martes, 8 de marzo de 2022
LA GUERRA ESTÁ AQUÍ
Los medios de manipulación masiva han rescatado un conflicto que lleva 8 años activo a miles de kilometros de distancia para vendernos su nueva telenovela. Esta vez se trata de una terrible guerra, con la clásica amenaza nuclear incluída, que podría destruir al mundo y bla, bla, bla, el objetivo siempre es el mismo, desviar la atención y que la gente siga pendiente del telediario, mientras la guerra que nos atañe se está librando aquí, dentro de nuestras fronteras.
Como era de esperar, el rebaño de subnormales que se tragó la narrativa del virus imaginario, la vacuna milagrosa y los bozales protectores vuelve a fijar su atención allí donde se le ordena, demostrando una vez más, lo sumisos y obedientes que son, y obviando que el enemigo real está delante de sus narices.
Todos los que ahora vierten lagrimas de cocodrilo delante de sus televisores ante imágenes bélicas de archivo, que ni siquiera pertenecen al conflicto que les venden, son los que hace dos años aceptaron de buen grado un arresto domiciliario decretado en base a una supuesta pandemia que ha resultado ser un fiasco.
Aquellos que se manifiestan delante de las embajadas rusas para protestar por los abusos de su ejército, son los mismos que permanecieron impasibles y en silencio mientras sus propios padres y abuelos eran asesinados en las residencias, siguiendo los famosos protocolos covid.
Esos que hoy profieren insultos contra Rusia y alabanzas a favor de Ucrania, sin tener ni puta idea de cual es el origen de esa contienda y sus intereses ocultos, aplaudieron cuando su propio gobierno decidió vacunar a toda la población (niños incluidos) con un experimento que ha dejando tras de sí un reguero de cadaveres y efectos adversos nunca antes visto.
Los mismos que ahora presumen de ser solidarios, empáticos y fraternales con los “refugiados” ucranianos que según ellos tenemos que acoger y mantener, son los que no hace mucho, increpaban e insultaban a sus propios vecinos y seres queridos por no ponerse un bozal o no querer vacunarse, mientras aplaudían la represión policial en nuestras ciudades.
Así que no me cuenten milongas, señoras y caballeros, la verdadera guerra se está librando aquí, desde hace dos años, en nuestras calles, en nuestros hogares, en nuestras instituciones, el enemigo se llama “globalismo” y sus principales objetivos son destruir nuestros valores, socavar nuestra economía, doblegar nuestra voluntad y someternos de por vida.
Los políticos y funcionarios a los que mantenemos con nuestros impuestos están al servicio de la mafia usurera internacional, el sistema nos ha mostrado por fin su verdadera cara, es evidente que una buena parte de la población está conforme con ser humillada y esclavizada, pero los que no aceptamos eso debemos encontrar la manera de salir de este manicomio, y una vez fuera empoderarnos y hacer que todos los actores implicados en esta guerra sucia paguen por sus crímenes, hasta las últimas consecuencias.
Feliz semana a todos los rebeldes y desobedientes del planeta, energía y Rock and Roll, la cabeza alta y la cara descubierta siempre!!!!
Mártin Sánchez
(https://t.me/martinsanchezrockdisidente)
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