domingo, 28 de abril de 2024
LAS SIRENAS DE ODISEO
Cada vez hay más gente despierta en general acerca de absolutamente todo. Con la plandemia han conseguido que millones de personas nos volvamos escépticas con todo aquello que vemos que es sospechosamente promocionado al unísono.
Ya no son solo las vacunas falsas que están matando y enfermando a nuestros familiares y amigos, que caen a nuestro alrededor protegiendo, por ende, a sus asesinos con su silencio. Víctimas con vergüenza, lo peor que existe. Como alguien que ha sido violado, y además de su dolor, no se atreve a denunciarlo.
Un polinoculado enfermo desde que se pinchó, es una persona terriblemente preocupada, muy sola, ni siquiera se atreve a comentar sus sospechas ni con unos ni con otros. Acude a infinitas pruebas médicas en busca de consuelo, para solo recibir el comentario de médicos cobardes que le dicen que no saben el origen de sus males … pero sí lo saben, perfectamente, lo hablan después cuando el paciente se ha ido: “uno más”.
Este código de silencio es terrible para todos ellos, porque si algo ayuda a sanar es reconocer el error que cometieron unos y otros. Cada vez más médicos honestos se atreven a verbalizarlo: “esto se lo produjo a usted el vacunarse”. Oír esa frase, aunque no lo parezca, es un consuelo y una liberación para ambos, ayuda a sanar si es posible sanar.
Conocer la causa probable de algo es la piedra angular para tirar adelante.
Pero hay un efecto secundario positivo en todo este drama, esas personas engañadas cuya salud se ha resentido han cambiado, ya no se fían, tras la decepción covidiana se han vuelto disidentes de lo que venga.
Es como si pensaran “no me vais a mentir otra vez, ya piqué y no volveré a hacerlo”.
No se engañe, amigo negacionista, no se lo van a decir a usted por orgullo, pero lo piensan. Hay una reacción rabiosa de vacunados contra la Leyenda Negra, por ejemplo, o contra el clima cambiático, o contra las guerras manipuladas … incapaces de hablar de vacunas porque les duele demasiado, están buscando otras causas para rebelarse. Ahora se tiran a la yugular de cualquier otro engaño, el cual detectan enseguida. Siempre me parece una reacción lógica similar a alguien que estuvo casado años y descubrió una infidelidad de larga duración en su pareja. A partir de ese momento esa persona cambia, y es muy difícil volver a engañarla.
Muchos polivacunados son enfermos despechados buscando resarcirse. Los purasangres no les caemos bien porque les recordamos lo crédulos que fueron, les producimos rechazo, pero se unirán con entusiasmo a cualquier otra cruzada antisistema que les ofrezcamos.
Y esto es bueno, esto el NOM no lo tenía previsto.
Vale, me vacunaste, pero el cochecito con enchufe te lo va a comprar tu prima. Vale, me envenenaste, pero ya no me trago lo del clima. Vale, me enfermaste, pero ya no trago con la falacia de derechas e izquierdas.
Siempre lo dije, ha nacido una tercera vía de pensamiento en todo el mundo, y esto ocurre muy pocas veces en la historia.
No hay que huir de su nombre, es rotundo, se llama negacionismo, por eso lo quieren denostar. Cuando uno acepta el YO, NEGACIONISTA, se vuelve invulnerable, si el insulto te alimenta eres un maestro de artes marciales ideológicas que se vuelve más fuerte con la energía destinada a atacarte.
No es nuevo, ya han visto ustedes otras veces este fenómeno: “Sí, soy negro ¿algún problema?”, “Sí, soy gay ¿pasa algo? ¿Negacionista?¡GRACIAS!
Este ejército de polinoculados cabreados es una fuerza titánica que debemos incorporar a nuestra lucha porque nos está dando la victoria final. Los regimientos de renegados siempre fueron los más agresivos contra el enemigo, porque tienen cuentas pendientes que resolver. Si usted, purasangre, cree que está motivado por la discriminación que sufrió cuatro años ¡imagínese cómo se sienten los que han despertado después de ser inyectados de ARNm!
Y es que hay un mensaje, en el que tenemos algo que ver, que está calando: “TODO LO QUE NOS RECOMIENDAN ELLOS HAY QUE RECHAZARLO”. En caso de duda, hay que elegir LO CONTRARIO
Lo conté en mi primer libro ("Yo negacionista"), el nombre es CONTRARIAN (nació en inglés, si es un neologismo a veces hay que aceptarlo).
Los contrarianos son negacionistas que todavía no aceptan esta condición porque están aún traumatizados por haber recibido varios pinchazos. Pero están en proceso de aceptación del término. De hecho el NOM es tan idiota que incluso nos proporciona el nombre de nuevas tribus guerreras: negacionista climático, negacionista eléctrico, negacionista de lo woke …
¡Ya tenemos hasta apellidos!
Está bien, va permeando, aceptar lo que somos nos empodera.
Al darse cuenta del potencial humano que ya somos, han lanzado al los flautistas para llevarnos a descampados donde no hagamos daño.
Hay un colectivo electoral potencial enorme que el NOM no va a desperdiciar, debe hacerlo suyo para desactivarlo, no vaya a ser que se organicen de verdad y se conviertan en un problema mayor.
Ya lo practicábamos muy bien en el paleolítico, se trata de pastorear a los mamuts o bisontes para que caigan en un abismo hacia el que se dirijan ellos mismos. Los cantos de sirena de Odiseo que conducían sus naves hacia los arrecifes. Lo solucionó tapándose los ojos y los oídos para no picar. En la Biblia y en los mitos antiguos está todo escrito, nada es nuevo. Toda esta fuerza que hemos conseguido a base de sangre y sudor no la podemos entregar al primero que nos regale el oído diciéndonos lo que queremos oír. Nadie que te quiera engañar te va a decir lo contrario, te adulará.
Un buen infiltrado nunca lo parece, será siempre el más malote y activo, el sistema fingirá cancelarlo, pero le permitirá seguir.
No tengo una varita mágica, sospecho hasta de mi sombra, solo miro jirafas.
Solo sé que somos manadas valiosas algo descarriadas, y que no seguiré a nadie que me proponga seguirle, sino a quien lo haga a regañadientes porque acepta un reto que le viene del pueblo.
Fernando López-Mirones
(https://t.me/elaullido/)
Desgraciadamente estamos todos vacunados y envenenados ,unos por el cielo y otros aún peor por la vena,no existen los pura sangres al 100% ,es imposible
ResponderEliminarExcelente 👏👏
ResponderEliminarSólo faltó:
"Vale, me engañaste, pero sigo llamando 'nazis' a los culpables y no sionistas.
Hombre, la acreditada afición de los sionistas a realizar experimentos médicos inhumanos con los prisioneros ahí está: Joseph Mengele, Carl Clauberg, Werner Fischer, Sigmund Rascher, Carl Schneider, Siegfried Ruff, Hubertus Strughold... ¡Oh, wait!
EliminarSionistas
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