indudablemente, para que acepte el Nuevo Orden Mundial orwelliano que ya está en marcha.
El público, en general, no está prestando atención –entre otras cosas porque no se lo cuentan los medios de comunicación- a una importantísima reunión de la ONU, “La Cumbre del Futuro”, que se celebrará en septiembre de 2024. En esa reunión se quiere implementar una serie de reformas en la estructura de la ONU, para darle todo el poder en el caso de cualquier emergencia climática, sanitaria, económica, geopolítica, ambiental, etc.
Lo que se pretende, en definitiva, es dar el último paso -después de que sea aprobado el nuevo Reglamento Sanitario Internacional de la OMS- para que la ONU se convierta de facto en el único Gobierno Mundial.
Cuando esto se produzca, el Secretario General de la ONU tendrá todo el poder para declarar una crisis –la que sea- y someter al mundo entero a lo que considere oportuno para supuestamente paliar dicha crisis que, obviamente, podría ser indefinida. Esto significa que la ONU tendrá el control sobre las personas y sus bienes a lo largo y ancho del planeta. Y aunque a algunos les cueste creerlo, todo parece indicar que llegará pronto.
Puede que haya gente que piense que no es tan grave tener un único Gobierno Mundial. Sin embargo, ya hemos visto, a través de la historia, lo que significa concentrar el poder.
La idea de matar a millones de personas no es nueva para los maniacos que dominan el mundo, lo han hecho muchas veces. La última durante la falsa pandemia. En este caso utilizaron una nueva estrategia. Establecieron un escenario para reducir la fuerza laboral activa de los países. Al enfermarnos, o simplemente decirnos que no podíamos ir a trabajar porque no dábamos negativo en una prueba PCR, el resultado fue “menos de todo”: menos médicos, menos trabajadores de servicios públicos, menos trabajadores de la industria alimentaria, menos repartidores, etc.
A consecuencia, vimos como los supermercados sufrían una gran escasez de suministros, ya que los alimentos no se pudieron procesar, envasar, entregar y poner en los estantes. En definitiva, al reducir la fuerza laboral básicamente se empobreció y arruinó a millones de personas, abocándolas a una vida de miseria que, en algunos casos, llegaron a provocarles la muerte.
El arma más mortífera del mundo para acabar con las personas son las hambrunas controladas. Aquellos que son atacados con este arma no pueden defenderse. No importa lo bien armados que estén, no pueden combatir una hambruna. Además, los perpetradores no necesitan utilizar ejércitos ni bombas ni precisan de la destrucción de infraestructuras. Y lo más importante, es que no tarda mucho tiempo en hacer efecto.
Cualquiera que piense que las hambrunas no se pueden evitar es que es un ingenuo de tomo y lomo. No tiene más que hacerse la siguiente pregunta: ¿cómo se puede pagar 1.000 millones de euros por la clausula de rescisión del contrato de un futbolista y, sin embargo, no haya dinero para dar de comer a la población? Algo no cuadra, ¿verdad?
Pero volvamos a la ONU. La ONU ha dicho hasta la saciedad que somos demasiados, que ocupamos mucho espacio, que consumimos cuantiosos recursos, y que, por lo tanto, debemos reducir drásticamente la población. Y no sólo lo dice, sino que, además, ha creado una agencia dedicada a esto, llamada Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Dicha agencia utilizará, evidentemente, todas las herramientas a su alcance (guerras, hambrunas, pandemias, crisis económicas, energéticas, etc.) para ir reduciendo paulatinamente la población. Sin embargo, la manipulación persistente de las masas, frustrado constantemente sus aspiraciones, esperanzas y sometiéndolas a miedos infundados a través de las creencias, han sido más efectivas a la hora de crear una sociedad anodina con la que hacer lo que les dé la gana. De hecho, hicieron que acudiera voluntariamente a su propia ejecución durante la falsa pandemia, donde convencieron a la gente para que se inoculase un veneno del que nadie se hizo responsable.
Estamos a un paso del control tiránico total de la humanidad. El Nuevo Orden Mundial ha dejado de ser una teoría de la conspiración para convertirse en una conspiración real. Ya ha llegado, ¡vaya si ha llegado! ¿O es que no has visto cómo nos toma por imbéciles nuestro Presidente de Gobierno? En fin, sin comentarios.
(Visto en http://pepeluengo.blogspot.com/)
No soy un psicopata coño.
ResponderEliminarUn poco troll si...pero no soy un psicopata...
ResponderEliminarMi banco me presiona para que tenga ya la Identidad Digital.
ResponderEliminarEn Febrero una empleada me sugirio, enfaticamente, que me cambiara al sistema de seguridad de la Identidad Digital.
Esta semana, al abrir el banco online, la pagina decia:
"Salvo excepciones debera usar el sistema de acceso de la Identidad Digital", pero sin cambiar nada, pude seguir entrando de la misma manera con un codigo que recibo via SMS, en mi tlfn.
Me pregunto si llegaran a usar la presion y coercion de la misma manera que con "la pocion magica" y luego diran (de la misma manera) que no se obligo a nadie a obtener la Identidad Digital.
La manera de proceder siempre es la misma, al menos mientras funciona (lo que funciona no lo toques).
EliminarNo lo dudes...Depende de cada quién y sus circunstancias y no hay escapatoria...haz lo que tengas que hacer.
EliminarSe llama la NUEVA ANORMALIDAD CON SU DESESCALADA INCLUÍDA.
Sigue al PANGOLÍN, o era un MURCIÉLAGO?
"En el mundo traidor... depende del color con que se mira"
ResponderEliminarEso solo es cierto en el mundo traidor de creencias y sentimientos
Pero en la realidad (y es muy tozuda) solo es de una manera. No confundamos la sombra de colorines y fantasías con la gris realidad material... o si, mientras no se choque con la realidad.
ORDO AB CHAO” E ILYA PRIGOGINE https://anunnakibot.blogspot.com/2024/05/38-08-anunnakibot-ordo-ab-chao-e-ilya.html
ResponderEliminarLa verdad es la que es, no depende de como se mire. Están cerrando el corral (aún más) cada vez hay menos espacio para tomar decisiones y al final solo te dejan una opción - pasas por el aro ¿si o no? personalmente creo que hay que dar un puñetazo en la mesa cada vez que nos intenten poner entre la espada y pared y no pasar ni una, no tenemos porqué aceptar ni una mierda más... el mal es así.. si le das la mano, te cogerá entero. No les deis ni una
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo
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