Médicos, enfermeras y sanitarios son cómplices de crímenes contra la humanidad:
1) Desde mayo de 2020 saben de sobra que la hidroxicloroquina y la ivermectina curan el coronavirus en los primeros 5 días de síntomas, y están dando paracetamol, que no hace nada contra la enfermedad y el virus, y sólo sirve para controlar un síntoma, la fiebre, por lo que los pacientes terminan hospitalizados y muertos.
2) También sabían que la administración conjunta de cloruro mórfico y midazolam, establecido en protocolos sanitarios de varias comunidades autónomas para los ancianos en las residencias, equivalía a una sentencia de muerte, que aplicaron en masa.
4) Callaron ante el engaño masivo de decenas de millones de falsos PCR positivos de gente sana sin síntoma alguno de enfermedad.
5) Han inyectado la vacuna asesina y luego silenciado los millones de personas con graves efectos secundarios y muertes en todo el mundo.
6) Ahora callan y esconden que se les están llenando sus hospitales de personas vacunadas con todo tipo de enfermedades graves y mortales (derrames cerebrales, infartos, trombosis, reactivación de cánceres curados, miocarditis,...).
7) Y continúan vacunando haciendo caso omiso de los requisitos legalmente establecidos para esta terapia génica experimental presentada como "vacuna": prescripción médica y consentimiento informado del paciente, tal como establece el Real Decreto 954/2015 y les recuerda la histórica sentencia (ocultada por los grandes medios) dictada por el juzgado de primera instancia número 6 de Las Palmas de Gran Canaria que establece que no hay razones médicas suficientes para la administración forzosa de la "vacuna" contra el Covid.
¿Qué alegarán cuando se vean enfrente de un tribunal que les acuse de inyectar un veneno mortal sin garantías? ¿Ignorancia u obediencia?
¿Cómo van a responder por los daños y las muertes causadas por su negligencia, su desidia y su falta de escrúpulos?
Deberían irlo pensando.
(Fuente: https://t.me/virus_chino)
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