miércoles, 11 de julio de 2012

"LA CUEVA DE LOS SUEÑOS OLVIDADOS", MUCHO MÁS QUE UN DOCUMENTAL



De un tiempo a esta parte el cineasta alemán Werner Herzog -uno de esos personajes "bigger than life", que dicen los anglosajones- viene demostrándonos infatigablemente que es el mejor documentalista del momento, y que algún día ocupará su puesto en el Parnaso del cine junto a Flaherty, Welles y nuestro ignorado pero genial José Luis Guerin. Su último estreno, "La cueva de los sueños olvidados", rodada en 3D, es una de las experiencias cinematográficas más extraordinarias que se ha podido paladear en nuestra cartelera en mucho tiempo, y, aparte de la reseña de su contenido y de recomendarla encarecidamente, nos sirve de excusa para echar una mirada a la atípica trayectoria de su autor.

Nacido en Munich en 1942, Werner Herzog, cineasta autodidacta, se dio a conocer a través de extraños y desmesurados documentales que fueron granjeandole un notable reconocimiento en circuitos culturales alternativos, y que llevaron a la crítica a incluirle, junto con Wim Wenders, Alexander Kluge, Volker Schlöndorf, Rainer Werner Fassbinder y el inclasificable Hans-Jürgen Syberberg, en lo que se llamó "nuevo cine alemán". Los años setenta fueron los de su reconocimiento internacional, con películas de ficción tan admiradas como "Aguirre, la cólera de Dios", "Corazón de cristal", o su obra maestra absoluta, "El enigma de Gaspar Hauser", premiada en Cannes en 1974.

El primero de los titulos citados marca también su primera colaboración con el desquiciado actor Klaus Kinski. De su asociación salieron algunas de las mejores películas de ambos -"Woyzeck"; posteriormente un "remake" neo-gótico del "Nosferatu" de Murnau, y, ya en los ochenta, las alucinadas "Fitzcarraldo" y "Cobra verde". Aquella no fue en absoluto una relación equilibrada. Es famosa la anécdota según la cual Herzog obligó a Kinski a rodar las últimas escenas de "Fitzcarraldo" a punta de pistola. Al decir del director, “ni nos amábamos ni nos odiábamos, simplemente nos respetábamos, mientras cada uno planeaba la forma de matar al otro”. Desaparecido Kinski (por causas naturales), Herzog rememoraría su extraña amistad en ese sentido film-homenaje que tituló, muy pertinentemente, "Mi enemigo íntimo".

Entre Kinski con un machete y un mono con una ballesta, la verdad, no se qué elegir, parece estar pensando el atribulado Herzog. Imagen tomada durante el rodaje de "Cobra verde" (1987)

Los años noventa fueron la década en que Herzog se volcó de nuevo en el documental, buscando retratar experiencias extremas: la labor de los bomberos apagando los pozos de petróleo kuwaitíes incendiados por Iraq ("En las puertas del infierno"), una erupción volcánica en la isla de Guadalupe ("La soufrière"), la historia de un piloto alemán prisionero del Vietcong ("El pequeño Dieter necesita volar", que luego recrearía en el film bélico "Rescate al amanecer", protagonizado por Cristian Bale), etc., filmando desde un globo, bajo el mar, escalando, en la selva tropical o la alta montaña en la Patagonia.

La pasada década ve el estreno de sobrecogedores filmes como "Grizzly Man", sobre la peripecia entre los osos del ecologista Timothy Treadwell, o "Encuentros en el fin del mundo", poética exploración sobre la gente que vive en la Base McMurdo de la Antártida (donde invernó Shakelton), dos multipremiados filmes de culto que son ya clásicos del género documental.

Han pasado más de veinte años desde la foto anterior, pero siempre hay alguien que sucumbe a la tentación de amenazar a nuestro héroe con un arma. Imagen del film "Incidente en el lago Ness".

Además de sus incursiones en el teatro y la ópera, sus cincuenta años de actividad cinematográfica -como director, productor, actor, creador de la escuela itinerante de cine "Rogue Film School" y guionista- han resultado extraordinariamente fecundos, habiendo dado lugar a una amplísima producción que incluye "Signos de vida", "Donde sueñan las hormigas verdes", "Invencible", "Grito de piedra", etc., ..., películas en las que las fronteras entre ficción y documental se desfiguran hasta confundirse, y donde la naturaleza se muestra en todo su despiadado esplendor ante un hombre empequeñecido, pero nunca anulado, porque la grandeza de la locura visionaria humana iguala a la grandeza de la naturaleza.

La personalidad de Herzog es ciertamente desconcertante. Serio como un asceta y extravagante como un exhibicionista ha sido contratado como el "malo" del último film de Tom Cruise porque, al decir del director, era el único candidato que no necesita hablar o portar un arma para dar miedo. De adolescente se hizo católico para contrariar a su familia atea. Ha cocinado y se ha comido uno de sus zapatos ante la cámara; continuó una entrevista para la BBC en Los Angeles después de recibir -sin inmutarse- un balazo, mostrando incluso la herida al entrevistador; ha caminado desde Munich a Paris para despedir a una amiga, enferma terminal de cáncer, que le prometió -y cumplió la promesa, por cierto- no morir hasta recibir su tan demorada visita; ha recorrido Grecia a pie y afirma "no tener miedo absolutamente de nada", lo cual es aplicable tanto a haberse lanzado desnudo a un campo de cactus -lo hizo en Canarias, y afirma que "no fue para tanto"-, como a dirigir el arrastre de un barco a través de una jungla donde decidió deambular descalzo tal como lo hacían los nativos (ocurrió durante el rodaje de "Fitzcarraldo" en 1982, y lo relata su diario "La conquista de lo inútil", recién publicado en castellano). En cierta ocasión informó al ejército griego de su intención de matar a quien se interpusiese en un rodaje, y en otra una guerra fronteriza en América del Sur no fue impedimento para interrumpir su itinerante proceso de filmación. Puede cortar bruscamente a un fotógrafo de prensa que le pide una pose con un cínico "¡Nunca sonrío!" o ser el más cálido, abierto y comunicador entrevistado de un festival de cine.

  Cameo del director en la situación a la que parece más acostumbrado.

De su infatigable afán por documentar el enfrentamiento entre el ser humano y la naturaleza salvaje da cuenta la siguiente anécdota: en la nochebuena de 1971 Herzog estaba esperando tomar el vuelo regular de Lima a Pucallpa para localizar exteriores donde rodar su "Aguirre". En el último momento canceló su pasaje, lo cual resultó providencial: el avión fue alcanzado por un rayo y se desintegró a 2000 metros sobre la selva. Pero, providencialmente, Juliane Diller Köpcke, una joven de 17 años que viajaba en él, salió proyectada del aparato y cayó a tierra atada a su asiento -que amortiguó el aterrizaje- por el cinturón de seguridad, lo que la salvó la vida. Con una clavícula rota, se encontró aislada, rodeada de cadáveres (incluido el de su madre), sin sus gafas (era miope) y a 600 km. de cualquier lugar habitado. Recordó los consejos de su padre, biólogo, y buscó un arroyo que seguir en sentido descendente, lo cual la mantendría a resguardo de los peligros de entre la maleza y disponiendo de agua potable. Durante diez días en los que no pudo dormir por el calor y las picaduras de los mosquitos, prosiguió su tenaz avance, hasta hallar una barca a motor anclada en el río. Siguiendo de nuevo una recomendación de su padre, extrajo gasolina del motor y se la vertió en sus infectadas heridas: hasta 35 gusanos salieron de ellas.

A la mañana siguiente, los cazadores a los que pertenecía la barca dieron con ella y la llevaron en canoa hasta Tournavista (10 horas de navegación), de donde fue llevada al hospital de Pucallpa. Se recuperó y pudo dar indicaciones que permitieron hallar los restos del vuelo siniestrado. Se supo entonces que otros catorce pasajeros habían sobrevivido al accidente, pero no a los posteriores peligros de la selva.

Herzog tardó tres décadas en conseguir que Diller, que entretanto se había titulado en biología y zoología (y convertido en una autoridad mundial en el estudio de los murciélagos), aceptara relatar su peripecia ante la cámara. Lo hace en su sobrecogedor film "Wings of hope" (Alas de esperanza, año 2000), sentada en el mismo asiento que la salvó la vida y en el escenario de su caída.

Juliane Diller Köpcke, protagonista de una increíble historia de supervivencia, en la época en que ocurrieron los hechos que relata "Wings of hope".

Ese es Herzog. Ególatra temerario para sus enemigos, y el director vivo más importante al decir de Truffaut (de esta declaración hace ya varias décadas, pero es obvio que el cine de Herzog se ha hecho aún más grande en este periodo).

Por cierto, aún no he hablado de "La cueva de los sueños olvidados". A estas alturas de la entrada, quizá decir "es un documental dirigido por Werner Herzog" ya sea aval suficiente para saber que no se trata de un film tópico, sino una indagación en imágenes por la condición humana de un infatigable buscador de la verdad (y que considera que los documentales modernos “están tan cerca de la verdad como un glaciar de tirarse un pedo”).



Esta vez el cineasta nos adentra en las cuevas de Chauvet, en Francia, donde unas pinturas de 32.000 años de antigüedad, extraordiariamente conservadas, nos hablan de la visión del mundo de nuestros antepasados. La voz del director, las imágenes en relieve de este espacio cerrado y una música tan alucinatoria y "extática" como la del grupo alemán Popol Vuh en sus primeros trabajos dan lugar a una experiencia hipnótica y absolutamente inenarrable. El éxtasis y el sobrecogiento se prolongan en el extrañísimo epílogo del film, cuando Herzog nos confronta con la mirada reptiloide de unos cocodrilos albinos criados a escasos kilómetros de las cuevas, en las aguas irradiadas que refrigeran una moderna central nuclear, y que han dado lugar a su sorprendente mutación.

El mundo sigue siendo un lugar al que es imposible acostumbrarse, parece decirnos este septuagenario (con el que es imposible aburrirse), y que tiene pendiente de estreno su último documental, "Into the Abyss", una serie de entrevistas realizadas a familiares de víctimas de asesinatos y a reclusos que esperan su ejecución en E.E.U.U., y que constituye su personal alegato contra la pena de muerte.

Y, como epílogo, el peculiar "homenaje" que Klaus Kinski brinda en su autobiografía ("Yo necesito amor") al director que mejores interpretaciones ha obtenido de su difilísima persona, y que el aludido, que empezó su carrera tomando "prestada" una cámara -que nunca devolvió- del Munich Film Institute, sin duda aceptaría como un halago: Es un individuo miserable, se me pega como una mosca cojonera, rencoroso, envidioso, ... apesta a ambición y codicia, maligno, sádico, traidor, chantajista, cobarde y un farsante de la cabeza a los pies. Su supuesto ‘talento' consiste únicamente en torturar criaturas indefensas y, si hace falta, matarlas de cansancio o asesinarlas. Nadie ni nada le interesa, a excepción de su penosa carrera de supuesto cineasta. Impulsado por un ansia patológica de causar sensación, provoca él mismo las más absurdas dificultades y peligros y pone en juego la seguridad e incluso la vida de otros, sólo para después poder decir que él, Herzog, ha domeñado fuerzas aparentemente insuperables. Para sus películas echa mano de personas poco desarrolladas mentalmente y de diletantes, a los que puede manejar a su antojo (¡y, supuestamente, hipnotizar!), y a los que paga un salario de hambre, y eso si les paga. El resto son tullidos y abortos de todo tipo, a fin de parecer interesante. No tiene la menor idea de cómo se hace una película. Ya ni intenta darme instrucciones. Hace tiempo que ha renunciado a preguntarme si estoy dispuesto a llevar a cabo sus aburridas chorradas, ya que le tengo prohibido hablar".

Como puede apreciarse, amistad, respeto y admiración en estado químicamente puro.

Kinski y Herzog, por una vez en plan moñas, en vez de amenazarse de muerte.

jueves, 12 de abril de 2012

EL MENSAJE ESOTÉRICO DEL FILM "NOÉ"



Recientemente estrenada, y objeto de una intensa polémica por su aparente heterodoxia (bíblica, puesto que el film rezuma ortodoxia "illuminati"), la película "Noé" viene a confirmar dos hechos: el retroceso del talento visual de su director, Darren Aronofsky, quien inunda su propuesta de infografía, efectos especiales y figuras infantiloides (parece mentira que estemos hablando del autor de la deslumbrante "La fuente de la vida") y su capacidad para lanzar guiños, mensajes ocultos y referencias esotéricas a todo el que escarbe bajo una trama nada sencilla.

El film que nos ocupa, sombrío y ruidoso a partes iguales, se despega progresivamente del mito bíblico -Dios "resetea" su Creación para "reiniciala"- para contar "otra cosa", algo que un estudioso bíblico como JhonKbn resume como "la oscura fantasía de un Noé atormentado, que es ayudado por demonios y guiado por la hechicería de su abuelo Matusalén". 


Al fin vemos en la pantalla un arca como Dios manda ... nunca mejor dicho.

Si bien el conocimiento general del relato del Génesis hace difícil sorprender al espectador, dejando sitio solo a la ilustración brillante (que practica, por ejemplo, John Huston en el episodio correspondiente de su "Biblia" cinematográfica), Aronofsky parece querer ilustrar más bien la cosmogonía gnóstica que Hollywood viene ofreciéndonos en productos tan ambiguos como el "Prometheus" de Ridley Scott. Cedo la palabra al citado JhonKbn quien, desde una postura cristiana claramente integrista (que el autor del blog respeta, pero no suscribe) señala en su análisis las múltiples referencias al saber esotérico a que recurre el film:

Noé reflexionando en que esto se sabe cómo empieza, pero no cómo va a acabar

... en la profundidad de sus capas de interpretación la película se levanta con claros simbolismo gnósticos y tintes cabalísticos que provienen de las escuelas de misterio. Veamos las escenas claves que conforman la visión de la película "Noé" y por qué Hollywood está tan interesado en reescribir las historias bíblicas.

La Fábula del Director

Paramount Pictures, quién hizo un notable esfuerzo estratégico por vender esta película al amplio y rentable público cristiano, detallaba en la web oficial la siguiente descripción:

"La película está inspirada en la historia de Noé. Aunque la licencia artística existe, creemos que esta película es fiel a la esencia, los valores y la integridad de la historia que es la piedra angular de la fe de millones de personas en todo el mundo."

En cambio, Darren Aronofsky declaró sobre el film:

"Noé es la película bíblica menos bíblica jamás hecha", "¡Y me importan una mierda las críticas! Mis películas están por encima de las críticas."

Según las fuentes oficiales, Paramount realizó su propia versión de la película recortando muchas de las escenas del director para hacer un film más fiel a la historia bíblica, pero debido a una mala critica de The New Yorker al final la versión de Aronofsky fue la que llegaría a las salas de cine.

La belleza de las imágenes está fuera de cuestión

Paramount terminó en un gran dilema tras las críticas de prensa de las proyecciones iniciales, donde encontraron que muchos cristianos estaban molestos porque la película "Noé" no es fiel a la narrativa bíblica. Esto no debería ser una gran sorpresa, ya que Aronofsky promueve elementos ocultistas y gnósticos como en sus otras películas. Añadiendo a esto el hecho de que él se refiere a la historia de Noé como un "gran fábula", y no tiene motivos para referirse a la historia con algún sentido de respeto o reverencia a Dios. Aronofsky admitió:

"Yo no creo que es una historia religiosa... creo que es una gran fábula que es parte de muchas religiones diferentes y prácticas espirituales." (Darren Aronofsky, Variety 2012)

Es claro que al final fue la versión de un egocéntrico Aronofsky la que se colocó por encima de la versión de Dios (sic) sobre la historia de Noé. Y si estaba esperando una historia bíblicamente fiel sobre redención y obediencia, usted va a encontrarse profundamente decepcionado. Lo que veremos ahora es la exégesis invertida y manipulada de la mente del director sobre la historia de Génesis.

La Luz y la Piel de Serpiente

Durante el desarrollo del argumento vemos que se muestran visiones de lo que Noe conoce sobre la creación del mundo y la primera pareja que fue desterrada del Edén. Cuando él y su familia se encuentran reunidos en el arca este empieza a narra la historia de la creación. Adán y Eva, quienes están hechos de luz, se encuentran frente los dos principales árboles de la creación.

El árbol de la Vida, y el árbol de la ciencia del bien y del mal, entrelazados en el Paraíso.

La primera pareja, vestida de luz como se dice que fue visto Jesús durante su transfiguración.

Pero ... ¿qué clase de doctrina enseña que Adán y Eva estaban hechos de luz? Esto no proviene de la Biblia, sino de la Cábala, que básicamente es una escuela de esoterismo judío y gnosticismo. Curiosamente uno de los libros judíos que enseñan sobre la Cábala se denomina el Zohar, término usado en la película como un mineral que emana luz de su interior (conocimiento). El verdadero Zohar judío menciona:

"Cuando nuestro padre Adán habitaba el Jardín del Edén, estaba vestido, como todos los que estaban en el cielo, con una prenda hecha de la luz superior. Cuando él fue expulsado del Jardín del Edén se vio obligado a someterse a las necesidades de este mundo, ¿Qué pasó? las Escrituras nos dicen que Dios le hiso al hombre y su mujer túnicas piel y los vistió; pues antes tenían túnicas de luz, de la luz más alta utilizada en el Edén... "

En la visión gnóstica se enseña como principio que existe un gran oposición entre el mundo espiritual y el mundo material. Eso es exactamente lo que vemos en la historia de Noé. La primera pareja deja de ser luz y se convierten seres humanos de carne y hueso. Esta degradación también se verá mas adelante con los ángeles caídos.

Durante la misma escena la serpiente hace una bizarra aparición muy lejana de lo que describe la Biblia. Esta cambia de piel justo antes de tentar a la primera pareja, emanando la misma luz que representa la divinidad de hombre. La película muestra que la piel de serpiente es encontrada por el resplandeciente Adán antes de su caída y expulsión, para luego ser heredada a sus hijos hasta la generación del padre de Noé. La película enseña que algo de la divinidad de la serpiente fue entregada al hombre y este a su vez la otorga a su linaje. Esto es gnosticismo básico, ya que fue Lucifer (el portador de la luz) quién entrego la luz del conocimiento.

La serpiente cede parte de su "divinidad" como regalo al ser humano.

Luego de que el hombre es expulsado del Edén, Noé explica que un grupo de ángeles del cielo, "Los vigilantes", desobedeció "al creador" y fueron arrojados a la tierra y despojados de su divinidad. En la película vemos como estos ángeles caídos llegan a la tierra en forma de luz para luego convertirse en monstruos de lava que finalmente terminan con cuerpos hechos de roca. Esta es otra alegoría a la teología gnóstica de la inferioridad del cuerpo humano, que sirve como prisión del espíritu. También es el principio de la creencia "nueva era" de que somos dioses en cuerpos físicos, abocados a iniciar un proceso de iluminación esotérica. Al final todas estas imágenes están relacionadas al luciferanismo y la búsqueda de la divinidad sobre la materia.

Los "Vigilantes" son arrojados a la Tierra como los ángeles caídos en Génesis 4:1

Al igual que el hombre, son encerrados en cuerpos materiales, inferiores y degradados.

El término "Los Vigilantes" es usado en el libro apócrifo de Enoc para describir a los ángeles caídos. Es interesante que en la película de Aronofsky estos ángeles no están en el abismo esperando el juicio final como enseña la Biblia, sino que luego de vivir aislados deciden ayudar a Noé a construir el arca y defenderlos de sus enemigos. Luego de que estos son asesinados por los hombres que intentan tomar el arca, son ascendidos nuevamente al cielo en forma de luz, siendo redimidos por "el creador". Adolphe Franck explica sobre la cosmología de la Cábala:

"No hay nada absolutamente malo; nada es maldito para siempre, ni siquiera el arcángel del mal o la víbora como se le llama a veces. Llegará un momento en el que él recuperará su nombre y su naturaleza angelical".

Entendiendo la visión de Aronofsky sobre el libro de Génesis es claro que él no tiene ningún interés en la historia bíblica, sino en la versión cabalística y gnóstica de exponen las escuelas de misterio. Es en este sentido que podemos revelar a quién se refieren cuando mencionan a Dios como "el creador". Pero ¿Por qué obviar la palabra "Dios" y usar este calificativo? Esto se debe a que para los gnósticos el Dios que CREÓ el mundo material (Yahvé) es una deidad inferior, egoísta y asesino, que solo busca someter al ser humano mediante la obediencia. Este creador trata de mantener a Adán y Eva alejados del verdadero conocimiento de lo divino (el árbol de la ciencia del bien y del mal) y cuando desobedecen, monta en cólera y los expulsa del jardín.

La película más tarde muestra a Noé de niño junto a su padre Lamec, en lo que pareciera un ritual de magia ancestral, teniendo como principal artilugio la piel de serpiente que fue encontrada por Adán. Su padre la enrrolla alrededor de su brazo hasta el extremo de su mano (a modo de"tefilín", nota del "blogger"). Es importante notar que esta brilla, quizás para dejar en claro que Lamec ha sido "iluminado" por esta reliquia. Pronto podemos ver que él intenta transmitir este poder a su hijo Noé.

El conocimiento sólo se transmite en el seno de un linaje, .. y no es el de los "hombres".

Sea cual fuere el caso, el ritual es interrumpido a último minuto por Tubal-Caín, quién termina asesinando a Lamec y robando la piel de serpiente. El joven Noé escapa sin haber recibido los "atributos espirituales" de este artilugio. Esta es una escena clave, ya que "el creador" escoge al único que miembro no posee esta herencia para llevar a cabo su plan de despoblación mundial. Noé está en "desventaja", propenso a ser atormentado con las visiones del diluvio.

Otro personaje interesante es su abuelo Matusalén, el cual luce más como un doctor chamanista que posee poderes místicos y es capaz de realizar manifestaciones sobrenaturales. Quizás esto se debe a que él fue "iluminado" por la piel de serpiente, ya que como vimos, en su hijo Lamec la posee por herencia de él.

El "chamán" Matusalén, detentador de un poder ancestral que no debe sobrevivir al
Diluvio. ¿El lector no se hubiera planteado siquiera salvar a su abuelo? Noé no.

Más tarde en la película se ve como él sana a Ila de su esterilidad y le permite tener hijos. Una figura muy simbólica, ya que no es "el creador" quién la sana, sino Matusalén mediante sus poderes paganos heredados por la serpiente. Luego veremos que el plan de exterminio de "el creador" es arruinado por el embarazo de Ila, lo que podría darnos una pista de que Matusalén trabaja en favor de la serpiente y no de "el creador". Esta diferencia podría también explicarnos el porqué termina ahogado en el diluvio junto a los demás humanos destructores y no es rescatado en el arca.

El joven Matusalén defiende a los ángeles caídos del ataque de los hombres. En cierta
manera, es su aliado y defensor.

Un Diluvio Para Salvar A Los Inocentes

Han pasado los años y ahora Noé tiene una esposa y tres hijos, él se encuentra en un lugar aislado del gobierno de Tubal-Caín, pero nota que se están acercado y consigo traen la destrucción animal y vegetal de la tierra. Mientras que la historia bíblica señala que la destrucción del mundo se da por la perversión del hombre que era frecuente en los días de Noé, Aronofsky eligió utilizar la película para torcer el carácter justo y amoroso de Dios con el hombre y propagar la agenda global sobre ambientalismo. De hecho, Aronofsky menciona cuál es tema central en la historia de Noé: "Se trata de un apocalipsis ambiental el tema más importante, para mí, en este momento es lo que está pasando en el planeta. Así que creo que tiene estos grandes, grandes temas que se conectan con nosotros. Noé fue el primer ambientalista " (nota del "blogger": el "reinicio" de la vida excluye al hombre del nuevo panorama, debe extinguirse, como claman hoy numerosos ecologistas radicales).

También podemos ver la idolatría sobre la creación hoy en la adoración a la diosa "Gaia" o "Madre Tierra", en muchos que defienden el medio-ambiente radicalmente. Estas sectas, en su afán por revivir el paganismo han dejado de lado gran parte de la ley moral de Dios. Muchas veces en su intento de establecer una religión mundial basada en la adoración de la creación. En esta versión distorsionada Dios no envía una inundación a causa de la maldad del hombre, sino es un tema de sobrepoblación y medio-ambiente del planeta. Ambos puntos son constantemente promovidos por la agenda illuminati.

La visión del diluvio que recibe un Noé sumido en el trance de la ayahuasca

Más tarde Noé es drogado por Matusalén -así es... drogado- y recibe una visión del diluvio por venir (nota del "blogger": nuestro piadosísimo crítico hace gala de un puritanismo extremo respecto a las sustancias enteogénicas, puesto que la infusión que recibe Noé es, con absoluta obviedad, ayahuasca). Se está ahogando, pero ve animales que flotan a la superficie hacia la seguridad de un arca. No hay indicación alguna en su visión de que él va a sobrevivir. Él se está hundiendo, mientras que los animales, "los inocentes", se acercan cada vez más al arca. "El Creador", quién da esta visión a Noé, quiere a todos los seres humanos muertos.

Si bien la Biblia enseña en Proverbios 12:10 que debemos de cuidar a los animales, en ninguna parte Dios coloca la vida del ser humano por debajo de otro ser vivo. La razón principal de este argumento es mostrar la visión gnóstica sobre el Dios dictador que promueve el homicidio como solución a un problema medioambiental. Por otro lado el antagonista de Noé, Tubal-Caín, da un discurso donde defiende la industrialización y menciona que los animales están para servir al hombre. Otro ejemplo de Tesis + Antítesis = Síntesis.

Luego de que llega el diluvio su hijo Cam ayuda a Tubal-Caín a ingresar al arca, esto como forma de venganza contra su padre por no salvar a su futura esposa. Paralelamente se descubre que su hija adoptiva Ila esta embarazada de su hijo Sem, lo que convierte al ya preocupado Noé en un psicópata pro-abortista que desea textualmente "cortarle el cuello" a su descendencia ... todo con el fin de eliminar a la raza humana y cumplir con la misión que le fue encomendada por "el creador".

El arca tiene como fín salvar la existencia de los animales, ... no del ser humano

Cuando Ila está dando a luz, Noé se dispone a intervenir, pero es distraído por su hijo Cam, quién en realidad lo lleva a una trampa planeada por él y Tubal-Caín. Luego de que ambos luchan Tubal-Caín es asesinado, no sin antes devolverle la piel de serpiente a Cam. Debemos destacar que pese al diluvio universal y la muerte de todos los seres humanos, el regalo de la divinidad otorgado por la serpiente (Sophia o Gnosis) se las arregla para sobrevivir el diluvio y ser devuelto al linaje de Noé.

Tras la muerte de Tubal-Caín Noé retoma su plan homicida y vuelve a perseguir a Ila y a sus dos hijas recién nacidas. Las acorrala ... pero no puede consumar el infanticidio. Mira al cielo y le dice al "creador": "No puedo hacer esto". Más tarde menciona: "Cuando miré a esas dos niñas, mi corazón estaba lleno de nada más que amor". Al final la película sugiere que el personaje de Noé es más bueno y misericordioso que el mismo Dios. Él tiene algo que "el creador" no tiene, Amor.

La Preservación Del Conocimiento

Cuando la familia desciende a la nueva tierra Noé termina embriagándose con vino, sus tres hijos llegan para cubrir su desnudez y Cam le devuelve la piel de serpiente. En la siguiente escena Noé regresa con su familia pero ahora posee el artilugio rodeando su brazo y emanando luz, supuestamente como el medio que le ayudará a proteger la Tierra. Él ha sido "iniciado" al igual que su padre Lamec y su abuelo Matusalén. Él ha salido de su embriaguez espiritual y ahora posee el conocimiento que le permitirá dejar de servir al Dios destructor y homicida. En términos gnósticos, ha sido usado por su ignorancia, pero ahora ha sido "iluminado".

Noé -para quien Dios ya no tiene mensaje ni misión alguna- y su familia frente  al "nuevo
amanecer", imagen recurrente usada por la Élite para anunciar el Nuevo Orden Mundial. 

En resumen, podemos decir que Darren Aronofsky, quién cree que la historia de Noé es una fábula sobre el primer medio-ambientalista ("creo que es una gran fábula que es parte de muchas religiones diferentes y prácticas espirituales"), toma la licencia de la historia bíblica para promover una agenda especifica, como sabemos, una que necesita la élite para incorporar la religión gnóstica-cabalística de los Illuminati, donde Dios es menospreciado como un dictador y Satanás exaltado como una fuente de iluminación. Para Aronofsky esta tarea hubiera sido imposible si se basaba SOLO en la Biblia, en su lugar él incorporó el esoterismo judío de la Cábala, el Zohar y gnosticismo con el fin de ecumenizar el mensaje.

¡Niños, meteros en el Arca que empieza a chispear!

Nota final del "blogger": He respetado los términos del análisis efectuado por JhonKbn sin más matizaciones que las que me han parecido estrictamente imprescidibles. No obstante, su identificación del Yahvé sanguinario y castigador del Génesis con el verdadero Dios me parece un error grave en que incurren tanto el judaísmo como el cristianismo, como analizo a partir del décimotercer párrafo de esta entrada. No se si eso me convierte en gnóstico (aunque "estoy en ello", aún no he leído a Plotino, a Valentín o a otras fuentes), pero lo que aprecio como obvio -y no he sido el primero en hacerlo, evidentemente- es la enorme contradicción entre el "dios" vengativo y excluyente que toma a Israel por pueblo elegido y el Dios-Amor que llama a todos los pueblos en el Nuevo Testamento. 

Y el "temor de Dios" (Salmos 111:10) no es el principio de la sabiduría, sino de la neurosis.

Seguiremos hablando de ello en algún otro momento.

(Fuente: http://contraelnwo.blogspot.mx/)